Un informe divulgado el miércoles por Reuters cita a fuentes familiarizadas con la negociación que afirman que Bain y el fabricante de chips coreano exK Hynix pondrán encima de la mesa más de la mitad del dinero del nuevo acuerdo entre ellos, mientras que Apple gastará 3.600 millones de dólares. Bancos japoneses, según se informa, se encargarán de poner el resto del dinero.
Fuentes de japón afirman que Toshiba no será excluida de la gestión de la división de fabricación de chips. Se dice que tanto Bain como Toshiba poseerán el 46 por ciento de la unidad, si el acuerdo es aceptado.
Toshiba tiene un acuerdo previo con Western Digital que supuestamente ha hecho una oferta por la unidad de chips de más de 17.400 millones de dólares, por lo que el acuerdo de Bain y Apple es notablemente mejor para la compañía matriz. Se espera que un acuerdo con Western Digital sea anunciado en algún momento de hoy, en un sentido u otro.
La unidad de memoria de Toshiba está a la venta en un intento de cubrir miles de millones en pérdidas de su fracasada división nuclear estadounidense, Westinghouse. Los problemas de Westinghouse en Estados Unidos se atribuyen a un declive del apetito político por la energía nuclear, a menos demandas de mantenimiento como resultado de las plantas de energía nuclear destinadas al cierre y una cada vez menor flota de la Marina además de errores en la gestión de esta división.
Toshiba perdió el plazo de 28 de junio que se impuso a sí mismo para anunciar un acuerdo para el negocio de chips. Se dice que Toshiba se opone a que empresas no japonesas tengan influencia en el capital o la dirección, ya que el gobierno japonés tiene como objetivo mantener la unidad de memoria de Toshiba bajo control local y la tecnología importante lejos de firmas extranjeras.
El acuerdo de Bain solamente será válido si el arbitraje y las demandas con Western Digital se ponen definitivamente en marcha o ambas compañías dan un paso atrás.
El actual pretendiente Western Digital, luchó con Toshiba por una división dirigida como una empresa conjunta, y el tratamiento de la fuga potencial de secretos comerciales que estarían disponibles para los competidores como resultado de una venta. Toshiba y Western Digital intercambiaron demandas y Toshiba ha acusado a Western Digital de interferir en el proceso de venta, mientras que este último se queja del proceso de distribución ilícita de secretos de empresa.
A finales de junio, Toshiba lanzó una demanda por 1.070 millones de dólares contra Western Digital, intentando mantener en marcha la venta de la unidad de chips. También comenzó a bloquear el acceso a la información en la empresa conjunta, acusando al personal de Western Digital de tener acceso inapropiado a los datos de propiedad.
