Como todos los servicios de archivos en la nube, trabajamos con ellos y muchas veces no nos paramos a pensar como se han ido modificando las configuraciones a lo largo del tiempo que los llevamos usando. De hecho, puede haber notables diferencias de rendimiento cuando entramos en la configuración de esos servicios de archivos en la nube, como es el caso de Dropbox, y hacemos limpia de aplicaciones y dispositivos que una vez estuvieron conectados, pero ahora simplemente no lo están, o incluso ya ni existen.
Para ello, abre la web de Dropbox, identifícate si no lo estás, y en tu perfil elige la opción de Configuración. Tienes tres pestañas: Perfil, Cuenta y Seguridad. Ahí es donde está el tajo, en Seguridad: encontrarás en esa pestaña todos esos dispositivos que una vez usaste y que ya has dejado de utilizar. Incluso puede que estén en uso, pero su nombre ha cambiado y por lo tanto son reconocidos como nuevos y diferentes.
Verás dispositivos, ordenadores, etc… que hace “años” que no se conectan. Hay que ir eliminándolos todos y no será un proceso rápido, ya que hay que hacerlo uno por uno. Al eliminarlos, desaparece ese vínculo (que por otra parte, ya no existía).
Después están las aplicaciones, de todo tipo, de ordenador y móviles, que también hemos ido enlazando y después hemos ido eliminando, pero ahí siguen esos enlaces activados: de la misma forma que hemos eliminado ordenadores y dispositivos móviles, incluso sesiones de Safari o de otros navegadores de hace años, también eliminaremos aquellas aplicaciones que ya no están en nuestros dispositivos pero siguen vinculadas a Dropbox.
Después de esta “limpia”, notarás que la sincronización va un poco más ágil: tampoco es la bomba, pero sí que se nota.
