Unos días después de la muerte de Jobs, tras las múltiples aproximaciones que en diferente medios (creo que todos los medios) se hicieron sobre su vida y milagros, me quejé amargamente de algo que ya es una realidad, la banalización de todo lo que ha representado (para lo bueno y lo malo) convirtiendo a uno de los personajes mas importantes de la tecnología de la década (y posiblemente del siglo) en un objeto de merchadising.
Mi queja mas profunda venía del tratamiento que se daría a la persona de Jobs:
Personalmente me duele (o me va a doler) ver la efigie de una persona tan carismática impresa en chapas, monederos … no es exactamente la misma circunstancia en la que se ha estado comercializando la imagen de otros personajes famosos como Marilyn Monroe o James Dean, pero se va a acercar mucho conforme la persona se convierte de persona a personaje (que ya lo era) y de ahí pasar a ser icono y pierda su cualidad humana.
La aparición del muñeco de acción de Steve Jobs (uno mas, no es el primero) del que ya nos hicimos eco en julio del año pasado (aunque en los últimos días parece que ha ganado una renovada tracción) ha tomado un nuevo cariz que augura lo que para mi era evidente: que nos vamos a encontrar un montón de parafernalia sobre Jobs de la misma manera que la hay sobre actores , revolucionarios u otros personajes. Y simplemente Apple no la va a poder parar.
Para Apple, el problema de la imagen de Steve Jobs es que en Estados Unidos no hay una regulación que permita gestionar los derechos de imagen de una persona muerta. De una persona viva sí, pero de una persona muerta solo en algunos estados es factible hacerlo (concretamente en Indiana, Illinois, Texas, Connecticut, Georgia, Florida, California, Ohio, Virginia, Washington, New Jersey, Nevada, Nebraska, Kentucky, Tennessee y Oklahoma), lo que implica que a partir del fallecimiento de una persona, su imagen pasa a ser en cierta forma, “de dominio público” y podrá ser utilizada de forma libre prácticamente en todo Estados Unidos. Casos como el de Marilyn Monroe en el que no se pudieron asegurar sus derechos de imagen son precedentes legales evidentes: Jobs, o mas bien su imagen, se convierte en un icono sobre el que amasar dinero. Así que los abogados de Apple tienen poco que hacer amenazando a unos y otros con demandas por crear muñecos (y lo que caiga después) con la imagen de Jobs: saben que en los tribunales “los van a echar atrás”.
Pero se veía venir, que conste.
