De un astrónomo, unos Macs viejos y la sensación de que tanta chatarra sí sirve para algo: la historia de Bill Zielenbach

Muchas veces nos sentamos delante de esos Macs que hemos ido dejando atrás en favor de nuevas y mas potentes máquinas y de los que no nos deshacemos porque pensamos que quizás, algún día, le daremos algún uso que no sea enviarlos a la chatarra … y es que … ¡son tan bonitos!, ¡nos traen tantos recuerdos!.

Quizás el usuario de Mac siente, de alguna forma, un vínculo emocional con los ordenadores que ha usado a lo largo de toda su vida, pero hay gente que da un paso adelante y da un uso real y sobre todo, útil a lo que otros llamarían simplemente chatarra.

Bill Zielenbach tiene 200 Macs antiguos realizando tropecientosmil millones de cálculos sobre asteroides. Bill, primero astrónomo y luego ejecutivo del mundo de la Impresión por motivos de la vida, acaba de publicar un informe titulado Mass Determination Studies of 104 Large Asteroids que ha aparecido en el último número de The Astronomical Journal para el que ha utilizado, colocados en largas estanterías, una remezcla de antiguos Powermacs 7600/120, PowerMacs G3 y toda una estantería de iMacs de color azul.

Para Zielenbach, la facilidad con la que se comunican estas máquinas gracias a cómo Jobs pensó como diseñar el software de su interior facilitó la idea y la consecución de este proyecto. “El [Jobs] tenía una buena percepción de lo que quiere el cliente” comenta el antiguo astrónomo reconvertido a ejecutivo, añandiendo que “esa era la calidad de genio de Jobs“

Zielenbach recibió su Doctorado en Astronomía en 1969 y trabajó para la NASA en las oficinas de Pasadena durante seis años antes de mudarse a Avon y hacerse cargo del negocio de Impresión de su suegro. “Pasé de ser un científico especializado en cohetes a vender sobres“, cuenta.

Hace 15 años Zielenbach decidió volver a sus actividades astronómicas y cuando necesitó ordenadores simplemente miró a Apple. Había usado Macs gracias a los negocios de impresión de su suegro y admiraba su simplicidad. Se inició en el Mac y se quedó con el.

Tampoco tenía intención de coleccionar macs, pero termino haciéndolo para su trabajo científico: necesitaba mas potencia de cálculo que la que le ofrecían los ordenadores de la oficina y comenzó a comprar macs antiguos por 10 dólares en Ebay por palets, hasta que acabó con tres docenas de Macs en estanterías. LOs macs que no puso usar por su falta de potencia, acabaron como sujetalibros, como los Macintosh 128k.

La investigación publicada por Zielenbach hará mucho mas sencillo a otros investigadores la predicción de la ruta de asteroides solitarios, esos que han golpeado la Tierra el ocasiones como el responsable de la extinción de los dinosaurios.

Mantener el control sobre los hábitos y órbitas de estos asteroides requiere una inmensa cantidad de cálculos y la potencia de hasta 72 Macs antiguos, conectados por metros y metros de cables y que han estado funcionando día y noche desde 2003 hasta 2006, gastando 300 dólares mensuales de electricidad. “Y hacía mucho calor allí abajo” comenta el científico.

La dedicación y el interés de Zielenbach nos recuerda que algunos hechos extraordinarios como la conquista de la luna se llevó a cabo usando tecnología no mas potente que la que podemos encontrar hoy en día en una calculadora de bolsillo “normalita”. A pesar de lo primitivo de los ordenadores de aquella época, fueron capaces de llevar y traer de vuelta a la misión lunar a lo largo de 356.000 kilómetros.

Un hecho que claramente obvian muchos usuarios de ordenadores que creen que con un Core 2 Duo y 2 GB de RAM ya no se va a ninguna parte.