Cada año se desmantelan varios cientos de buques, una tarea que plantea importantes riesgos tanto para los trabajadores implicados como para el medio ambiente. Ahora, una nueva investigación al respecto podría aumentar la seguridad y reducir el coste de dichas labores.
La navegación es básica para el comercio y el turismo en Europa y ha desempeñado una función importante en la historia y en el desarrollo de muchos de sus Estados miembros, pero los barcos duran de media entre 20 y 25 años. ¿Qué sucede cuando un navío llega al final de su vida útil? Se desmantela y se recicla. El problema reside en que los barcos más viejos suelen contener materiales tóxicos como asbesto, plomo y otras sustancias químicas peligrosas.
Para proteger el medio ambiente y la salud de los trabajadores dedicados a esta labor la Unión Europea financió un proyecto titulado Shipdismantl («Desmantelamiento de buques obsoletos rentable y respetuoso con el medio ambiente»). El proyecto contó con participantes de la Unión Europea, Turquía e India, siendo estos dos países de los más activos en este sector.
El peligro principal al que se enfrentan los trabajadores reside en el desconocimiento de la parte de la nave que contiene materiales peligrosos hasta que ya es demasiado tarde. La obtención de este tipo de información de forma ordenada mediante dispositivos tecnológicos como sistemas de apoyo a las decisiones fue uno de los objetivos principales de Shipdismantl.
La solución propuesta es un inventario de materiales peligrosos a bordo. En esencia, es una lista que enumera de manera precisa el tipo, la ubicación y las características clave de todo tipo de sustancias posiblemente peligrosas en un navío. Con este inventario los equipos de desmantelamiento pueden gestionar mejor los riesgos que los materiales mencionados plantean para ellos y para el medio ambiente.
Queda por determinar quién ha de generar y mantener este inventario. En la actualidad hay en marcha negociaciones entre distintos agentes interesados. La normativa que surgirá de ellas supondrá el principio de una nueva era de reciclaje de barcos más segura y ecológica.
Fuente: Cordis
