Apple y la convergencia en espiral

Hace ya cierto tiempo publiqué una columna sobre lo que sería la siguiente versión de Mac OS X, no Mac OS X 10.7 Lion, sino la siguiente generación más allá del que será el último Mac OS X que conoceremos: apostaba entonces por Apple 1, pero quizás, viendo cómo hace una aproximación Apple a Lion, deberíamos pensar en otros nombres: iOS Desktop e iOS Server.

Resulta evidente que las nuevas características de Lion se acercan sobremanera a iOS, pero esto tiene un razón muy sencilla: hay muchos mas usuarios en este momento de ese sistema operativo que de Mac OS X y facilitar la migración de esos usuarios desde Windows a un sistema operativo que resulte familiar al usuario parece ser una de las prioridades de Apple para seguir arañando cuota de mercado en el mercado de los ordenadores de escritorio y portátiles, al menos, mientras dure ese mercado.

Y es que al mercado de ordenadores de escritorio de Apple no se le está dando excesivamente bien, canibalizado, en gran parte, por el aumento de la venta de portátiles. Esta inflexión puede achacarse a dos causas: la necesidad de movilidad de la computación de los usuarios y que desde hace años, los portátiles comienzan a ofrecer un rendimiento que supera las expectativas del usuario medio. El ordenador de escritorio cada vez se desplaza mas a la derecha del gráfico, ofreciendo características mas potentes, mayores pantallas pero cayendo indefectiblemente en que no es tan móvil como un portátil.

Es un hecho contrastable que Apple cada vez vende menos ordenadores de escritorio. Los nuevos iMac van a impulsar las ventas durante un trimestre (máximo), pero durante los tres primeros mese del año Apple solo ha vendido un millón de ordenadores de sobremesa, lo que significa un 27% de las ventas del trimestre. Es el menor porcentaje desde el trimestre de julio-septiembre de 2009. Durante el primer trimestre de 2010, Apple había vendido 1,23 millones de ordenadores de sobremesam lo que representaba un 30% de la venta total de equipos de la compañía.

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También resulta evidente que Apple está abandonando algunos nichos de mercado por encontrarlos poco rentables, o al menos, no realiza actualizaciones dentro de la gama profesional con la frecuencia con la que lo hacía antes: de hecho, los nuevos iMac, en sus versiones mas potentes podrían estar a la altura de los actuales Mac Pro en potencia de computación (no en capacidad de ampliación).

Quizás la clave de las intenciones de Apple en el mercado profesional vengan marcadas por el precio de la que será la siguiente generación de Final Cut Studio: un precio mas bajo, mas asequible a todos los usuarios será el punto de partida del abandono del mercado profesional para saltar al mercado de la PYME y el Prosumer, con menos beneficios por venta unitaria pero con muchos mas clientes accesibles que hasta ahora.

Mientras se reduce el mercado de ordenadores de escritorio y Apple aparentemente abandona la gama profesional en favor del Prosumer (el consumidor con capacidad para realizar ciertas tareas de forma semiprofesional), los portátiles de Apple mantienen un buen ritmo de ventas y una mas que saludable vida en manos de los usuarios.

Mac OS X 10.7 Lion es también parte de esta estrategia: además de comenzar a incorporar elementos de iOS como parte de una (posible y futura) mezcla de ambos sistemas operativos en una convergencia en espiral que va acercando ambas plataformas, la compañía de Cupertino va a comenzar, según se ha visto en las primeras versiones previas de Mac OS X 10.7 Lion, a distribuir la versión Server por una cuota adicional junto con la versión de escritorio del sistema operativo. De nuevo, y de forma evidente y tras la desaparición del Xserve, una nueva aproximación al mercado Prosumer. El usuario podrá probar la versión server durante unos días (30, 60 incluso) y posteriormente desinstalarla sin perder las capacidades de la versión cliente o seguir con la versión servidor con un precio con el que simplemente las versiones de Windows Server, mucho mas orientadas al mercado corporativo, no van a poder competir.

La «iOSsificación» del sistema operativo no es intrínsecamente mala: simplemente cambia la forma de trabajar del usuario, que en vez de estar orientada al documento, estará orientada a la aplicación. Esto permitirá a Apple a crear un nuevo interfaz mas compartimentado, intrínsecamente mas seguro pero también (y esto es lo peor), mas cerrado ante la posibilidad de poder realizar modificaciones en el mismo. No hay que descartar esta posibilidad: que Apple haya comenzado a portar a iOS su Caballo de Troya mas importante, iLife, quiere decir que el movimiento se ha iniciado y que la compañía de Cupertino piensa firmemente que es el momento de olvidarse de las ventanas y saltar a una nueva forma mas simple, mas orientada al usuario, de tratar los dispositivos. Aunque, desgraciadamente, muchos usuarios no estén de acuerdo.

Mientras convergen ambos sistemas operativos a una única versión, el hardware también va a ir convergiendo: conforme el iPad vaya mejorando su capacidad de computación hasta alcanzar el punto de la «inmediatez ante una acción» del usuario, los portátiles irán retrocediendo lentamente para ir dejando hueco a versiones del iPad con mayores pantallas. Hasta hace un par de años era imposible pensar en un iPad de 15 o 17 pulgadas, pero la «iOSificación» de Lion abre un interesante camino en este sentido: de nuevo Apple con una gama corta de dispositivos, manejable en términos de fabricación, soporte y mantenimiento, una única plataforma de desarrollo y haciendo inflexión de nuevo en los puntos que la han llevado a ser la Apple que es ahora: percepción de calidad, aspecto innovador, servicios, integración y sobre todo, la capacidad de poder hacer cosas directamente «al salir de la caja», algo que aparentemente en el mercado Windows no han sabido entender durante muchos años.

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