Según Cupertino, la creación de un plan de este tipo daría a la competencia de Apple una ventaja injusta ya que pondría en evidencia los planes y objetivos de la compañía. En Apple, con un líder tan carismático como Steve Jobs, un plan de sucesión afectaría profundamente al valor bursátil de la compañía como ya ha ocurrido en otras ocasiones debido a los problemas de salud que ha sufrido el CEO de Apple. otro de los problemas asociados a este plan es la búsqueda de un candidato adecuado, ya sea dentro del consejo de dirección de Apple o externo a la compañía: cualquier candidato “público” podría ser tentado por otras empresas con la intención de socavar el liderazgo de Apple en algunos nichos de mercado.
Apple ha recomendado a sus accionistas que voten en contra de esta proposición.