La magnitud de los terremotos potenciales podría ser mayor de 5, valor a partir del cual se considera que pueden comenzar a producirse daños significativos en las estructuras.
Algunas zonas de la Península Ibérica donde hasta ahora no se han registrado terremotos de magnitud moderada, como ciertas áreas de la Cordillera Cantábrica, el extremo occidental de las Cordilleras Béticas y el norte de Valencia, podrían tener potencial para generarlos, según un estudio realizado por científicos españoles, rusos e italianos que publica la revista Rendiconti Lincei.
El estudio no sólo confirma las zonas sísmicas más conocidas, sino que también identifica posibles fuentes de terremotos de magnitud mayor de 5 en algunas zonas donde, hasta el momento, no se han registrado actividad sísmica. La magnitud 5 señala el umbral de tamaño de los terremotos potenciales a partir del cual se considera que pueden comenzar a producirse daños significativos en las estructuras.
Según el estudio, estas áreas nuevas de peligrosidad sísmca se localizan en algunos enclaves de la Cordillera Cantábrica, en la costa norte de Portugal, el extremo occidental de las Cordilleras Béticas y al norte de Valencia. El resto de las zonas con potencial de sismicidad moderada coinciden con las que señalan los mapas de sismicidad: periferia de la Península, sobre todo en el sudeste y los Pirineos.
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