Nuevos datos sobre la concentración de ácido sulfúrico en la atmósfera

20100316-3.jpgUna investigación pionera a cargo de científicos europeos y estadounidenses ha puesto de relieve que la elevada velocidad de la reacción entre el ácido sulfúrico y el agua es el motivo de la alta concentración de ácido sulfúrico en la atmósfera. Los descubrimientos del estudio forman parte del proyecto EUCARRI («Proyecto integrado europeo sobre interacciones entre la calidad del aire y la climatología de las nubes de aerosoles»), financiado con 10 millones de euros por medio del área temática «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Science.

Los científicos encargados del estudio, procedentes de la República Checa, Finlandia, Alemania, Suecia y Estados Unidos, afirman que sus descubrimientos podrían influir en los modelos climáticos globales y aportan a la comunidad científica los medios necesarios para disipar cualquier duda sobre el impacto de los aerosoles en sus predicciones.

Para lograr estos descubrimientos se ha seguido un largo proceso en el que la comunidad científica ha intentado una y otra vez ajustar las concentraciones atmosféricas de ácido sulfúrico en función de los resultados obtenidos en pruebas de laboratorio sobre la velocidad de formación de partículas.

Mikko Sipilä, del Departamento de Física de la Universidad de Helsinki (Finlandia), indicó que los métodos desarrollados por él y sus colegas permiten detectar partículas poco más grandes que un nanómetro. Los esfuerzos anteriores habían fracasado debido a que los detectores de partículas utilizados no eran suficientemente precisos y sólo detectaban partículas de tres nanómetros o más.

Según el Sr. Sipilä, las partículas de ácido sulfúrico formadas por gas H2SO4 aumentan con gran lentitud cuando su concentración es menor a 108 moléculas por centímetro cúbico. «Debido a esto y a los tiempos de residencia empleados en estudios anteriores, normalmente unos diez segundos, las partículas no alcanzaban los límites de detección de los contadores de partículas utilizados», según una declaración del investigador finlandés.

Gracias a sus métodos de detección nuevos y mejorados, los investigadores lograron demostrar que la diferencia de unos órdenes de magnitud entre los factores de crecimiento teóricos y observados es prácticamente inexistente. También descubrieron que, a pesar de que el factor de crecimiento descubierto no concuerda exactamente con las predicciones teóricas, «sí que se acerca bastante».

Según se indica en la teoría de la nucleación, las partículas como las del ácido sulfúrico se estabilizan cuando existe condensación. Básicamente, la nucleación es una reacción física que se produce cuando los componentes de una solución comienzan a precipitarse y forman núcleos que atraen más precipitados.

La reproducción de los resultados del estudio podría ser trascendental para la ciencia de la climatología, según los investigadores. El Sr. Sipilä indicó que los efectos indirectos de los aerosoles no están representados de forma fidedigna en los modelos climáticos. «En los modelos empleados para el informe [del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático], la nucleación se pasa completamente por alto o está basada en algún tipo de observación ambiental», afirmó. «Si se desconocen los pasos moleculares concretos se crea una gran incertidumbre en dichos modelos. Por esta razón es muy importante comprenderlos, ya que aumentaría la precisión de las predicciones climáticas a nivel mundial.»

Al estudio contribuyeron también investigadores del Leibniz-Institut für Troposphärenforschung e.V. (Alemania), el Instituto de Fundamentos de los Procesos Químicos de la Academia de las Ciencias de la República Checa, el Instituto de Física de Helsinki y el Instituto Finlandés de Meteorología (Finlandia), la Universidad de Estocolmo (Suecia) y el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de los Estados Unidos.

Para más información: Science y Universidad de Helsinki. Fuente: Cordis

Deja una respuesta