Las buenas ideas encuentran fuertes resistencias en el seno de las empresas

idea_bulb.jpgLas buenas ideas abundan, pero no todas llegan a ser una realidad debido a que muchas veces las personas no saben cómo presentarlas y apoyarlas hasta que tengan éxito. También porque quienes las reciben probablemente tienen distintas preocupaciones y sienten miedo a implementar cambios que impliquen riesgo, haciendo así que en cientos de ocasiones se pierdan excelentes oportunidades.

Anne Miller presenta en un artículo las cuatro etapas de resistencia con las que se encuentran los innovadores que exponen una idea en una compañía y la forma de sobrepasarlas para llevar el proyecto a la práctica.

Todos los días las personas se encuentran con formas de hacer las cosas en sus lugares de trabajo con las que no están de acuerdo o, simplemente, con estrategias que piensan que podrían funcionar mucho mejor si se implementaran ideas que pasan por sus mentes pero que no se atreven a proponer o no saben cómo hacerlo.

Y en muchas ocasiones estos innovadores tienen razón en no atreverse o en querer ahorrarse el esfuerzo y el tiempo, ya que quienes deben oír estas ideas no tienen la actitud más receptiva y atraviesan muchos obstáculos en el proceso hasta, la mayoría de las veces, desechar la idea por miedo al cambio y al riesgo o por pensar que la inversión es demasiado grande, entre otros.

Siendo conscientes de esta situación, se puede afirmar que son muchas las oportunidades de innovación que podrían conducir a cambios muy positivos en los negocios si tan solo fueran analizadas receptivamente y se les abrieran las puertas para, por lo menos, intentar llevarlas a la práctica.

Anne Miller, de Management Issues, presenta en un artículo las cuatro etapas de resistencia con las que se encuentran los innovadores a la hora de proponer una idea y algunos consejos para no detenerse frente a estas dificultades, apoyando la propuesta hasta el final hasta lograr que sea una realidad.

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