Apple intenta llegar a un acuerdo privado con una familia. Todo el mundo dice que Apple es mala. [Actualizado]

Ken Stanborough, de 47 años, y viviendo en Liverpool, le regaló a su hija de 11 años, Ellie, un iPod Touch el mes pasado. “Emitía un silbido,” dijo. “Sentí cómo se calentaba en mi mano, y creo que se podía ver vapor saliendo”. Mr Stanborough dijo que lanzó el dispositivo por la puerta trasera de su casa [a la calle], donde «en 30 segundos se produjo un pop, una enorme nube de humo y salió despedido a 3 metros del suelo”.

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Mr Stanborough contactó a Apple y a Argos [donde había comprado el dispositivo por 162 libras]. Después de pasar por varios departamentos, habló con un ejecutivo de Apple por teléfono. Como resultado de la conversación, Apple envió una carta al señor Stanborough negando cualquier responsabilidad pero ofreciéndole el reembolso.

La carta también establecía que, si aceptaba el dinero, Mr. Stanborough “aceptaba que mantendría los términos y la existencia del acuerdo completamente confidencial», y que cualquier ruptura de esa confidencialidad “podría resultar en que Apple le reclamara daños y perjuicios, y costes legales contra las personas o partes implicadas”.

[Traducción literal de la noticia de la fuente Times Online]

[Actualización]

Sky.com amplía un poco más la información:

Mr Stanborough envió por correo electrónico imágenes a la empresa [Apple] del reproductor musical dañado al tiempo que solicitaba el reembolso, sin ningún tipo de compensación extra.

Apple niega que su respuesta fuera un intento de amordazar a la familia, según dijeron a Sky News Online cuando les contactaron, describiendo el hecho como «práctica estándar el envío de cartas de acuerdo».

Un portavoz dijo que no harían más comentarios porque Mr Stanborough se había negado a enviar el iPod quemado para que lo examinen sus ingenieros.

Mr Stanborough dijo que se había negado a la petición de Apple de enviar el reproductor a través de DHL a Cincinnati. A cambio, sugirió que alguien de la empresa se pasara por su casa a recoger el dispositivo, algo a lo que la empresa (Apple) se negó.

—Continúa la noticia original—-

El padre se sintió ofendido, se negó a firmar y -se supone- llamó a los periódicos, donde el Times Online se hizo eco, incluyendo una dramática (y estudiada) foto de la hija sosteniendo el iPod quemado, y acusando a Apple poco menos de ser una panda de mafiosos que pretendía silenciar a su familia de por vida bajo amenazas de demandas.

No parece demasiado difícil aceptar que si una empresa acepta pagarte un dispositivo nuevo, después de que reconoces que lo has tirado por la puerta a la calle, lo normal es que pretenda dar por cerrado el caso y que no se encuentre cada día con nuevas reclamaciones de gente que, por miedo a una explosión lanzó su iPod desde un tercer piso.

O, como es el caso, que además de recibir el dinero, el padre inicie una rueda de declaraciones y visitas a platós de televisión contando cómo el iPod es un arma militar que puede estallar en las manos de cualquier pobre niño.

Tal y como comentábamos en una noticia de hace poco más de una semana, la cantidad de iPods (de todo tipo) vendidos y funcionando con normalidad hacen de estas situaciones la excepción, y no la norma. Que Apple quiera un acuerdo privado y por la vía rápida es más bien un gesto de buena voluntad, sin solicitar pruebas o el envío del dispositivo para su estudio o cualquier otra maniobra dilatoria.

Empeñarse en que Apple es mala simplemente repitiendo el titular de un artículo sensacionalista es, por supuesto, más sensacionalismo.

Al menos, aquí tenéis los hechos, ahora podemos debatir con objetividad.

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