Una revolución para la ciencia del diagnóstico

20081113_3.jpgUn equipo de científicos de la Universidad de Leeds (Reino Unido) ha inventado un dispositivo nanotecnológico equipado con un biosensor capaz de identificar la presencia de enfermedades. Este dispositivo, que bien podría revolucionar la ciencia del diagnóstico, se vale de anticuerpos para detectar biomarcadores, moléculas del cuerpo que sirven para detectar la presencia de una enfermedad. El objetivo del ambicioso proyecto ELISHA, respaldado por la UE con una financiación por valor de 2,7 millones de euros, es reducir el tiempo necesario para emitir un diagnóstico a tan sólo quince minutos. Este nuevo invento podría estar a la venta en tan sólo tres años.

El método actual para el diagnóstico de enfermedades, que se desarrolló en la década de los años setenta, y que se basa en el análisis de muestras de sangre y orina, está plagado de desventajas. Estos análisis tienen que llevarse a cabo en un laboratorio de patología dotado de personal muy cualificado, requieren alrededor de dos horas y resultan costosos. Si se dispusiera de una técnica más simple, que permitiera un diagnóstico más rápido, menos costoso, y que pudiera efectuarse en un lugar más cómodo, como la consulta del médico, todo este proceso resultaría menos intimidatorio para el paciente y más rentable para los hospitales y servicios de salud en general.

Aquí entra en escena ELISHA («Inmunointerfaces electrónicas y nanobiotecnología de superficies: un enfoque heterodoxo«) y su novedoso dispositivo de diagnóstico equipado con biosensor. Un equipo formado por nueve socios, entre ellos universidades, institutos de investigación y PYME, procedentes de cinco países de la UE han creado un dispositivo que hará posible que los diagnósticos sean menos caros y más flexibles.

El Dr. Paul Millner, de la facultad de ciencias biológicas de la Universidad de Leeds, declaró: «Creemos que esto da lugar a la próxima generación de pruebas de diagnóstico. Ahora podemos detectar casi cualquier analito, que es una sustancia que se asocia a una enfermedad, de manera más rápida, barata y fácil que con la metodología de diagnóstico practicada actualmente. Pensamos que este invento podría revolucionar los métodos de detección.»

El dispositivo de ELISHA, que podría estar a la venta dentro de tres años, tiene actualmente el tamaño de las máquinas que se usan para el pago con tarjeta de crédito, pero el consorcio se propone reducirlo al tamaño de un teléfono móvil. Se basa en nanotecnología, que es la manipulación de materia a escalas microscópicas, para detectar biomarcadores en la sangre o la orina, para señalar si hay indicios de la presencia de determinada enfermedad. Para detectar distintas enfermedades, en el dispositivo se introducen distintos microchips.

El Dr. Millner informó: «Hemos diseñado un instrumental simple para que los biosensores resulten más fáciles de usar y comprender. Funcionarán de forma similar a los aparatos con biosensores que utilizan actualmente los diabéticos para medir la glucemia.»

Este dispositivo podría emplearse para detectar una amplia gama de patologías, como cáncer de próstata y ovarios, ictus, cardiopatías, esclerosis múltiple e infecciones fúngicas. El consorcio de ELISHA cree que podría ser lo suficientemente polivalente para detectar incluso la tuberculosis y el VIH. Su velocidad hará posible un diagnóstico más rápido de diversas enfermedades y agilizará la consulta a un especialista.

La tecnología de ELISHA presenta un gran potencial de cara al futuro. El coordinador del proyecto ELISHA, el Dr. Tim Gibson, dijo que: «Los analitos empleados en nuestra investigación no son más que una pequeña muestra de las muchas aplicaciones potenciales. Además, hemos demostrado su idoneidad para aplicaciones ambientales, por ejemplo para detectar la presencia de herbicidas o plaguicidas en el agua y de antibióticos en la leche.»

Para más información: ELISHA y Universidad de Leeds

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