A pesar de los pesares, finalmente no se concretó nada de lo que parecía que podía salvar MoBuzz y finalmente han tenido que bajar la verja…
Gran pérdida para el panorama comunicador, probablemente también para el panorama empresarial de las nuevas tecnologías (a todos se nos pone un poco más difícil) y desde luego, un varapalo para todo aquel que quiera innovar o arriesgar. Está claro que de premios no se vive, y al final hay que bajar al barro a vender(se).
También una gran ocasión perdida para ellos, que podían haberse ido -como decían- haciendo ruido y al final se van dejando recuerdos ambiguos, por una agonía que nunca debieron sufrir (al menos en público). Según se lee en comentarios por la red, ya están empezando las devoluciones de los donativos que los participantes en “Salvar MoBuzz” aportaron.
En resumen: todos perdemos. Se les echará de menos y se les recordará como pioneros.
