La Comisión Europea ha hecho pública su propuesta para una iniciativa tecnológica conjunta (ITC) sobre el hidrógeno y las pilas de combustible. La Comisión espera que esta nueva asociación público-privada fomente el desarrollo de tecnologías de hidrógeno hasta llegar al punto de despegue comercial entre 2010 y 2020.
«Europa se está enfrentando a grandes retos para asegurar su abastecimiento energético y, al mismo tiempo, combatir el cambio climático, proteger el medio ambiente y mantener una economía competitiva. Las tecnologías como las pilas de combustible y el hidrógeno pueden ayudarnos a lograr todo esto», afirmó el Comisario de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik. «La iniciativa tecnológica conjunta sobre el hidrógeno y las pilas de combustible será un paso importante para elaborar el programa de investigación, desarrollo y despliegue que Europa necesita para introducir estas tecnologías en el mercado.»
La Comisión Europea contribuirá con una suma de hasta 470 millones de euros para el proyecto durante los próximos seis años, cantidad que tendrá que ser completada por una aportación idéntica del sector privado.
Las pilas de combustible funcionan convirtiendo el combustible y el oxígeno en electricidad, calor y agua de manera eficaz. Pueden ser utilizadas en una gran cantidad de aparatos, desde teléfonos móviles a ordenadores portátiles, coches, autobuses, barcos, aviones y generadores de energía. No obstante, hay varios obstáculos para que prosigan su desarrollo e implantación.
Entre los temas que todavía se necesita abordar se encuentra el coste y la durabilidad de las pilas de combustible, la producción sostenible de hidrógeno y el almacenamiento y la distribución eficientes y seguros del hidrógeno.
Para superar estas barreras técnicas al desarrollo adicional de estas tecnologías será necesaria una investigación compleja que ninguna organización puede realizar por sí sola. Además no se ha convenido un plan y una estrategia presupuestarios a largo plazo que alienten a la industria a dedicar más recursos a este tema. Tampoco hay suficientes vínculos en el programa de investigación de la UE entre la investigación fundamental y los proyectos de demostración europeos.
Al reunir a los agentes públicos y privados en una misma iniciativa, la Comisión espera superar estos problemas y evitar que la UE quede rezagada respecto de la competencia internacional en este campo. Estados Unidos y Japón tienen programas de investigación de hidrógeno y pilas de combustible en los cuales el gobierno y la industria trabajan juntos de forma estrecha.
La ITC de hidrógeno y pilas de combustible es la quinta iniciativa de este tipo propuesta por la Comisión. Los Ministros de Investigación de la UE debatieron sobre otras cuatro ITC en su reciente reunión del Consejo y se espera una resolución final en noviembre de 2007. También está planificada una sexta ITC, sobre la Vigilancia Mundial del Medio Ambiente y la Seguridad (GMES).
La Comisión también ha tomado medidas para simplificar la aprobación de coches de hidrógeno. Actualmente los vehículos de hidrógeno no están cubiertos por el Sistema de aprobación de la UE por clases, en virtud del cual un vehículo aprobado en uno de los Estados miembros puede comercializarse en toda la UE. Esto significa que si un vehículo obtiene la aprobación en un Estado miembro, esta aprobación puede no ser reconocida en algún otro Estado.
Con esta nueva propuesta, los vehículos de hidrógeno tendrán la misma consideración que los vehículos convencionales, lo que ahorrará a los fabricantes hasta 124 millones de euros en costes de aprobación durante el período 2017-2025. Para avalar la seguridad de los vehículos de hidrógeno, en la propuesta se exponen requisitos técnicos relativos a los componentes de la tecnología de hidrógeno de los vehículos.
«La introducción de vehículos de hidrógeno tiene el potencial de mejorar el aire de Europa y de reducir su dependencia de los combustibles fósiles», afirmó el Comisario europeo de Empresa e Industria, Günter Verheugen. «La introducción de estándares comunes apoyará la introducción de estos vehículos y respaldará la seguridad de los ciudadanos. También fomentará la competitividad de los fabricantes europeos.»
No obstante, hubo críticas por parte del eurodiputado ecologista Claude Turmes, quien cuestionó la viabilidad de las tecnologías de hidrógeno. «Hay soluciones claras al daño que causan en el medio ambiente las emisiones de los vehículos que alcanzarán resultados reales a corto plazo, tales como la aplicación de estándares de eficiencia ambiciosos o la promoción de vehículos híbridos.» La Comisión debería tener el valor de promover estas soluciones como parte de una política de transporte sostenible y no esconderse detrás de cortinas de humo como los coches de hidrógeno», sostuvo.
Para obtener más información http://ec.europa.eu/research/energy/index_en.htm
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