Más de cien millones de relojes, muchos de ellos oficiales y científicos de precisión, cambiaron esta madrugada de hora en Europa de manera automática para adaptarse al nuevo horario de invierno que rige en el viejo continente.
Esos relojes, dotados de un sistema de radiocontrol, recibieron a las 03.00 horas (01.00 GMT) la orden automática de retrasar sus horarios una hora desde el centro de control de la empresa T-Systems en la localidad de Mainflingen, junto a la ciudad alemana de Francfort.
La empresa T-Systems obtiene el tiempo de referencia oficial del Instituto Federal Físico-Técnico alemán, que lo controla mediante varios relojes atómicos en Maiflingen y Braunschweig con un margen de error de un segundo cada dos millones de años.
A través de una antena situada en las cercanías de Fráncfort, T-Systems transmite con la emisora de onda larga DCF77 y una frecuencia de 77,5 kilohercios la señal horaria en un radio de 2.000 kilómetros.
La precisión horaria, incluso en la aguja del segundero, es necesaria para el funcionamiento exacto de aeropuertos, empresas de ferrocarril y cadenas de radio y televisión, pero también para numerosas empresas, los mercados financieros y numerosas instituciones científicas.
Fuente: El País
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