Tras una primera mirada a la nueva propuesta de Apple para sus portátiles Pro, es el momento de mirar en su interior y ofrecer cifras brutas de rendimiento general haciendo primero algunas consideraciones.
Antes de empezar a desgranar cifras sobre velocidad de proceso, rendimiento de disco y el funcionamiento de la gráfica Iris de Intel (no Pro) es importante entender que el concepto de rendimiento de los ordenadores “más modernos” ha cambiado mucho a lo largo del último lustro.
El gran problema del rendimiento de todos los ordenadores hasta prácticamente hace 5 años eran los requerimientos de los usuarios al respecto de tareas comunes (uso administrativo) y el uso de otras aplicaciones relacionadas con sus intereses propios (prosumers o profesionales). El aumento de rendimiento general con el avance de la tecnología ha hecho que los ordenadores “más bajos de las gamas” o incluso los específicamente diseñados para ser aun más portátiles y ligeros como el MacBool Air sean capaces de disponer de suficiente rendimiento como para satisfacer todas las tareas comunes del uso administrativo, es decir, navegar con soltura, trabajar con aplicaciones de productividad, gestionar fotografías a nivel aficionado y reproducción de medios de todo tipo, incluyendo películas HD a 720p y 1080p sin interrupciones. Básicamente esas son las tareas más ejecutadas con un ordenador y para muchos usuarios con uno de los ultraportátiles de Apple van muy sobrados. Esta y no otra es la clave del éxito del MacBook Air junto a una buena autonomía y su ligereza para llevarlo todo el día encima. Pero de un ordenador que lleva la etiqueta Pro deberíamos esperar un poco más.
Para empezar, vamos a atacar su rendimiento bruto. El MacBook Pro 13 pulgadas 2,6 Ghz Retina mid 2014 porta un procesador Intel(R) Core(TM) i5-4278U CPU @ 2.60GHz @ 2.60 GHz
con 2 núcleos capaces de trabajar con 4 hilos.
Según el test de GeekBench 3 y a 64 bits, este modelo llega a una puntuación de 3140 para un solo núcleo y 6674 para la puntuación multinúcleo. Las puntuaciones para el mismo Mac usando batería son similares, e incluso unos muy pocos puntos por encima. Cuando accedemos a la tabla comparativa de este modelo al respecto de las puntuaciones de este software, es fácil encontrar puntuaciones del orden de los 8.000 puntos para esta misma configuración de máquina, por lo que los test los hemos repetido en varias ocasiones. Es curioso, ya que esta máquina está sacada de la caja (nueva) con la misma cantidad de RAM, procesador y cada una de las características de hardware y software instalado y sin embargo hay hasta casi 2.000 puntos de diferencia entre modelos que deberían ser iguales. La referencia general, es decir, la mayor cantidad de puntuaciones para este modelo ronda sin embargo estas cifras, entre los 6.500 y los 7.000 para el rendimiento multinúcleo.
El rendimiento del SSD instalado pro Apple es tremendo. Las cifras, amigos, hablan por si solas. Cualquier SSD SATA hace el ridículo frente a los 700 MB de lectura de este disco de almacenamiento sólido. Es con diferencia lo mejor de esta máquina más allá incluso de su pantalla retina o su adelgazado form factor que lo hace muy transportable (no a la altura del MacBook Air) y relativamente cómodo de llevar encima durante muchas horas.
La gráfica es otro cantar. No soy muy fan de las gráficas de Intel aunque en los últimos años han mejorado bastante al respecto de los auténticos zarrios que nos obligaron a tragar por culpa de no querer que AMD siguiera creando gráficas discretas que conectaran con los Core iX. Así, para un usuario de Mac con gráficas Intel anteriores a la HD3000 la apuesta por un rendimiento gráfico medio decente era perder contra la banca. A partir de la HD3000 la cosa ha mejorado un poco. Aún así, a pesar de la HD400 y 500 y la Iris que porta esta máquina, no puedo declararme muy fan, porque la encuentro sosa y falta de rendimiento. Utiliza la propia RAM del equipo, de forma que está limitada a 1024 MB que se asignan dinámicamente y el rendimiento vía CineBench la sitúa en una relativa buena posición, pero no sueñes con jugar con juegos modernos con esta gráfica. Si te servirá para tareas administrativas e incluso para algunas tareas Pro siempre con las limitaciones de la memoria compartida y que simplemente no es una tarjeta dedicada. De hecho, ninguno de los MacBook Pro monta ya una tarjeta dedicada salvo el modelo de 15 pulgadas más alto de la gama: o Iris, o Iris Pro.
Resumiendo
A ver, no me quejo. No tiene un mal rendimiento general y cumple con las necesidades del usuario medio y el prosumer, pero me parece un poco cogido por los pelos llamar a este modelo Pro. Es una buena máquina en condiciones de rendimiento si la comparo por ejemplo con mi MacBook Air, pero a mi gusto no llega al rendimiento Pro que necesitaría para pagar los aproximadamente 300 euros de diferencia entre una máquina y otra aunque no concuerden las gamas. Al respecto de otros portátiles, incluyendo muchos ordenadores que se mueven en la misma gama de precio, les da sopas con honda en casi todos los aspectos de hardware y rendimiento, perro claro, esas máquinas no se identifican como “pros”.
En el próximo artículo nos centraremos en los costes ocultos y en un repaso general.
Pues casi mejor que lleven gráfica Intel por todos los problemas que han tenido los mac con las Nvidia o Amd en los últimos años. Casi que te obligan a elegir entre poco rendimiento pero más fiabilidad o más rendimiento pero menos fiabilidad.
Si es por dar valor a esos 300 Euros:
– Mejor pantalla, retina es muy cómoda para trabajar, la vista se cansa menos.
– CPU, más mucho más potente.
– Tarjeta gráfica más potente.
– 8Gb de memoria ram de base contra 4 Gb
– Thunbderbolt 2 frente a 1
– Salida HDMI
– Ranura apara tarjetas SDXC
Y todo con sólo 210 grs. más.
Realmente el que no encaja por precio ahora mismo es el Macbook Air