Una cita con el nuevo Mac Pro, II

Metido en harina, el nuevo Mac Pro no deja indiferente por una de las características en la que Apple ha puesto el mayor cuidado: su potencia. Resulta evidente nada más encender la unidad que ésta máquina “corre” y está pensada para correr, pero gran parte de esta potencia ha de ser entendida ya que la percepción de la misma está atada al propio software que ejecuta. Nuestra unidad de muestra es un tanto especial: Apple comercializa dos modelos diferentes, con cuatro núcleos a 3,7 GHz y seis núcleos a 3,5 Ghz, con opciones de personalización que llegan hasta los 8 núcleos a 3 GHz y 12 núcleos a 2,7 GHz.  Nos vamos a centrar en ésta penúltima máquina, con 8 núcleos, 3 Ghz, 32 GB de RAM y 500 GB de almacenamiento Flash PCIe.

Para empezar, el Mac Pro viene con una versión del sistema (13B4116) que difiere de la build instalada para la mayoría de los mortales en sus Mac, la 13B42. La diferencia entre ambas versiones viene dada por la necesidad del Mac Pro de incluir una serie de drivers específicos para su hardware, por lo que si estás migrando desde otro Mac hacia el Mac Pro y vas a intentar la estrategia del clonado de disco, simplemente no va a funcionar y cuando intentes arrancar desde ese sistema clonado te va a dar error. La mejor estrategia de migración pasa por la recuperación desde una copia de Time Machine o el uso del Asistente de Migración, aunque sería factible hacer este clonado, arrancar desde la partición de recuperación y forzar una reinstalación del sistema, pero el tiempo necesario para realizar ésta tarea deja el procedimiento a la altura de la recuperación de Time machine o el (fallón) Asistente de Migración, por lo que el proceso de traspaso de datos en ésta ocasión ha de tomarse con paciencia. Por otra parte, tratándose de unas build especial de OS X 10.9.1 Mavericks, es casi recomendable acercarse a la Mac App Store y descargar OS X 10.9 Mavericks para este Mac (se descargará la versión adecuada) y guardar una copia de seguridad.

Los procesadores incluidos para ésta opción personalizada del Mac Pro (que elevan su precio 1.500 euros más) son los Intel Xeon E5-1680 v2, con una frecuencia Turbo máxima de 3,9 Ghz, 25 MB de Smart Caché de Intel capaces de gestionar hasta 256 GB de RAM (dependiente del tipo de memoria) desde memoria DDR3-800 hasta DDR3-1866. Curiosamente, Geekbench 3 dice que la memoria instalada por Apple es a 1867 Mhz. Con 8 núcleos, ésta maquina por encima de las especificaciones de los dos modelos base a la venta muestra un empuje verdaderamente increíble siempre que la utilicemos con las aplicaciones adecuadas.

Uno de los detalles que más me ha llamado la atención, precisamente relacionado con la memoria RAM es en el arranque. Uno espera que el arranque de esta máquina sea prácticamente instantáneo y realmente si lo es cuando carga el sistema, pero en un primer momento la pantalla gris de inicio se toma unos segundos de más hasta saltar al habitual logo de Apple: no es un problema, sino que la masiva cantidad de RAM instalada está siendo testeada, proceso que se realiza cada arranque, lo que añade unos segundos más a la pantalla gris. El apagado, sin embargo es inmediato, y cuando digo inmediato es que parece que se ha quedado sin corriente porque tarda un par de segundos a lo sumo.

En cuanto a la puntuación Geekbench 3 a 64 bits, lo realmente llamativo es su capacidad multinúcleo: mientras la puntuación para aplicaciones que están preparadas para un único núcleo puede considerarse como “discreta” dentro de las propias capacidades del procesador (recuerda, es un Xeon) y se eleva a 3643, en las aplicaciones preparadas para trabajar con múltiples núcleos la puntuación puede considerarse como explosiva: salta a 26104. Si trabajas con aplicaciones a 32 bits, por los motivos que sean, las puntuaciones llegan a los 3288 para el proceso de un solo núcleo, mientras que en aplicaciones multinúcleo, volvemos a los números de 5 dígitos, con un 23249.

El rendimiento de la unidad interna de almacenamiento es bastante espectacular también. Las pruebas han sido realizadas con BlackMagic Disk Speed Test en dos tandas diferentes: contra la propia unidad interna de almacenamiento y contra un disco duro SSD conectado vía USB 3.0.

Almacenamiento interno: test 1, 3 y 5 GB

SSD USB 3.0 nativo: 1 y 5 GB

El equipo, en parado, tiene un consumo de recursos bajo (debido a sus altas capacidades, evidentemente) pero te dará una idea de sus capacidades si lo comparas con tu propio Monitor de Actividad:

Mañana, en nuestra próxima entrega, nos centraremos en las capacidades gráficas del Mac Pro.

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sault
10 years ago

Mi”obsoleto” Mac pro casi tiene el mismo Geekbench…

http://www.faq-mac.com/tutoriales/actualizando-procesadores-mac-pro-2010/51044

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