Jorge Calvo, director general de MadPix

Hoy os traemos la entrevista con Jorge Calvo, director general de MadPix, empresa responsable de los efectos especiales de la película “Hable con ella”, nominada a los Goya entre otros, por los efectos especiales y película por la que Pedro Almodóvar está nominado como mejor director y como autor del mejor guión.

Una extensísima charla sobre el cine, la publicidad, los efectos especiales, el Mac… la vida, en fin.

Nos entrevistamos con Jorge Calvo en su oficina, un sorprendente laberinto de escaleras que conectan tres pisos. Mad Pix todavía responde al viejo glamour de las agencias de publicidad, tiene un comedor dentro de las propias oficinas y una mesa de ping pong (lo cual denota un aprecio por el bienestar de los trabajadores que en la mayor parte de los sitios se ha erradicado bajo presuntas fórmulas de eficacia, productividad y comités de calidad); además, su terraza -con sillas y mesas para descansar en las templadas primaveras y sudorosos veranos madrileños-, ofrece unas vistas magníficas sobre las azoteas de Madrid.

Jorge Calvo transmite determinación, claridad de ideas y de conceptos. Se nota que lleva mucho tiempo en su sector, y que la posición que hoy tiene la ha conseguido andando hasta el último paso del camino, sin renunciar a nada pero peleando por todo.

Su conversación, amena y fluída, nos lleva por caminos muy distintos, a priori impensables, cuando se trata de hacer una entrevista “sobre Mac”. Su despacho, de paredes despejadas y superficies no tanto, muestra un PowerBook Titanium, cintas de vídeo apiladas, discos de música, es… lo que se entiende por un “entorno creativo” 😉

El desayuno de los campeones creativos en MadPix

Este es un extracto de nuestra charla.

¿La publicidad está saliendo de la crisis?

La publicidad es lo primero que se elimina en épocas de crisis y lo último que vuelve. Eso en una crisis puntual. Pero ahora hay otro tipo de crisis. Antes se hacía aqui todo, ahora no es necesario, ya que lo puedes hacer en un ordenador personal. Entonces las cifras cambian.

En sitios como Mad Pix, a medida que la publicidad se retira, vas destinando las máquinas grandes al cine y a la publicidad de élite, que cada vez es más pequeña. No es que todo se pueda hacer en un PC de casa, pero si una empresa que ha invertido cien o doscientos millones en máquinas. Si yo quisiera empezar ahora, y comprar todo lo que tengo aquí, tendría que poner mil millones encima de la mesa. Empresas como la mia sólo hay dos más en Madrid y otras dos o tres en Barcelona.

Jorge Calvo, al fondo, trabajando sin saber que le van a hacer una foto 😉

¿En qué estás trabajando ahora?

En cine estamos ultimando los efectos de “Buen Viaje, Excelencia”, la película de “Els Joglars” sobre los últimos años de Franco, con “Héctor”, de Gracia Querejeta, estamos en fase de rodaje y tenemos otro para de cosillas más por ahí. En publicidad estamos, entre otras cosas, en pleno trabajo con un spot de Trinaranjus, que será muy notorio, que acabamos de rodar en Argentina y del que no puedo hablar más. En televisión acabamos de rehacer la imagen de la 2 (la segunda cadena de TVE) que se empezará a emitir en breve.

Y ¿por qué rodar en Argentina?

Pues hay dos razones principales… una que allí ahora es verano 😉 y otra es económica. Evidentemente, con la crisis, haces mucho más con el mismo dinero allá que acá.

¿La publicidad es un círculo de amiguetes que se reparten el pastel?

Para nada. La publicidad es un negocio muy cruel y muy duro. Te la tienes que jugar en cada cliente. Llevar la bobina con los trabajos, competir contra otras productoras, ajustar al máximo los precios.

La publicidad no es como el cine. Aquí no vale eso de “la película no ha gustado porque es muy personal” o justificaciones de esas. Si un anuncio no provoca que el producto se venda (por decir una cifra) un 20% más, la agencia ha perdido un cliente. Si la agencia considera que la productora se ha equivocado, la productora se queda sin agencia, y si la productora considera que la postproducción no ha sido adecuada, pues la empresa de postproducción no vuelve a trabajar para esa productora. Así es la cadena en caso de fallo ;-).

Es un negocio de ir a degüello con las oportunidades. Y en cada trabajo hay que demostrar que eres el mejor. Y si, después de todo, el de enfrente cobra un euro menos, pues se van con el de enfrente sin volver la vista atrás.

El Telecine en condiciones óptimas de iluminación… ¡para la foto!

¿El año se presenta bueno publicitariamente hablando?

Pues la respuesta corta es no. Este va a ser un año duro. MadPix ha conseguido este spot, que es de lo poco que se está haciendo ahora con grandes medios, y no se cuántos de esta dimensión se van a rodar este año. Pero si hay ganas de hacer cosas. Ganas de que se acabe la indecisión de si va a haber guerra o no. El mercado lleva tiempo parado, y yo soy moderadamente optimista.

El negocio publicitario en los ochenta y principios de los noventa era enorme. Se gastaba mucho dinero en publicidad. Luego llegó 1992 y 1993 y el mercado se hundió de repente. Volvió a resurgir, pero no llegó a las cotas anteriores. Cada vez que viene una crisis, el mercado se recupera pero no alcanza el nivel anterior. Y ahora pasa eso. Hay más negocio pero no tanto como antes de la crisis.

A mi lo que me gustan son los efectos visuales… ¡qué más da que sea para una película de cine o publicitaria! Los presupuestos de publicidad no son los del cine. En la publicidad tienes más operatividad y más medios. Pero también es más banal. En el cine hay otra dimensión, hay un mensaje, no es para vender inmediatamente… todo es más tranquilo.

El presupuesto para efectos de algunos anuncios de publicidad es mayor que el total de algunas películas de cine.

¿Y el cine, está en crisis?

Un productor español me comentó que ésta es la peor crisis que ha visto en el cine español. Hay quien dice que este año se van a hacer 40 ó 50 películas. El año pasado se hicieron más de 100. Ha habido películas de más de 1.000 millones de coste que no han tenido ningún éxito de taquilla. Y esto ha tenido repercusión en muchas otras cosas. Me decía un jefe de producción que lleva ocho meses sin trabajar y jamás en su vida habia estado tanto tiempo en paro. Efectivamente, el cine siempre está en crisis, pero este es un momento muy duro.

Pero, por ejemplo, Mortadelo y Filemón está cumpliendo las expectativas…

…Y mucho más allá de las expectativas más optimistas. Una cosa que se ha hecho muy bien en esta película es la campaña de publicidad. Es algo que en España no se suele hacer. Mortadelo y Filemón te lo encuentras en todas partes (en los telediarios, en los periódicos,…) así que todo el mundo sabe que esa película se ha estrenado, y por eso van a verla.

Pero si tu vas al cine, y te encuentras con películas españolas de las que no has oido hablar, y sólo tienes el cartel… pues es normal que no entres y veas una película americana de la que conoces el argumento.

Tienen que tener claro que todas las películas que se vayan a estrenar necesitan un presupuesto x para publicidad, que además lo gestione una empresa especializada en marketing cinematógrafico.

En una empresa como Mad Pix, de lo que hay que saber es de integración de sistemas, porque aquí conviven todos ¿no?

Aqui básicamente hay máquinas basadas en Unix que están funcionando 24 horas, también hay PCs y hay Mac, aunque los Mac están en departamentos que si se estropean y dejan de funcionar un dia, no pasa nada.

Jorge Calvo, con gorra azul, ejerciendo de Supervisor de Efectos Especiales durante el rodaje de Hable con Ella

Háblame de tu empresa Mad Pix

Yo estaba trabajando en la productora Molinare, utilizando una máquina que se llama Inferno. Para que entiendas mi trabajo: Molinare alquilas salas de postproducción, llega un productor (sobre todo de publicidad) y dice: tengo que hacer el spot de la empresa x, viene con todo rodado (normalmente de aquella manera) con prisas, etc.

Yo cada vez más era más consciente que me necesitaban en el rodaje para plantearlo, para organizarlo de forma que después funcionara. Me encontré que estaba dando un salto cualitativo: de ser un mero operador en la máquina con el croma, a formar parte de una profesión que en España prácticamente no existe “Supervisor de efectos visuales”. De forma que ya no estás tanto delante de la máquina, sino que vas al rodaje, planteas cómo se rueda, cómo colocar el croma, si algo se va a resolver en 3D, etc.

En este punto, yo quería ser freelance (estar en la máquina y también estar en el rodaje) encargarme de proyectos más que estar por horas en una sala sin saber qué es lo siguiente que va a venir. Ten en cuenta que estas máquinas son carísimas, y el tiempo de sala también es muy caro: el trabajo con estas máquinas cuesta de 105 a 115 mil pesetas la hora.

Un spot sencillo, con pocos efectos, lo normal es que ocupe una o dos jornadas completas. Y eso cuesta entre uno y dos millones de pesetas. Ahora con la crisis, hay que bajar precios y no es fácil, porque además de los precios de las máquinas hay muy poca gente que las maneje, y tienen sueldos muy altos.

Una empresa catalana, que se llamaba “En Efecto”, me llamó porque querían montar una delegación en Madrid. Pero yo quería montar una empresa que fuera diferente, que no fuera solo alquilar máquinas caras, sino donde pudiéramos hacer proyectos completos. Me propusieron poner una máquina sencilla (Flame, que “sólo” vale 60 millones de pesetas), para hacer los trabajos de cine que salieran en Madrid y después pasarlos a limpio en Barcelona, que es donde estaban las máquinas más potentes.

En total estuve de freelance como un mes; había mucho trabajo porque a la gente le gustaba mi forma de trabajar, no era simplemente alquilar una máquina y estar metido en una sala doce horas, sino que se trataba de llevar el proyecto desde el principio.

El primer local que alquilamos para la nueva empresa (lo que ahora es Mad Pix) no lo llegamos a ocupar (y perdimos el millón de pesetas que dimos de adelanto del alquiler, por cierto) por pequeño, porque nos pedían que pusiésemos más y más máquinas, por ejemplo el Telecine (que no es sólo la máquina, sino la gente que la maneja). En aquél momento no tenía a nadie que manejara la máquina, y de repente me encuentré con uno de los dos mejores operadores (se me ponen los pelos de punta de recordar las casualidades de la vida) que me dice: “Jorge ¿no estarás montando nada, verdad? porque yo me voy contigo donde sea”. Yo me quedé alucinado. Se corrió el rumor de que estaba montando algo y la gente se me ofrecía, básicamente porque les gustaba el planteamiento que estaba haciendo del negocio.

Así que nos tuvimos que ponernos a buscar local para meter las máquinas (cada vez que las renovamos hay que tirar el muro de la calle, meterlas con una grúa -¡es un quinto piso!- y reconstruir el muro), encontré este y me lo quedé.

Realmente me gustaría poder llevarme la empresa fuera de Madrid, pero no puedo, porque las agencias valoran que estés a mano y que sus creativos no tengan que perder tiempo yendo y viniendo, además está el coste de la mensajería…

El caso es que pasé de estar en una máquina supervisando efectos con un ayudante, a, en tres meses, ser veintitantos y en un año 40. Facturamos 600 millones el primer año, cuando pensábamos que el mejor escenario serían 70.

Me convertí en un director general puro y duro, liado con proveedores y las historias de la gerencia, muy lejos del trabajo real. Un día, un director con el que trabajaba desde hacía tiempo se mosqueó conmigo y me dijo que no estaba haciendo nada en la película, que estaba todo el día metido en mi despacho y nada más (bueno, si, cobrando ;-))… aquello fue un toque de atención. Y encima me estaba aburriendo muchísimo.

En el 2000 llegaron unos alemanes y me ofrecieron comprar mi participación, como parte de la operación por todo el grupo “En efecto”. Yo no quería, porque no quería perder el control de la empresa, ser parte de una multinacional donde sólo imperan los números y no la calidad o la diversión en el trabajo. Al final se hizo la operación y acabamos siendo parte de una alianza de empresas como la nuestra por toda Europa y EE.UU., (Bélgica, Inglaterra, París, Roma, Los Ángeles)… Laboratorios, distribución de cintas, producción de animación en Corea, y una en Gerona que desarrolla una serie que están vendiendo a la TV, desarrollo de software en Barcelona y en Montreal, software de animación… un monstruo de empresa, vamos.

Yo estaba empezando con “Hable con Ella” (Pedro Almodóvar), entre otras películas, y decidí quedarme con el departamento de cine, junto con un grupo reducido de personas. Se contrató otra persona para llevar la publicidad y otra persona que llevara el grafismo para televisión.

El grupo alemán empezó a ir mal, y finalmente la empresa ha vuelto a capital español. En esta nueva etapa la empresa vuelve a concentrarse y apuesta de nuevo por la calidad y el trabajo personal, por lo que he vuelto a asumir la dirección general, y estoy formando un equipo del que estoy muy orgulloso y con el que vamos a hacer grandes cosas. Esta vez, además, contaré con más apoyo en la gerencia, para descargarme de todo ese dia a dia que tanto me aburre (tema financiero, compras, proveedores, etc.) Eso me dará tiempo para estar más cerca del trabajo que me sigue apasionando: la supervisión de efectos visuales.

Nuevamente Jorge, esta vez rodando en plató

Ok. Ahora hablemos de ti… ¿Por qué eres maquero?

El primer ordenador con el que empecé en el tema gráfico fué un Amiga 1.000 (allá por el 80 y tantos, en Nueva York), con un programa que se llamaba DeluxePaint, y que me fascinó. Durante muchos años pensaba (como todos los “amiguistas”) que los PC’s eran para oligofrénicos oficinistas y los Macs para diseñadores mariquitas.

Aunque llevo toda la vida con ordenadores, no soy un “cocinitas” de los ordenadores, soy incapaz de ponerle RAM. Me gusta lo que haces con el ordenador más que el ordenador en si, la potencia que tienes. El Mac acabó fascinándome por la fácil y lo intuitivo que es. Recuerdo un amigo que utilizaba un “Amiga”, me decía que me iba a parecer lento -y era verdad, entonces el Mac comparado con un Amiga, era más lento y menos potente-, pero se veía mejor, tenía más resolución y era más estándar.

Ten en cuenta que yo mezclaba imagen real con vídeo en el ordenador, alrededor del año 1987. Ese ordenador, con unos pixels como pelotas de golf, te lo mezclaba todo y hacía cosas graciosas; en aquella época, el Mac o no tenía color o acababa de salir. Y era acojonante. El Amiga tenía también un sistema basado en UNIX y podías hacer líneas de comando, o sea que para mi lo más parecido que hay en el Mac es ahora, más de 10 años después. No se si estoy diciendo una barbaridad informática, pero realmente el salto es muy grande, tienes imagen de video a tiempo real aunque sea comprimido, mucha más calidad.

Yo grababa mis vídeos en el Amiga allá por el año 87 con un mega de RAM. Una máquina magnífica desarrollada para gráficos exclusivamente.

¿Crees que el Mac tiene futuro?

Si. Yo creo que está floreciendo. A la gente le gusta. A mi como usuario, para mi casa, lo tengo claro, iMovie, iDVD… va a ser muy difícil que alguien me convenza que para mi casa me compre un PC espantoso… y del Amiga para qué hablar.

El otro dia hice la prueba, me fui a casa de un amigo que tiene una red de PCs, enchufé el Mac y vi todos los Pc´s por sus nombres, navegué por sus discos duros, etc… mi amigo estaba alucinado, flipando en colores. Y ahora que, además, tiene UNIX, a mi me encanta.

¿Qué le falta al Mac para convertirse en una opción seria?

Dicen que las tarjetas de PC son más potentes que las de Mac, ¿es verdad?, no lo sé con seguridad. Apple lo está haciendo bien, en su stand en la feria IBC todo era vídeo, vídeo, vídeo… FinalCut Pro, Shake, iMovie, iDVD.

A nivel personal se lo está llevando de calle, yo por lo menos es lo que uso. A nivel profesional, depende de como lo haga Apple. Shake, a lo mejor, al final acaba siendo una especie de compañero de FinalCut Pro para hacer películas en casa un poco más enrolladas.

¿Crees que ha sido un buen tanto para Apple comprar Shake? ¿O el que usa Shake va a pasar de Apple y de Shake?

Hablando con un miembro del equipo original de Shake, me dijo: “Los profesionales de esto no lo están recibiendo tan mal como esperábamos”, esperaban que los iban a mandar a tomar vientos en todas partes, diciendo Shake ahora es “pa” nenas.

En las discusiones de grupos profesionales, a veces alguien saca el tema: “El Shake se ha acabado y ahora es para los mar*****itas de Apple” y le contestan “pues yo tengo un Mac y funciona perfectamente y no se de qué estás hablando”. Hay gente que lo usa, y aqui lo voy a probar y tener un par de Shakes sobre Mac. Apple, que nunca me prestó atención cuando les hablaba de utilizar sus ordenadores en un entorno profesional, han pasado de decir “Perdona ¿de qué sector estás hablando?… ¿Cómo?” a venir a mi despacho muy interesados.

Otra cosa que están haciendo bien es que están manteniendo los distribuidores de Shake, que son gente profesional, y Apple sabe que se no se pueden meter en un mercado que desconocen, y más en Apple España que son cuatro gatos.

Un ejemplo de las diferencias entre lo que se rueda y lo que vemos en la pantalla

Esta claro que las dos máquinas que tienes aquí con Shake, son dos máquinas que ha vendido Apple que no habría vendido de otra manera.

Si, y la gente se fija en lo que hacemos. Hay un proyecto con una escuela de cine, el “Instituto de Efectos Visuales”, que nació de la necesidad de formar gente aquí. Y vamos a dar un cursillo de Shake. Va a ser un curso de grupo muy reducido, unas ocho personas, y de media jornada, para que se pueda sacar todo el jugo posible.

Tampoco te voy a negar que los usuarios de Shake de mi empresa (que lo usan sobre PC), cuando han visto el programa instalado en un Mac, lo han probado y me han dicho “Funciona mejor sobre PC” y han seguido con el rollo de siempre. Pero en esta nueva etapa quiero potenciar los programas más baratos. Ofrecer alternativas a los Inferno, Flame, etc. porque sólo la actualización de los programas es capaz de hundir a una empresa (puede llegar a los 20 millones de pesetas de las de antes). Y encima (la actualización) no es un valor añadido, es simplemente una necesidad para seguir al día. Imagínate la cantidad de ordenadores y programas que puedes comprar con todos esos millones.

Para que tengas una idea, la hora de Inferno vienen a ser unos 600 euros, y con ese dinero pagas una jornada de Shake.

¿Va a tener alguna incidencia en el campo profesional la existencia de Maya para Mac?

Hay mucha reticencia en el mudo profesional. Están todavía digiriendo el paso a PC’s. Hay pequeños estudios que están empezando a hacer cosas potentes, pero los profesionales en general, todavía no han dado el paso, todavía ponen una sonrisa condescendiente cuando les mencionas el Mac. Yo tampoco puedo forzar a la gente a que cambie, me debo a la productividad de la empresa.

A nivel personal lo tengo muy claro. Los PCs me parecen unos cacharros espantosos, complicadísimos y dificilísimos. El Mac es sencillo y bonito y en mi casa tengo cuatro Macs. Pero en el trabajo no puedo.

En una lista leí que se rumoreaba que Maya iba a dejar de fabricarse para Windows, que la siguiente versión iba a ser para Mac y Linux.

Puede ser. Ahora Mac OS es un sistema basado en Unix, que es un sistema operativo serio (Windows no es un sistema operativo serio ;-)). Los sistemas operativos de Mac anteriores a Mac OS X, eran más estables que los de Windows, pero no había modo de tener seguridad. Sin embargo, a través de Unix tienes una seguridad y una potencia, que antes era impensable.

¿Y ese rumor de que Silicon Graphics va a dejar de fabricar máquinas?

¿Cuántos años llevamos diciendo que Silicon Graphics va a desaparecer? Nosotros trabajamos con una importante base de máquinas de Silicon Graphics, no hay nada que iguale la potencia de proceso que tienen estas máquinas. Imágenes a tiempo real en muy alta resolución. Si es verdad que en nuestro campo ha perdido un sector que era intermedio, ahora está en el sector alto, sobretodo. Pero han entrado en otros campos: en departamentos de diseño de coches, en medicina, simuladores de vuelo… y no te ovides del ejército, que ha sido el motor de la revolución en el mundo de los gráficos con ordenador. No acaba nunca de morir.

Otro de los temas de moda es el de “el cine en casa”. En la dialéctica entre pantallas de plasma o videoproyectores, tú te decantas claramente por el segundo. ¿Por qué?

El proyector, la verdad que es impresionante, y encima es mucho más barato que los monitores de plasma que compra la gente. Básicamente necesitas el proyector y una pared blanca y ya puedes ver películas en un tamaño que la gente que utiliza televisiones planas ni siquiera puede imaginar.

¿Y no interfiere, por ejemplo, el ruido del ventilador del proyector?

Hace un poco de ruido, desprende calor y no es lo ideal; en realidad, cualquier televisión de tubo tiene mejor contraste, e incluso las últimas de plasma se ven muy bien. Lo que pasa que tiene cosas que me gustan, por ejemplo que es una proyección, no es tubo y se parece más al cine. Aunque la calidad de la imagen no sea la óptima, se ve lo suficientemente bien para que la calidad no te distraiga.

Se ve estupendamente si lo comparas con un televisor que vale 5.000.000 de pesetas y el proyector vale 300.000 ptas. Por ese precio está claro que no será tecnología “superpunta”, pero hay televisores de un millón o más que no se ven mucho mejor que la calidad que da mi proyector, tal vez un poco más de contraste.

¿En tubo o en pantalla?

La experiencia de una película vista en ese tamaño es insuperable, porque en el cine, el tamaño importa, e importa mucho. Una de las primeras películas que vi “en la pared de mi casa” fue “City of Angels” de Meg Ryan y Nicolas Cage, que tiene muchos planos en las azoteas. Poder verlo en tamaño gigante te transmite algo que en un televisor no captas. Definitivamente, no es lo mismo.

De todas formas este sistema no es perfecto, tiene varios inconvenientes, pero a mi es la experiencia que más me gusta.

La impresión que saqué del SIMO sobre los tubos de plasma es que es el boom de este año.

Si, pero está mucho más cerca del televisor convencional que del proyector. Mi proyector tiene dos años, tiene muchísima más potencia, menos ruido, se puede poner en el techo… También tengo un buen televisor Trinitron y veo la televisión ahí. Por ejemplo “Twin Peaks”, lo veo en la tele, porque está pensada y hecha para televisión. Cuando estás haciendo cine y participas en el proceso, ves que lo pasa, por ejemplo, con “El amor perjudica seriamente la salud” en telecine. En EEUU lo quieren en 4/3…, pues ¡es un horror! Porque Manuel Gómez Pereira cuida mucho los encuadres, y le saca mucho partido al formato anamórfico (1:2,35). Si la escena tiene a Penélope Cruz y Gabino Diego, es porque está encuadrado así. Mientras que en telecine primero enfocas a uno y después al otro, estás pensando en la composición, es pintura… todo tiene que ver con el tamaño al que se va a ver el resultado final. Cuando conoces el resultado sabes cual es la herramienta más adecuada. Una pantalla de plasma no es una herramienta para ver cine.

¿Pero llegará a serlo?

Yo creo que no, pero es una herramienta que está ahí. Hay personas que les gusta que su teléfono tenga música, que sirva como ordenador… Cada herramienta tiene su función y cada persona le encuentra su uso. Para ver cine, a mi lo que me gusta es una pantalla grande y va a ser muy dificil que yo me compre una pantalla de plasma hasta que no tengan tres metros de ancho y aún así es posible que prefiera proyectarlo en una pared o en una tela. Habrá gente que le guste y habrá gente que no. Igual que mucha gente compra PC y yo no, yo tengo un Mac. Pues igual, habrá gente que prefiera pantalla de plasma, pero yo tendré un proyector.

El proyector impresiona más…

Con el proyector te metes en la película, y tienes una experiencia emocional. Una pantalla de plasma es imposible que te absorba. ¿Te gustan las pantallas de plasma? pues cómprala, pero que no te la quieran vender como que es “purismo” y que es como el cine, porque no. Yo soy profesional del cine y no estoy de acuerdo.

Incluso venden los monitores con los bordes plateados, que no hay cosa peor para ver una película. Con el proyector, la mayoria de las películas tienen bandas arriba y abajo (por el formato cine), pero esas bandas, con la luz apagada se pierden. Pero con la tele de bordes plateados, lo único que consiguen es reforzar la presencia de las bandas, recordándote constantemente que estás viendo la televisón. Si lo pensaran bien, volverían al negro, ya que con la luz apagada el marco desaparece y te olvidas de las bandas.

La conversación dió para mucho más, pero esa es otra historia que os contaremos otro dia, probablemente alrededor de una chimenea y con una buena dosis de graduación alcohólica en el cuerpo ;-).

Muchas gracias a Jorge Calvo por cedernos su tiempo, resistiendo los mensajes conminatorios que le llegaban por teléfono y en persona, para que atendiera a otras obligaciones. Sin duda que en próximas fechas volveremos a hablar con él para que nos cuente novedades del convulso mundo audiovisual español.