La innovación, a juicio en la WWDC

En algo más de un mes, Apple va a presentar dos nuevas versiones de sus sistemas operativos: iOS 7 y OS X 10.9 en la WWDC. En estos momentos, toda la atención está puesta en ambas piezas de software por diversas razones, y una de ellas son las novedades que incluirán ambas y cómo serán tildadas de “innovación” cuando se está acusando a la compañía de Cupertino el haber perdido este liderazgo (el incluso, el tren) tanto en la tecnología móvil como en los ordenadores de escritorio.

Sin embargo, nadie explica muy claramente qué significa “la innovación” y todo se reduce a la capacidad de generar un efecto “¡Wow!” cuyo impacto inicial puede ser muy llamativo, pero su valor real para el usuario final puede ser poco o ninguno.

La RAE define innovación como “Acción y efecto de innovar” además de “Creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado“. Al respecto de innovar, como verbo y en su primera acepción, se define como “Mudar o alterar algo, introduciendo novedades“. El concepto presentado por la Real Academia Española, es algo escaso, y quizás deberíamos ampliar el concepto con la definición de la Wikipedia:

Innovación significa literalmente “novedad” o “renovación”. La palabra proviene del latín innovare. En el uso coloquial y general, el concepto se utiliza de manera inespecífica en el sentido de nuevas ideas e inventos y su implementación económica. En el sentido estricto, en cambio, se dice que de las ideas solo pueden resultar innovaciones luego de que ellas se implementan como nuevos productos, servicios o procedimientos y que realmente encuentran una aplicación exitosa imponiéndose en el mercado, a través de la difusión.

Esta definición un poco más amplia nos deja tres conceptos claros:

  • Que la innovación está inequívocamente relacionada con nuevas ideas e inventos.
  • Que esas nuevas ideas o inventos se aplican a algo que se distribuye de forma amplia en el mercado.
  • Que tienen éxito y se imponen en el mercado a través de la difusión.

Quizás este tercer punto es el más importante de la definición de innovación, has que cuando se presenta una nueva idea o producto, en una primera ronda todo lo que se puede decir del mismo son valoraciones subjetivas sobre su valor como innovación. Muchas empresas de tecnología, por ejemplo, lanzan nuevos productos que son considerados como innovaciones pero que en realidad no son más que novedades que no acaban cuajando entre el público por diferentes motivos, entre ellos, la complejidad de su uso.

Así, a la innovación se le añade una cualidad intrínseca, y es que a pesar de lo complejo de su funcionamiento, debe solucionar o añadir una novedad que resulta útil al usuario, genera una nueva expectativa y es simple de utilizar. Tan simple que su aceptación e integración ante el público general es inmediata porque esa pieza del puzzle se coloca de forma natural y sencilla entre sus expectativas.

Pero pongamos un ejemplo.

Hace ya algunos años, cuando la electrónica de consumo empezó a integrarse en los televisores, surgió una novedad que permitía colocar una ventanilla con un programa de televisión sobre el programa que estábamos viendo. Esto permitía seguir dos programas a la vez, la mayoría de las ocasiones, para evitar la publicidad pero mantener el control sobre el programa que estábamos viendo a la espera de que terminara esa larga sesión de anuncios. Esta novedad, que podría parecer muy útil, desapareció de los televisores (prácticamente es complicado encontrarla en los televisores modernos) por una razón muy sencilla: no se utilizaba. ¿La razón de ello?: a pesar de que era muy simple, su implementación, es decir, la forma de generar esa segunda imagen estaba enterrada en complejos mandos a distancia (que siguen existiendo hoy) y que la mayoría de la gente no utiliza. Así, algo que podría ser útil dejó de serlo por que simplemente no resultaba intuitivo hacerlo y no se utilizaba. Y se dejó de incluir.

El problema adicional a una novedad que falla es el coste de su investigación y desarrollo además de los costes de implementación, fabricación y márketing. Una novedad es un excelente argumento de venta, pero si falla, supone un importante coste a la empresa que la ha creado, de forma que es muy importante decidir y definir que novedades se integran en un nuevo producto con la seguridad de que van a tener éxito y no van a pasar desapercibidas o incluso criticadas por un comportamiento defectuoso: es decir, simplemente no funcionan o no solucionan los problemas que pretenden arreglar y crean además otros nuevos.

Por estas razones, es muy importante decidir y definir qué novedades se incluyen en un producto y como deben funcionar para satisfacer al público al que están dirigidas. Esta parte es muy importante, porque hay muchas empresas que utilizan productos a medio cocinar para generar titulares y crear una falsa percepción de innovación con productos y servicios que parecen tener un importante factor ¡Wow! pero cuya realización es pobre o su utilidad, muy limitada. Este caso se da de forma bastante recurrente en el mundo de la electrónica de consumo, en el que se muestran tecnologías que tienen poco valor como tales, pero que se utilizan para generar simplemente una inercia en los titulares de prensa que no refleja la realidad del producto final.

Un ejemplo de cómo la innovación se estrelló por culpa de una mala realización fue Iomega. En 1995 lanzó al mercado su unidad ZIP y revolucionó completamente el mundo del almacenamiento con sus discos de 100 MB que además de tener un tamaño discreto para la época eran muy fiables frente a las unidades Bernoulli de apenas 40 Mb y un tamaño y fragilidad enorme. Iomega quiso dar un paso adelante con las unidades Jazz, de 1 GB de tamaño, pero se estrelló con una tecnología de pobre funcionamiento y espantosa fiabilidad. Al final, una innovación que la podría haber colocado como líder en almacenamiento extraíble durante las dos siguientes décadas se convirtió en una debacle conforme otros sistemas de almacenamiento no solo la desbordaron por un precio más ajustado por MB almacenado, sino también porque la fiabilidad en cuanto a gran volumen de almacenamiento era mucho mayor.

Este es un claro ejemplo de como una novedad puede convertirse en innovación, pero para seguir generando innovaciones en el mercado no solo hay que tener la voluntad de hacerlo, sino que hay que hacerlo bien y traspasar los límites de la tecnología del mercado ofreciendo al usuario final, que es el que decidirá la implantación de la misma, una fiabilidad a toda prueba y una innata sencillez de uso.

En la electrónica de consumo, el objetivo de una novedad es generar una diferencia cualitativa y cuantitativa al respecto de un mercado o un producto y a cómo es tratado ese mismo mercado (si existe, incluso) por la competencia. Un ejemplo claro de innovación es como el iPhone original revolucionó el mercado de los teléfonos móviles en 2007 y esa innovación, compuesta de muchas y muy diferentes novedades y tecnologías aplicadas, es el ejemplo del panorama de la telefonía móvil actual. Sin embargo, este tipo de hitos no son frecuentes debido a la importancia, el trabajo y los costes para un desarrollo así, por lo que no son continuos, no al menos en la frecuencia en la que “los mercados” lo solicitan.

Este es sobre todo el mayor problema de aquellos que se dedican a la investigación y desarrollo de novedades que pueden convertirse en innovaciones: la frecuencia. El reloj de  los departamentos de I+D está totalmente desincronizado con el de “los mercados”. No específicamente con el del usuario, sino con el de “los mercados”, que esperan que el movimiento del consumo, jaleado por las novedades, genere un volumen económico que les permita seguir ganando dinero. Así, su inmensa maquinaria hace presión sobre las empresas y favorece a aquellas que con más frecuencia generan ruido al respecto de novedades aunque estas tengan un valor intrínseco casi nulo para el usuario final y acaben siendo retiradas  o eliminadas por el fabricante.

Cuando Apple presente sus próximas versiones de su sistema operativo, habrá que examinarlas con cuidado para definir que será novedad y que se va a convertir en innovación. La compañía de Cupertino trata estas características como si fuera un florete: un arma simple y sencilla pero mortal, diseñada para elegir una vulnerabilidad en el contrincante y acabar con el con una única estocada certera. Sin embargo, elegir ese punto es extraordinariamente difícil y aunque tiene una larga experiencia en estos duelos, primero tendremos que ver la calidad del florete y si tiene la punta tan afilada como en su momento la tuvo iOS, el iPhone, el iPad o OS X.

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SINNICK
SINNICK
10 years ago

Puede decirse también, que menudo la innovación solo es la adaptación de lo nuevo al mercado y en función del mercado, sobretodo eso.
Los humanos necesitamos que se innove pensando en los humanos, que se diseñe para la gente, para la mayoría y no para la mercancía ni para los consejos de administración.
Hasta ahora se ha hecho así, y el desastre es incontestable, los países más desarrollados tecnológicamente, han hundido a la mayor parte de su población en la miseria y el paro.
El concepto de mercancía como motor, está llevando a la humanidad al desastre y a producir fetiches tecnológicos que solo generan estupidez.
La misma estupidez que considera obsoleto un iPhone 4 tan pronto aparece el 5.
Aquí solo gana el fetichismo …de la mercancía, del diseño, …de la moda.
Cabe preguntarse, novedades …para qué? y porqué se innova más en productos que nos hacen dependientes en lugar de independientes y que a menudo nos fulminan el sueldo?
Porqué algunos están tan nerviosillos porque no se sabe nada cierto del Iphone 6 o del iPad 5 …por ejemplo.
No será que muchos son fetichistas claramente enfermizos?
Determinados conceptos de innovación, los marquetinianos sobre todo, no dejan de ser torpedos ideológicos de un sistema que hace aguas por todas partes y que solo se orienta a la mercancía y que también a nosotros nos considera mercancía.
Por otra parte, en los foros tecnológicos -y hablando en general- está muy mal visto hablar de “política” y menos de “ideología” (que son lo que afecta a la gente), pero en la práctica se transmite en esos foros, adoctrinamiento político e ideología por un tubo, ladinamente, disfrazadas de tecnología e “innovación”.
WOW! …la de goles que nos meten por estúpidos y lo atontados que nos estamos volviendo discutiendo lo que es realmente la innovación y para que sirve.

SINNICK
SINNICK
10 years ago

El reloj de los departamentos de I+D está totalmente desincronizado con el de “los mercados” …se ha dicho.
No creo que sea cierto, los departamentos de I+D solo son meros lacayos de esos mercados.
No vamos a ser tan ingenuos de pensar que trabajan para el “usuario” final, el “usuario” final solo es un bolsillo que paga.
El problema de los que se dedican a la investigación …incluso las universidades, es que trabajan para la mercancía, para las necesidades de las empresas. Su contacto con el ciudadano es, actualmente, practicamente nulo o despreciable.

Yules
Yules
10 years ago

Marededeu.

autoy
10 years ago

De lo mejor que he leído por aquí, gracias Carlos.

wenmusic
10 years ago

Muy bien, coincido plenamente.

--472636--
--472636--
10 years ago

Apple siempre utiliza el lenguaje según le viene no según su significado, IOS 7 (seguramente con 200 nuevas mejoras que nadie ve) OS X Mountaiñ Lion ( Con otras nuevas 200 mejores que seguiremos sin ver) .. INNOVACION?? jeje.

oldmac
oldmac
10 years ago

Que buen artículo!
Me hizo pensar que cualquier idiota de marketing dice que su producto es innovador y quieren vendernos infinidad de cosas bajo este argumento y en realidad hay tan pocos productos que realmente lo sean.
Y oh! me recordó que yo fui uno de los que gastó una fortunita en el Jazz !que tiempos! Por ahí siguen esos discos uff!
Felicidades

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