¿Y este iMac a qué viene ahora?

La poco predecible Apple lo es cada vez menos. Cogerle el estilo de gestión a Cook va a ser una tarea que va llevar cierto tiempo conforme sus decisiones vayan tomando forma en nuevos productos, servicios y estilos de gestión de la empresa. Este nuevo iMac es parte de esa estrategia de Apple que solo empezamos a vislumbrar durante la WWDC y que va a llevar tiempo poner en perspectiva.

La pregunta es muy sencilla ¿Qué hace este Mac aquí? Sus características no son las óptimas si lo miramos desde la perspectiva del usuario de Apple. Con un procesador Core i5 de doble núcleo a 1,4 Ghz, 8 GB de memoria, disco duro de 500 GB a 5.400 rpm y tarjeta gráfica Intel HD 5000, las especificaciones de hardware de este modelo son bastante discretas para ser sólo 200 euros más barato que el modelo superior, que cuenta con un Core i5 de cuatro núcleos a 2,7 Ghz, 8 GB de RAM, 1 TB de disco duro y una gráfica Iris Pro de Intel, que ya permite ciertas alegrías al menos para algunos juegos.

¿Es este procesador adecuado para ejecutar OS X correctamente? Una versión a 1,3 Ghz del anterior procesador está instalado en los MacBook Air, por lo que el rendimiento bruto debería ser similar, si obviamos el hecho de que el problema del almacenamiento, representado por un disco duro mecánico a 5400 rpm es lo que va a penalizar esta unidad. Si Apple hubiera puesto en lugar de este disco la misma versión de disco que coloca en los MacBook Air, a pesar de la limitación de espacio, esta máquina rendiría muchísimo más de lo que va a rendir. Los usuarios del MacBook Air saben perfectamente la importancia que marca el almacenamiento PCIe frente a discos tradicionales SATA o incluso SSD SATA.

Hay un problema adicional en toda esta estrategia y es Intel. Aunque el nuevo iMac porta un procesador relativamente reciente, el i5 4260U lanzado por Intel durante el segundo trimestre de este año. El procesador no está en la línea de lo que se espera de Intel: con numerosos retrasos en la siguiente generación de procesadores con nombre en código Broadwell, no solo la gama iMac está afectada por carencia de potencia adicional sino toda la gama de ordenadores de Apple conforme los usuarios esperan a comprar cuando se produzcan a las actualizaciones (especialmente cuando se trata de mercado prosumer y profesional). No es solo Apple la afectada, el resto de fabricantes también tienen que vender sus ordenadores y los retrasos a la hora de poder ofrecer nuevo hardware van a penalizar los resultados trimestrales… otra vez más.

Esa es una de las razones de la existencia de este iMac: si no se vende, hay que sacar algo al mercado que pueda cubrir beneficios mientras Intel se decide de una vez a lanzar los nuevos Broadwell. Dos opciones, máquinas caras para vender pocas con un alto margen pero a las que hay que añadir gran cantidad de extras (como pantallas retina, por ejemplo) o máquinas baratas, fáciles de fabricar, para vender muchas (y tratándose de Apple, con buen margen).

¿Implica esto que Apple se va a meter en la batalla de los ordenadores baratos? Creo que no. En 2008 Apple también lanzó una gama de portátiles discretos conocidos como “Los portátiles de la crisis” para tratar de mantener las ventas. Aquellos portátiles fueron diseñados (y con un precio más bajo) para una situación puntual, pero Apple no siguió con esa estrategia… Y es muy probable que haya en Cupertino una situación similar que haya disparado la existencia de este iMac.

Independientemente de los problemas de sus proveedores de hardware, está claro que el segmento de los ordenadores está en declive. Las ventas son cada vez menores y algunos fabricantes en el mundo Wintel lo están pasando mal o simplemente desaparecen porque ya no es negocio vender ordenadores. Y Apple quiere seguir vendiendo ordenadores por, más allá del consumo, las más variopintas razones. Entre ellas, los desarrolladores. Si Apple está realizando con iOS 8 y OS X 10.10 Yosemite un movimiento que puede calificarse como de apertura, tiene que ofrecer a aquellos que consideran la posibilidad de dedicarse al desarrollo para ambas plataformas un punto de entrada (o de prueba) barato que les permita iniciarse o probar las herramientas de desarrollo de Apple… Y Swift.

Hay un tercer punto, y es la entrada en las empresas. La mayoría de los ordenadores de empresa se dedican a tareas administrativas y este iMac cuadra perfectamente en esta categoría, junto con educación. Desde el punto de vista de un consumidor particular simplemente no sería la máquina adecuada, pero para navegar, procesar texto, recibir correo y en general, via administrativa, es más que suficiente. Para una empresa, el reducir 200 euros por máquina (que incluye teclado, ratón y pantalla) además de otras características de hardware integradas facilita notablemente la integración del iMac en una empresa cuando es necesario compra grandes cantidades y descontamos el IVA, que deja al iMac en 933 euros. No es una maquina barata si la comparamos con un PC de mercado, pero es una opción que está ahí y que habrá quien aproveche.

Desde luego, hay un motivo para este iMac. Eso está claro porque Apple no hace jugadas de este tipo con frecuencia ni sin razón, ni hace experimentos: hay quien aventura incluso que piensa retirar al venerable Mac Mini para darle salida a este iMac (poco probable) pero de momento las razones de este movimiento no están claras. Es la nueva Apple y va acostar cogerle el tranquillo.