La Vía Láctea, ¿un vecino problemático?

Investigadores franceses han descubierto la manera en la que la luz ultravioleta intensa procedente de estrellas en formación en la Vía Láctea dispersó gas de galaxias cercanas, impidiendo que se formaran estrellas.

El hallazgo es fruto del proyecto LIDAU («Luz en la Edad Oscura del Universo»), una colaboración de tres años de duración que trata de conocer mejor la evolución del Universo.

Sus investigadores Pierre Ocvirk y Dominique Aubert, del Observatorio Astronómico de Estrasburgo (Francia), explican en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society la razón por la que estas galaxias vecinas «se ahogaron», a diferencia de otros objetos más lejanos en los que continuaron los procesos de formación estelar.

Casi 150 millones de años después del Big Bang aparecieron los primeros astros, una época en la que la temperatura del hidrógeno y el helio que llenaban el espacio en estado gaseoso era lo suficientemente baja como para que los átomos de estos elementos fueran eléctricamente neutros. Al propagarse la luz ultravioleta de las primeras estrellas a través de este gas se descompusieron los pares protón-electrón que componen los átomos de hidrógeno, devolviéndolos a un estado de plasma por el que ya habrían pasado en los primeros momentos del Universo. Como resultado de este proceso, denominado reionización, se produjo una importante cantidad de calor y el gas se calentó tanto que escapó a la por lo demás débil gravedad de las galaxias de menor masa, imposibilitando los procesos de formación en estas últimas al carecer de la materia necesaria.

Se piensa que este proceso explica la razón de que existan pocas estrellas y de gran edad en las galaxias enanas satélite de la Vía Láctea. Las galaxias satélite también están relativamente cerca, a entre 30 000 y 90 0000 años luz de distancia, lo que implica que se pueden estudiar con gran detalle. Si se coteja la población de estrellas en cada galaxia con su posición podría llegarse a conocer mejor la estructura de la radiación emitida por las primeras estrellas de la Vía Láctea.

No obstante, hasta ahora los modelos de este proceso dan por hecho que la radiación que condujo a la eliminación del gas de las galaxias satélite se produjo de forma colectiva por todas las galaxias grandes circundantes, que generaron un fondo de lux ultravioleta uniforme. Los investigadores espaciales franceses han formulado su hipótesis nueva basándose en el estudio de cómo la «materia oscura» invisible, de la que se compone el 23 % del propio Universo, se estructuró con las estrellas de la Vía Láctea y las de su entorno desde poco después del Big Bang hasta la actualidad.

Pierre Ocvirk comentó: «Es la primera vez que en un modelo se tiene en cuenta el efecto en las galaxias satélite de la radiación emitida por las primeras estrellas formadas en el centro de la Vía Láctea. Al contrario que en modelos anteriores, el campo de radiación producido no es uniforme, pero se puede afirmar que se reduce al alejarse del centro de la Vía Láctea. Las galaxias satélite cercanas al centro galáctico pierden su gas por evaporación con rapidez. Forman tan pocas estrellas que puede que sean indetectables para los telescopios actuales. Al mismo tiempo, las galaxias satélite más remotas sufren de media una radiación más débil. Por lo tanto logran conservar su gas durante más tiempo y formar más estrellas. Por esta razón son más fáciles de detectar y parece que las hay en mayor cantidad.»

Para más información:

Observatorio Astronómico de Estrasburgo:

http://astro.u-strasbg.fr/

Fuente: Cordis

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Farangi
Farangi
12 years ago

Gracias por buscar y ponernos estas noticias, me ayudan a estar informado desde un único punto. Son cosas que me interesan.
Felicidades por Fac-Mac.

El Maquero etíope

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