La revolución de los smartphones y los tablet han permitido el acceso a internet desde cualquier lugar: en la calle, en la cama, en la sala de espera del siquiatra al que acudimos por nuestra obsesión con los vídeos de gatos… en cualquier lugar donde podamos acceder al teléfono.
Sin embargo, algo que internet no nos ha proporcionado es un mejor sueño. Un destacado investigador australiano ha avisado de que la luz generada por la retroiluminación de los smartphones y tablets pueden alterar nuestro reloj corporal. El profesor Shantha Rajaratnam de la Monash University dice que el efecto es aún peor cuando brillan cerca de nuestras caras, que es precisamente como sostenemos los teléfonos y tabletas.
“Creemos que la llegada de la iluminación eléctrica ha tenido un impacto significativo en nuestros patrones de descanso/vigila, pero con la proliferación de dispositivos electrónicos que emiten luz esperamos que esos problemas aumenten,” dice el profesor Rajatnam, de la Escuela de Psiquiatría y Psicología de la Universidad Monash.
Un estudio reciente en los Estados Unidos mostraba que dispositivos como portátiles, smartphones y tablets emiten aproximadamente entre 30 y 50 lux, casi la mitad de la luz que suele alumbrar una habitación estándar.
“Sabemos de informes previos que este nivel de emisión, entre 30 y 50 lux, es suficiente durante una semana más o menos para retrasar los procesos de reloj circadiano así como para suprimir la producción de la hormona melatonina” dice el profesro Rajaratnam.
La melatonida, que se produce cuando está oscuro, ayuda a regular y a coger el sueño. La gente que no tiene suficiente cantidad de esta hormona les cuesta más conciliar el suelo.
“La amplitud de la respuesta del reloj circadiano dependerá de cómo sea la luz de brillante- es decir, de lo lejos que esté el dispositivo de nuestros ojos- así como qué colores de luz se estén emitiendo”.
Según el Rensselaer Polytechnic Institute de Nueva York, la exposición a la luz de una tableta podría disminuir los niveles de melatonina del cuerpo en un 23%. El instituto estudió 13 voluntarios de 20 años para ver cómo un tablet colocado en la mesilla de noche afectaba los hábitos de sueño.
Según el Laboratorio Emory de Desórdenes del Sueño, deberíamos evitar utilizar el tablet o teléfono antes de irnos a la cama porque la luz que emiten se dirige directamente a los ojos. Incluso la famosa Clínica Mayo se ha manifestado sugiriendo que los usuarios de tablets y teléfonos bajen el brillo de la pantalla antes de irse a la cama. La Clínica dijo que los dispositivos que emiten más de 30 lux de luz pueden afectar a los niveles de melatonina del cuerpo.
La Clínica Mayo sugiere que para no sufrir las consecuencias, hay que sostener el smartphone o tablet a 35 centímetros o más de los ojos, incluso con el brillo al máximo. A esa distancia sólo el iPhone 3G de Apple tenía una lectura de 30 lux. Si bajas el nivel de brillo, deberías poder acercar el teléfono a tu cara. Haciendo eso, el iPhone 4 emitía sólo 8 lux.
Con todo, es evidente que la conexión permanente con “la realidad” (por oposición al sueño) nos mantiene en un estado de alerta que puede impedirnos entrar en el estado de relajación y reposo que nos permite dar descanso al cuerpo y a la mente. Redes sociales como Facebook o Twitter tiene la capacidad con su flujo constante de noticias de engancharnos en temas que normalmente en otras horas habríamos desestimado por poco relevantes.
Así que ya sabes. Si por falta de sueño te pones a navegar con tu iPhone, tu iPad o tu Macbook, en poco tiempo puede que se inviertan las tornas y sea, precisamente porque navegas (o juegas, o lees, o…) la razón por la que no tienes sueño.
Tal y como está iOS, sólo Apple podría implementar una solución como esta:
http://justgetflux.com