La historia de la creación de Safari, no obstante, está tan llena de secretos como la misma Apple. Don Melton, que trababa entonces en el equipo que estaba llevando adelante este proyecto ha contado en un artículo en su blog como fue el proceso de la creación de este navegador, especialmente, como tuvieron que mantener el secreto de la existencia del mismo desde la contratación del personal, al que no se le indicó en qué iban a trabajar hasta que firmaron el contrato hasta cómo ocultaron el navegador cuando empezaron a realizar las primeras pruebas.
Para el equipo de Melton el problema eran los logs de los servidores y el “User Agent” o Agente de Usuario del navegador. Cuando un usuario accede a una página web, la aplicación generalmente envía una cadena de texto que identifica al agente de usuario ante el servidor. Este texto forma parte del pedido a través de HTTP, llevando como prefijo User-agent: o User-Agent: y generalmente incluye información como el nombre de la aplicación, la versión, el sistema operativo, y el idioma. Los bots, como los web crawlers, a veces incluyen también una URL o una dirección de correo electrónico para que el administrador del sitio web pueda contactarse con el operador del mismo.
Para evitar dar a conocer la existencia de Safari, los desarrolladores comenzaron a modificar este texto para no dejar pistas sobre el nuevo navegador, a pesar de la preocupación que les causaba que aunque habían modificado esta cadena de texto, las IP’s de las peticiones del mismo procedían de la red de Apple en Cupertino. Al final, se comenzó distribuir Safari con un pequeño huevo de pascua oculto: justo el día que se hizo oficial el navegador, automáticamente se activó el User Agent en su interior para ser correctamente identificado.
En la tabla original de posibles nombres para safari aparecía:
-Alexander
-iBrowse
-Safari
-Freedom
Y yo pensé que iba a encontrar el enlace a la presentación original…
#2: https://www.youtube.com/watch?v=T_ZNXQujgXw