Los corrimientos de tierras constituyen un grave peligro en muchas zonas del mundo que pueden llegar a provocar un gran número de muertos y heridos. Las medidas de prevención más comunes son el drenaje del suelo, la prospección geológica y la perforación profunda.
Un nuevo equipo robótico podría sustituir a los humanos en operaciones peligrosas y costosas como las relacionadas con la prevención de estos corrimientos. Dicho equipo es capaz de analizar el subsuelo, perforarlo y eliminar bolsas de agua.
En el marco del proyecto financiado con fondos europeos Saferdrill («Un robot autónomo y controlado a distancia capaz de caminar y escalar para agilizar y aumentar la seguridad de la vigilancia de corrimientos de tierras, el análisis de la estabilidad de pendientes y la consolidación») se desarrolló un robot escalador destinado a realizar perforaciones profundas en entornos peligrosos. Sus responsables definieron los requisitos y el diseño del robot para construir un prototipo y el sistema asociado de control remoto.
Los investigadores desarrollaron un sistema virtual para elaborar prototipos de distintos módulos del robot y seguidamente procedieron a fabricar sus distintas piezas. En la primera fase del proyecto, los módulos fueron la plataforma robótica y sus extremidades, el componente de perforación, el sistema de control y la interfaz humano-maquina. Se elaboraron prototipos completos de todos ellos. Seguidamente se trabajó en un dispositivo de tensado de cuerdas, un sistema de navegación y sensores.
A continuación el equipo de Saferdrill ajustó las distintas piezas, incluyendo componentes hidráulicos, eléctricos y mecánicos, para de este modo lograr un correcto funcionamiento del robot incluso en las condiciones ambientales más adversas. También se atendieron aspectos como la resistencia a las vibraciones, el polvo, la lluvia, los golpes y la variación de la luminosidad. También se desarrolló un programa informático de imagen estereoscópica con el que discriminar la profundidad. Este y otros módulos informáticos permitieron a los operarios analizar los datos remitidos por los sensores del sistema y así disponer de información en tiempo real que permita determinar el mejor curso de acción.
Los ensayos iniciales con el prototipo fueron tan prometedores que los socios del proyecto solicitaron la patente de la nueva tecnología. Con este sistema, las administraciones locales, los geólogos y los especialistas en distintos campos dispondrán de una herramienta nueva y potente con la que prevenir riesgos relacionados con el suelo y, de ese modo, salvar vidas.
Fuente: Cordis
