Son más de 800 y compiten en fútbol, hockey, levantamiento de pesas, acrobacia y sumo, aunque no faltan competencias que consisten en destruir al rival con motosierras, lanzallamas y martillos hidráulicos. Solo uno puede quedar en pie.
Los competidores son robots de dos docenas de países, entre ellos México, Brasil, Perú, Argentina, Colombia, España, Canadá, el Reino Unido, y Holanda, pero también de Alemania, India, Japón, Israel, Dinamarca y aun Irán.
El fundador de los Robo-juegos, David Calkins, organizó el primer evento en 2004 para ofrecer un foro a ingenieros mecánicos y a ingenieros que tienden a permanecer aislados en campos especializados como programación de computadoras.
“Todavía estamos en la infancia de la robótica”, dijo Calkins. “Pero los robots ya no se sostienen de la mesa para caminar. Andan solos y se meten en todo tipo de problemas. Pueden ver un poco y pueden hablar un poco, pero no saben de qué se trata, y no saben que hay allá afuera”.
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