La historia del iPod no es la historia de un “pelotazo”: una empresa se encuentra de repente con que ha creado un dispositivo que llena un hueco en el mercado que los usuarios encuentran atractivo y conveniente para sus necesidades (como fue, por ejemplo, la unidad Zip de Iomega o remontándonos algunos años atrás, el Walkman de Sony).
Apple tiene a lo largo de los últimos años, un consistente historial de creación de “pelotazos” (tanto en tecnologías como en productos) y las personas que lo nieguen simplemente necesitan reexaminar muy convenientemente sus perspectivas y las perspectivas de negocio de Apple para el iPod.
El artículo completo en Ipodizados
La fotografía me parece poco oportuna y de un gusto discutible.
Perdónanos, no sabíamos que poner una imagen de Don Juan y Doña Inés, recitando aquello de
que en esta apartada orilla,
más pura la luna brilla
y se escucha mejor el iPod”
fuera poco oportuna o de gusto dudoso.
Gracias por estar siempre tan alerta sobre la protección del decoro y moral de Doña Inés…
Doña Ines, no doña Isabel, 😉
Yo tampoco entendí el por que de esa fotografía, pero de eso a declararla poco optima y gusto discutible hay un cacho, partiendo de la base de que para gustos hay colores.
Me hubiera gustado mas una lápida con un iPod grabado a fuego en la piedra, y saliendo de entre la tierra el cable Firewire buscando conectarse a un ordenador…..
En fin.
Pues toda la historia de la foto está bastante clara si sabemos interpretar el titular del artículo, que parafrasea una cita atribuida a José Zorrilla (se desconoce con exactitud), autor de Don Juan Tenorio, un clásico de la literatura española.
http://es.wikipedia.org/wiki/Don_Juan_Tenorio
“Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”
De ahí la imagen, lógica, por otra parte, si se ha estudiado mínimamente la literatura española.
Por cierto, un gran artículo y muy interesante. Que se me olvidaba.
¿Sabrán hoy en día quién es Zorrilla? ¿Leerán libros?
Recuerdo cuando hace poco fue una madre acompañando a su hijo a una librería pidiendo un ejemplar del Mio Cid “traducido al español” porque el que le habían dado no se entendía…
Edítome el comentario para que no quedare constancia de mi [ramplona] cultura de aquestos personajes clásicos -aunque en finalizando el comentario púselo bien, ¿eh? ¡que más bien fuera lapsus que falta de conocimiento!
En cualquier caso, gracias le sean dadas a su señoría por tan perspicaz apunte… Buen lector, ¡vive dios!
Don Alf de las calzas verdes -mal remedo de la imaginación de Tirso de Molina
Si es que tendríamos que hacer un blog que llamara “Carandeladas”, para proseguir su obra de documentación de la existencia y obras del español profundo.
Igual es que se lo dieron en “Portugué”
Cada vez mhaz cazurros.
(O.T. Faltas ortagráficas de estudiante de eso)
Si acaso, la noticia puede relacionarse con estos “dulces” versos:
Por dondequiera que fui
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé,
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé,
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.
Ni reconocí sagrado,
ni hubo ocasión ni lugar
por mi audacia respetado;
ni en distinguir me he parado
al clérigo del seglar.
A quien quise provoqué,
con quien quiso me batí,
y nunca consideré
que pudo matarme a mí
aquel a quien yo maté.
Pero realmente hace falta mucha imaginación para relacionar el final de estos versos (con el sentido que Zorrilla quiso darles) con la profetizada extinción iPod, y mucha más imaginación todavía para hablar de las virtudes de este gadget.