La investigación sobre el cáncer infantil requiere un impulso urgente

Los fondos destinados a la investigación sobre el cáncer infantil son escasos y dependen en exceso de subvenciones a corto plazo para mantener las mejoras en las tasas de supervivencia logradas en las últimas décadas.

Ésta es la dura advertencia lanzada por investigadores financiados por la Unión Europea, que también apuntan las medidas necesarias para mejorar la organización en Europa de los ensayos clínicos de fármacos contra esta enfermedad.

La ayuda financiera de la UE procedió del proyecto EUROCANCERCOMS («Creación de una red eficiente para la comunicación sobre el cáncer en Europa»), que ha recibido 1,25 millones de euros con cargo a la línea presupuestaria «Ciencia y sociedad» del Séptimo Programa Marco (7PM).

El estudio se ha publicado en la revista Ecancer y los hallazgos también fueron presentados en un evento celebrado en el Parlamento Europeo en Bruselas (Bélgica) el 9 de febrero con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil.

Los investigadores señalan que la oncología pediátrica es «un campo de investigación vibrante y en crecimiento en el que se han conseguido importantes avances en el ámbito del cáncer infantil en cuanto a estadísticas de supervivencia y de calidad de vida». Hoy en día, el 80% de los pacientes con cáncer infantil pueden tener expectativas de superar la enfermedad gracias a las mejoras radicales logradas en el diagnóstico y el tratamiento en las últimas cuatro décadas.

Sin embargo, la investigación del cáncer infantil no recibe la atención que merece; según los investigadores, los estudios sobre oncología pediátrica recibidos se citan con menos frecuencia que otros estudios en las revistas en las que se publican.

El equipo también examinó la colaboración entre países y regiones. Como se esperaba, existe una estrecha colaboración entre la comunidad científica de Canadá y los Estados Unidos, mientras que en la UE la cooperación entre científicos va en aumento. Sin embargo, existe relativamente poca colaboración entre Norteamérica y Europa y, según los investigadores, esto tendría que solucionarse. También piden una mayor cooperación en investigación entre países desarrollados y en transición. En Europa, los países del Este, donde la incidencia del cáncer es elevada, rara vez colaboran con colegas de países con unas infraestructuras de investigación más fuertes, y esto afecta a la asistencia que pueden prestar a sus pacientes menores.

Una gran parte del estudio se dedica a analizar con detalle la situación en diez países. «Se preguntó a oncólogos pediátricos de diez países por la situación en su país y las diferencias fueron sorprendentes», afirma la profesora Kathy Pritchard-Jones, directora del Programa sobre el Cáncer del Instituto de Salud Infantil del University College de Londres (Reino Unido). «Por ejemplo, uno de los encuestados de Bosnia y Herzegovina citó la falta de espacio en los hospitales, de radiólogos especializados en oncología pediátrica, la escasez de medios de diagnóstico adecuados, estando la infraestructura adaptada a los pacientes adultos. Las fuentes de la República Checa indicaron que las becas de investigación a menudo eran para solo tres años y que hay pocas ayudas para que los científicos jóvenes puedan asistir a cursos y congresos internacionales, lo que podría contribuir a armonizar el nivel de conocimientos entre países europeos.»

En Italia, los médicos consultados expresaron su preocupación por la fragmentación de la asistencia para el cáncer infantil, mientras que los participantes suecos lamentaron la falta de personal experimentado y las dificultades para encontrar financiación para los departamentos de oncología pediátrica de su país. En el Reino Unido, las preocupaciones manifestadas se centraban en el impacto que tendrán en la asistencia para el cáncer infantil los recortes en el presupuesto destinado a sanidad, entre otras cuestiones.

El informe revela que la Comisión Europea está desempeñando un papel cada vez mayor en la financiación de la investigación del cáncer infantil. «El aumento del apoyo prestado por la UE a la investigación en materia de oncología pediátrica constituye un paso positivo hacia adelante, aunque la percepción es que sigue siendo insuficiente dada la magnitud del problema», escriben los investigadores. «Asimismo, a nivel nacional la financiación es o muy baja o demasiado endeble y las actividades de investigación dependen de subvenciones o donaciones de corta duración. La financiación a nivel nacional tiene que ser más sostenible y coherente».

El sector privado también podría implicarse más. Según los autores, «existen motivos de sobra para la creación de un fondo privado mundial para oncología pediátrica, el cual podría sustentar iniciativas transnacionales de investigación en colaboración, necesarias para combatir estas enfermedades poco comunes».

En sus recomendaciones, los investigadores piden contar con suficiente financiación de la UE para sustentar una red de ensayos clínicos de ámbito paneuropeo y una reducción de la burocracia, que frena la puesta en marcha y la realización de ensayos clínicos. El equipo también destaca la importancia que reviste la supervisión de los resultados de los tratamientos y pide la creación de un registro europeo epidemiológico sobre el cáncer infantil.

«Con estas herramientas podremos mantener los enormes avances que se han logrado en el pasado», destaca la profesora Pritchard-Jones. «Sin ellos, corremos el riesgo de poner en peligro esos avances y de fallar a los niños que dependen de nosotros para sobrevivir.»

El equipo también escribe: «Es necesario que los responsables políticos cobren mayor conciencia del grado de riesgo que entraña para los niños con cáncer la participación en ensayos clínicos (un riesgo que actualmente también pasan por alto las aseguradoras). Es esencial que la Directiva europea sobre ensayos clínicos se modifique, si queremos que los ensayos clínicos realizados por investigadores tengan continuidad en el futuro.»

La información a los pacientes es otro ámbito donde se necesitan mejoras. «Cuando un niño está enfermo, proporcionar información precisa al paciente y su familia resulta esencial», afirmó el profesor Richard Sullivan del Centre for Global OncoPolicy (Reino Unido). «Creemos que la creación de un portal europeo común de información podría contribuir en buena medida a solventar las deficiencias informativas en países con pocas o nulas asociaciones de pacientes, o donde la existencia de un gran número de lenguas dificulta el acceso a esta información.»

Para más información:

ECCO – Organización Europea del Cáncer: http://www.ecco-org.eu/

Ecancer: http://www.ecancermedicalscience.com/

Proyecto EUROCANCERCOMS: http://www.eurocancercoms.eu/

Fuente: Cordis

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