Intoxicación, desinformación, manipulación

En un país donde comienza a madurar la cultura informática, los medios de difusión se empeñan en convertir cada uno de los elementos que la componen en un motivo de sonrisa picaresca, sensación de delito, o muestra de pérdida de tiempo.

Cultura informática… cultura informática… los nuevos tiempos traen nuevos términos que adaptar a las nuevas generaciones. Dar una definición o posicionar este término sería como disparar en la oscuridad: casi imposible acertar con una acepción adecuada que cumpliera todos los requisitos. Sin embargo, día a día este tipo de cultura toma más fuerza basada en el uso del ordenador para múltiples actividades que están relacionadas con las más diversas disciplinas y actividades.

Sin embargo, como toda nueva cultura (y en este caso, contra-cultura) se encuentra con muchos pies dispuestos a poner una zancadilla desinteresada, con una sonrisa en los labios. Estos simpáticos pies vienen de muchas fuentes, aunque hay dos muy claros y diferenciados.

La aceptación de la mala calidad

No hace mucho tiempo, cierta organización para discapacitados hizo una interesante campaña de publicidad. En una de las tomas una de las personas comentaba “la primera vez que entre a Internet, ¡me quedé colgado!”

Este juego de palabras entre el interés de la persona y lo “habitual e irremediable” de los fallos informáticos es un claro ejemplo de la aceptación de la sociedad de que los ordenadores se cuelgan, y que se pueden colgar por cualquier cosa. Ocurre, y debe ser aceptado con toda naturalidad. A base de sufrir (gracias en mayor parte al fabricante del monopolio) una serie de arbitrariedades continuadas, ayudado por el resto de los fabricantes que no cumplen con estrictas normas de calidad de fabricación, han conseguido que la inestabilidad de los sistemas y del hardware sea una cosa que hay que aceptar con resignación e incluso, con humor. “Shit happens”, como decía Forrest Gump.

Esta aceptación por la gran masa media ayuda en gran medida a los fabricantes mediocres a seguir con sus políticas de material de tercera, a precios hinchados. No hace muchos días, Marianitu en su weblog publicaba un artículo (Entre Patatas y Golosinas) sobre el panorama informático de Barcelona, extensible al mercado de todo el mundo. Sinceramente me quedé desolado.

¿Maneras de escapar? Difíciles. Cuando cada componente informático cuesta muchas veces sudores comprarlo, se mira el céntimo de euro. Y muchas veces se va a lo barato, que en la mayoría de los casos, al final resulta caro. Generalmente no se culpa al fabricante (malos componentes, pésimos drivers). En el 90% de los casos es “Shit Happens” y a otra cosa, mariposa.

Internet, ese sitio cachondo

Desde la implantación de la banda ancha (o el sucedáneo que tenemos en España) el consumo de televisión por persona y día ha bajado considerablemente entre los jóvenes. (En mi caso, más de un 90%, y posiblemente llegará al 100%) Principalmente porque la calidad general de la programación es siendo muy optimista… mediocre, y está orientada hacia un público ansioso de consumir basura en imágenes, cuanto más sórdida… mejor,

Es evidente que el ordenador es un gran competidor de la televisión: consigue que lo ojos, principales “periféricos” utilizados para el consumo, se desvíen a tareas más o menos creativas. Y como no se puede luchar contra los “tiempos modernos”, lo mejor es unirse a ellos.

Así que casi todos los programas de televisión tipo “magazine” (es decir, un revoltijo de sordideces ajenas, tertulias sobre gente sin oficio ni beneficio, etc.) se han apuntado al carro de internet, poniendo a un señor con un portátil (apagado y sin cables) que nos presenta lo “mejor de la red”.

Lo mejor de la red suele ser un pastiche de vídeos graciosos (posiblemente utilizados sin el consentimiento del autor, porque ya se sabe, “en internet todo es gratis”). Cuanto más graciosos, o más obscenos, mejor.

Otra práctica habitual es explotar el lado más extremo de las relaciones humanas presentando a personas que se conocieron (y se gustaron) a través de Internet como “casos raros de feria” y reuniéndolos como en los peores tiempos de “sorpresa, sorpresa” (*), en espera de la lágrima fácil o de la sorpresa porque “no es la persona que ellos esperaban”.

En el telediario/noticiero, la cosa cambia: si se ha de hablar de internet, sólo se hace para hablar de delitos. Grupos de personas con actividades ilegales, pedófilos, pornografía, satanismo… Si alguien que no conociera internet se guiara por lo que presentan el 90% de los medios, pensaría que es un sitio lleno de chistes, salpicado de fotos de tias/tios en pelotas, donde las diferentes mafias se entrenan en el ciberdelito.

Así, con una educación “forzada” a base de aplastamiento con tonterías y animaladas, la televisión consigue distorsionar la realidad de internet convirtiéndola en un entretenimiento para desocupados, o peor, para “desviados” en todos los sentidos de la palabra. Los padres piensan que ese cacharro que tienen sus hijos delante (de una generación a otra las personas han cambiado de “analógico” a “digital”) es una ventana al peligro (como poco), y no a la cultura.

Un ejemplo muy claro de esa “desinformación” generada por los medios (y ejemplo llevado al límite) son las declaraciones del Secretario de Estado de Telecomunicaciones del Ministerio de Ciencia y Tecnología de España: El estancamiento de los cibernautas en España se debe a “la falta de desarrollo de contenidos atractivos para el ciudadano y su desconocimiento de la potencialidad de estos servicios”. ¡Ah! No hay contenidos interesantes en Internet. Menos mal, oiga, gracias por avisarnos.

Sólo los medios que no encuentran Internet como un peligro son capaces de ofrecer unos contenidos medianamente o muy dignos. La radio (que no compite con el ordenador, ya que usa otro periférico diferente, las orejas) puede llegar a ofrecer contenidos de buena calidad relacionados con la cultura informática – patrocinados por los fabricantes de siempre – y, aunque generalmente suelen ser bastante poco independientes, al menos el formato y el contenido mejora sensiblemente frente a los medios visuales.

Resumiendo

Si se va a dejar llevar por las opiniones que tienen los medios acerca de la informática en todas sus acepciones, lo lleva claro. Va a obtener la imagen más distorsionada de la realidad que jamás ha podido tener una persona de otro grupo de personas. No es lo que dicen por la tele, no. No es así. Pregunte a todos esos desarrolladores de contenidos para la web, a los sceners, diseñadores, escritores, desarrolladores, inventores, usuarios de los weblogs… y más, y más… Allí no verá una foto guarra ni un vídeo cachondo. Todo lo más que verá será información, opinión o cultura más o menos dignamente presentada. Otra cosa es si le interesa. Ese es ya otro cantar.

(*: nota del autor para los usuarios no españoles: Sorpresa, sorpresa era un programa de televisión donde se reunían a personas que no se veían hace mucho tiempo, explotando el lado romántico de las lágrimas y el lloro, hasta convertirlo en algo verdaderamente insufrible.)