Un futuro para Apple después de la MacWorld, por Ramón Boj Gisbert

A la gran mayoría de seguidores de Apple, la conferencia de Philip Schiller del día 6 de enero les ha defraudado. A todos nos gusta que aparezcan novedades y que nos sorprendan con avances inesperados, pero en esta ocasión lo que podíamos esperar era bien poco. La ausencia de Steve Jobs no implicaba ya una escasez de novedades (por ejemplo su conferencia del pasado septiembre sólo sirvió para presentar las actualizaciones de los iPod), pero el anuncio de que Apple no asistiría más a la Macworld, sí que anticipaba que a Apple ha dejado de gustarle presentar cosas “por obligación” en fechas determinadas. Seguiremos teniendo la WWDC cada verano, pero con una fecha que Apple se encarga de fijar y puede ajustar según su calendario de trabajo. La Macworld era incluso contraproducente para la campaña de ventas navideñas, puesto que muchos clientes posponían sus compras a la espera de novedades.

En cuanto a la presentación de este año, se ha anunciado el MacBook Pro de 17’, que no se pudo presentar en octubre junto a la renovación de la gama de portátiles. Lo mejor son las 8h de duración de la batería que promete, el resto de características ya se presentaron en los otros MacPro en octubre.

Las renovación de iLife e iWork, también se esperaban y son simplemente una actualización sin cambios espectaculares. Lo mejor: la posibilidad de comprar Leopard+iLife+iWork con descuento. Lo peor: que no hay un precio reducido para usuarios de versiones anteriores. 79€ es un precio barato, pero molesta pagarlo cada año.

En cuanto a lo rumoreado y que, finalmente, no se ha anunciado, pocas sorpresas. Snow Leopard todavía está muy verde (apenas dos ß han se han distribuido) y Apple debe apretar el acelerador para sacarlo antes del verano sin fallos de consideración, para no repetir la historia de Leopard, que salió con retraso y plagado de defectos. Las renovaciones de equipos aparecerán a lo largo de los próximos meses. Son necesarias, pero Apple aguarda a tener los números de 2008 en la mano, tanto los suyos, como los de la competencia para lanzar novedades en un sentido o en otro.

¿El Futuro?

Mucho se habla de la crisis económica y de como está afectando a todas las empresas y particulares. Según las últimas cifras, Apple sigue ganando cuota de mercado, a pesar de que los precios de sus equipos suelen ser significativamente más altos que los equivalentes equipados con Windows. Incluso con caídas de ventas, es más que probable que Apple no entre en la guerra de precios con otros fabricantes, a pesar de que podría hacerlo, dados los amplios márgenes de beneficios con los que opera. La estrategia de ventas pasa por seguir acercando sus productos a los clientes a través de sus tiendas exclusivas, donde no pueden compararse con los de la competencia, sino elegir entre la gama de ordenadores, pero siempre “made in Apple”. Ahora bien, ¿qué puede ofrecer Apple a sus clientes para que le continúen siendo fieles e incluso le compren más?.

Entramos ahora en el terreno de las especulaciones, tratando de adivinar hacia dónde pueden dirigirse los pasos de Apple. Si hemos visto que el iPhone ha venido repitiendo los pasos de su primo el iPod, lo lógico es esperar que el siguiente paso sea lanzar un iPhone “mini”, es decir, un aparato con casi las mismas funcionalidades, pero más pequeño y a un precio menor, para ampliar todavía más la base de clientes entre aquellos que no pueden permitirse la compra del modelo actual. El problema de una reducción de tamaño es que implica la eliminación de características como podrían ser la cámara de fotos y el módulo GPS, al tiempo que la autonomía quedaría reducida por una batería de menor capacidad. La reducción de tamaño llevaría además implícita una pantalla de menor resolución, lo cual presenta un problema: las aplicaciones desarrolladas para el iPhone, no funcionarían con el nuevo iPhone mini. La solución pasa por distribuir un nuevo kit de desarrollo para el iPhone, con lo cual nos plantamos en la WWDC del próximo verano para anunciar este nuevo iPhone mini. Ese nuevo kit de desarrollo podría incluir el que las aplicaciones del iPhone funcionase también en los Mac, contando con pantallas de cualquier resolución y procesadores muy potentes para aprovechar el desarrollo de software para el iPhone, utilizable en los equipos con Mac OS X estándar.

En cuanto a otros productos de hardware, el candidato a renovarse con casi total seguridad es el Mac mini. En primer lugar porque es el equipo más antiguo de la gama de productos de Apple y, en segundo lugar, porque podría ser la piedra de toque en la penetración de Apple en el segmento empresarial. Quedan todavía muchos PowerMac G5 en las empresas y muchas con equipos con Windows Xp que tienen que renovarse. Windows Vista ha echado para atrás bastantes compras y Windows 7 puede ser la puntilla definitiva para que prueben el mundo Mac algunas empresas, si la nueva versión del sistema operativo de Microsoft no mejora sustancialmente el comportamiento de Vista. Apple tiene dos cartas en la manga para lograr ese cambio: la primera es el nuevo sistema Snow Leopard, que tiene todos los números para salir en versión “Intel Only”, lo cual dejaría fuera a los G5 (y modelos anteriores) de una actualización que se prevé poco aparente en cuanto a cambios cosméticos, pero sí manifiestamente mejorada en cuanto a rapidez y estabilidad.

Pero las empresas no van a cambiar torres G5 por un MacPro, sobre todo con la crisis económica y financiera. Ahí es donde entre el nuevo Mac Mini. Dejando de lado que cualquier Mac actual supera en potencia bruta a cualquier G5, si exceptuamos al G5 quad 2,5Ghz que puntúa unos decentes 3.290 puntos en el test Geekbench, el resto de G5 quedan por debajo incluso de los Mac mini actuales.

Está claro que una torre G5 tiene otras ventajas frente a un Mac mini, pero con Snow Leopard y su optimización para equipos multinúcleo y el aprovechamiento de la capacidad de cálculo de la GPU para asistir al procesador, pocas excusas van a quedar para no cambiar alguno de los antiguos G5 por un mini con un coste de 500€.

Para convencer a los usuarios empresariales de Windows Xp de comprarse un Mac mini, la estrategia también pasa por Snow Leopard, en este caso sacando la nueva versión del sistema “pisando” el lanzamiento de Windows 7. Un Mac que aspire a sustituir a un equipo con Windows, debe venir con soporte para servidores de correo Microsoft Exchange, algo que incluirá Snow Leopard, y una suite ofimática. En este último punto es donde Apple debe mejorar, porque iWork (tanto la versión ’08, como la ’09) es un conjunto de programas bastante aceptable y más rápido que Office 2008 de Microsoft, pero Office 2004 sigue siendo más rápido que ambos (¡y eso que es código PowerPc!) y no digamos el binomio Windows Xp+Office 2007 que es el más usado en las empresas. ¿Qué necesita el nuevo Mac “empresarial”?, pues un sistema operativo más rápido y estable que Windows 7, ese es Snow Leopard; una suite ofimática completa, ese debe ser iWork ’09, optimizado para Snow Leopard y que incluya una base de datos, como Bento; por último, lo debe añadir sin coste adicional, algo que se lograría con la opción de elegir iLife o iWork precargado a la hora de comprar un nuevo Mac, no sólo con el Mac mini.

El nuevo Mac mini también debería descatalogar al Apple TV. ¿Quién se compra un reproductor multimedia bastante vinculado a iTunes, cuando por poco más puede tener un ordenador capaz de reproducir cualquier formato, y muchas más posibilidades? Para lograr este objetivo, el mini debe poder usarse desde el sofá, para lo cual un teclado inalámbrico con touchpad, sería lo más conveniente. El touchpad de este nuevo teclado permitiría usar las aplicaciones “táctiles” creadas para el iPhone en cualquier Mac, ampliando de forma brutal el número potencial de usuarios de esos programas y mejorando, de nuevo, los ingresos de Apple vía la compra de progarmas en la AppStore.

La informática móvil y con conexión a la red en cualquier momento y en cualquier lugar será, sin duda, el campo de batalla de los próximos años, por no decir meses. Apple ha golpeado ya muy fuerte con el iPhone y la legión de programadores que se le ha unido. Aparte de como móvil, el iPhone es una consola de juegos portátil que tendrá, (si no tiene ya) muchos más títulos disponibles que PSP y Nintento DS. Si bien el mercado del ocio portátil es importante para Apple, ese no es el objetivo principal de sus próximos dispositivos. El gran auge de los netbook, con precios alrededor de los 300€ es algo que no ha escapado a los análisis de Apple y, aunque Steve Jobs manifestase que ellos ya disponen de un ultraportátil, que se llama iPhone, nadie duda de que Apple lanzará en breve algo que revolucione también ese segmento. Las continuas mejores del servicio MobileMe, aparte de solucionar sus múltiples problemas, ponen de manifiesto que Apple necesita unos servicios móviles eficientes para poder conectar dispositivos portátiles a los ordenadores fijos del usuario, sean los de su empresa, o los de su domicilio. El nuevo servicio iWork.com reafirma la voluntad de Apple de que sus usuarios puedan gestionar su trabajo y su ocio desde cualquier lugar. La opción “Volver a mi Mac” cobra mucho más sentido al hacerlo desde un dispositivo portátil con poca capacidad de almacenamiento, pero con la posibilidad de acceder al ordenador que guardar todo nuestro trabajo y vida digital desde cualquier lugar con conexión a la red. El iPhone entra en la definición de ultraportátil, porque ocupa y pesa poco y puede conectarse a la red y realizar tareas básicas, como correo, navegación y consulta de documentos. Sin embargo, además de visualizar documentos, un ultraportátil debe ser capaz de editarlos y, para ello, necesita una pantalla con mucha mayor resolución que la del iPhone y un teclado más utilizable.

El ultraportátil de Apple debe distinguirse de la legión de netbooks por alguna característica relevante. Apostaría a que uno de los hechos diferenciales del equipo de Apple será una duración de batería excepcional. Cómo logrará además Apple un dispositivo con potencia de cálculo, pantalla de resolución aceptable y teclado cómodo, es un misterio, pero seguramente lo veremos a lo largo de 2009, porque las recientes adquisiciones de Apple van por ese camimo: PA Semi, comprada por Apple en abril, diseña y fabrica procesadores de muy bajo consumo. Mark Papermaster, diseñador de chips de IBM fue fichado por Apple contratado este otoño, aunque por el momento las demandas judiciales le han impedido trabajar. Finalmente, Apple ha tomado una participación en Imagination Technologies, fabricantes de chips gráficos, completando los componentes básicos de un nuevo equipo portátil. El “netMac” debería ser más ligero que la competencia, con una duración de batería de unas 8h o incluso 12h para recargarlo sólo cada noche y con una potencia de cálculo suficiente para editar archivos de texto, hojas de cálculo y bases de datos.

Un comentario al margen, los chips de PA Semi usan la licencia PowerPC de IBM, con lo cual cuadra mucho más la presencia de Papermster en Apple y abre la posibilidad de que Apple siga desarrollando software con código PowerPC, aunque no salgan a la luz nuevas versiones de OS X para equipos G4 y G5, como ya existió un Mac OS X para Intel durante años.

Será complicado que todas las previsiones se cumplan, Apple siempre sorprende y acertarlas todas significaría entrar en nómina de Apple como asesor de marketing y líneas de negocio, algo que no espero que ocurra :-). Un año nuevo en el que nos veremos inmersos de lleno en la crisis económica global, pero con el deseo de que podamos disponer de un poco de efectivo para adquirir las novedades de Apple. ¡Feliz 2009 a todo el mundo!