Entender el nuevo MacBook Air (end 2010)

Nada mas terminar la presentación de Steve Jobs de ayer y hoy a lo largo del día, he escuchado las mismas frases algunas de ellas muy derrotistas, otras triunfantes, todas con un hilo conductor en común: “el nuevo MacBook Air se va a cargar el MacBook blanco”, “es el fin de la unidad óptica” y cosas así.

Y no es el caso. Apple tiene una larga tradición en situar sus productos en posiciones equidistantes perfectamente calculadas de forma que aunque parezca que se encuentran “muy cerca” realmente están “muy lejos”. Es algo así como el juego de “pinchar en medio”: Apple traza una línea entre dos o tres productos o entre dos o más formas de uso y en medio pone un punto y allí coloca un equipo, deliberadamente eliminando en ocasiones características técnicas para adecuar ese “posicionamiento” de forma que no haya canibalización de mercado entre gamas. Y el MacBook Air es hijo de esa política perfectamente orquestada en Cupertino.

Entender el nuevo MacBook Air

Los motivos que ha utilizado Apple para colocar el MacBook Air en la posición en la que está son dos: la portabilidad y el software.

Aunque Apple, durante los pasados años, despreció el mercado del netbook, si habló de que tenía buenas ideas de cómo debería ser un “ultraportátil” y lanzó el MacBook Air. Este ordenador habla de portabilidad: es ligero, discreto, y sacrifica todo en favor de la ligereza y la facilidad de transporte, ajustando su hardware al rendimiento de algunas aplicaciones básicas como la gestión de correo, la navegación, el uso de programas ligeros o alguno pesado (pero solo de uno en uno). Hay usuarios que demandan ese tipo de ordenador con el que pueden llevar una vida digital o realizar un trabajo de tipo administrativo o básicamente con texto en la carretera, sin tener que cargar con un ordenador portátil completo porque les sobra rendimiento en forma de hardware que al final pesa y molesta y hace del paseo diario aquí y allá un viacrucis. Este es uno de los extremos de la línea donde vive el iPad. Es mas ligero, mas transportable, mas cómodo que un portátil tradicional.

Pero para eso está el iPad

Entonces …. ¿porqué Apple simplemente no ha matado el MacBook Air y ha añadido una versión mejorada del iPad?. Porque simplemente, ambas gamas tienen estructuras diferenciadas en cuanto a Software. Las aplicaciones para Mac no funcionan en el iPad y viceversa, y hay muchos usuarios que requieren el uso, ocasional o fijo, de aplicaciones específicas para Mac OS X. No pueden realizar su trabajo sin ellas y esa es una condición que el iPad simplemente no puede asumir para desplazar al MacBook Air. Este es el otro punto del extremo de la línea.

A todos los efectos, el MacBook Air coge lo mejor del iPad (su portabilidad) y lo mejor de un MacBook o MacBook Pro, su capacidad de ejecutar aplicaciones de Mac OS X. Es exactamente la pieza situada “entre” y “entre” que no canibaliza ninguno de los dos puntos extremos.

Pero el MacBook Air de 11 pulgadas podría desplazar al MacBook blanco …

Jamás. El MacBook blanco es el portátil de educación de Apple y la unidad de entrada para aquellos que se queiren iniciar en el Mac a un precio “reducido”. Es robusto, es considerablemente mas potente que el MacBook Air y cuenta con mas opciones de conectividad, mayor pantalla, un proesador mas potente y una mayor capacidad de almacenamiento entre su disco duro tradicional y la unidad óptica.

Apple no se va a deshacer de uno de sus caballos de batalla favoritos en favor del MacBook Air, porque juegan en ligas totalmente diferentes. De hecho, el MacBook Air ni siquiera puede considerarse como un “ordenador principal” y se encuentra mas en la línea de “segunda unidad”. Su limitada potencia no le permite en muchos casos acceder a software con altos requerimientos y aquellos usuarios que crean que con un MacBook Air van a poder ejecutar de forma simultánea Photoshop, iPhoto y Word a la vez se van a llevar una considerable decepción. Pero es que esta unidad no está hecha para este tipo de trabajo.

De hecho, Apple refuerza esta cualidad de “segunda unidad” del Air con la eliminación total y definitiva de la unidad óptica, que ahora puede compartir con un segundo ordenador vía conectividad variada. El sistema, incluido en una memoria Flash, no es específicamente una cuestión de “odio visceral a las unidades ópticas”: simplemente los usuarios necesitan poder llevar una copia de Mac OS X en la carretera y es mucho mas fácil llevarla en un dispositivo de este tipo que una unidad óptica externa (90€ mas) que pesa, consume energía y que además necesita … el DVD del sistema operativo. Una llave es una rsolución mucho mas elegante.

Batería

Aqui hay decepciones y trampas. Jobs recalcó específicamente que el nuevo MacBook Air tiene una autonomía de 7 horas basada en navegación con el WiFi conectado. No es suficiente.

En Cupertino, por una vez, deberían haber sacrificado el diseño y eliminado esa bonita cuña en favor de ampliar el espacio para las baterías. Aunque el MacBook AIr hubiera pesado 100 gramos mas, incluso 150 gramos, nadie hubiera despreciado la capacidad de doblar la autonomía hasta las 14 horas.

Además Apple ha hecho trampa y está distribuyendo la unidad sin el plug in de Flash instalado. Si bien el cierto que este plug in es un auténtico devorador de energía, en la situación actual de internet es prácticamente imposible no necesitarlo en alguna ocasión “para lo que sea” y en un momento dado, el uso de Flash hubiera empañado esa autonomía del MacBook Air. Es fácil que con el plug in de flash instalado y haciendo un uso un muy intensivo de el, perdamos un 30% de esa autonomía, que podéis reclamarle a Adobe que es el responsable del exceso de consumo de su reproductor.

Resumiendo

El MacBook Air tiene su nicho de mercado, su posición en la gama e incluso su precio ajustado para que resulte demasiado caro para un usuario básico de portátiles de Apple y relativamente barato para aquellos que necesitan portabilidad sobre todo. Quizás una política mas ajustada de precios hubiera provocado una mayor número de ventas de esta unidad, pero posiblemente canibalizando temporalmente la gama de portátiles mas bajos de Apple por usuarios tentados por “probar la novedad” de la ultraportabilidad. Pero el Air, es lo que es, y solo aquellos que saben porqué lo necesitan (están todo el día entre el tren y el avión y entre la sala de espera y la habitación de hotel) lo comprarán con el convencimiento de que es la herramienta adecuada para su trabajo.