La publicación de HomeKit por parte de Apple ha dado lugar a la aparición de diversos dispositivos que aprovechan esta capacidad de integración para difuminar aún más la frontera entre electrónica y vida cotidiana. Y esto es solo la espuma de la ola. En los años que vienen, lenta pero inexorablemente, veremos cómo todo se va “conectando”.
Elgato Avea es uno de esos dispositivos que nos dan un atisbo de lo que acabará siendo la “casa inteligente” -muy lejos de lo que se pensaba que sería hace un par de décadas, pero no cabe duda que para aquellos que sepan mantener el pulso y evolucionar con la tecnología, su vida se hará más sencilla y placentera… siempre que no pierdan el móvil que los gobierna a todos.
Elgato Avea es una bombilla de luz ambiente (casquillo ancho) capaz de emitir diferentes colores y que se controla a través de una conexión Bluetooth con el iPhone o iPad.
Para ello es necesario descargar primero la aplicación del mismo nombre que hay en la App Store. Una vez abierta en nuestro dispositivo y con la bombilla ya colocada en la lámpara donde queramos utilizarla, automáticamente será detectada e incluida en el listado de “Aveas” disponibles.
La primera pega es que sólo puedes operar con la luz mientras estés dentro del alcance de la conexión Bluetooth.
Índice
La app Avea
La app gratuita Avea incluye una serie de preajustes, de nombres más o menos poéticos y evocadores, que sirven para introducir los matices en la luz de ambiente.
Decimos que Avea es luz ambiente porque sus 7W de luz LED se quedan claramente insuficientes para iluminar adecuadamente una habitación. Sin embargo, es perfecta para rincones o ambientes donde no haya una actividad visual protagonista.
También incluye una opción de modo despertador que incluye un sonido de pájaros cantando “de buena mañana”. El funcionamiento es diferente a lo que se suele entender por despertador, como te explicamos a continuación
La diferencia entre despertarse y estar despierto.
El funcionamiento normal de los despertadores que usamos cada día es el siguiente: a la hora marcada salta una alarma sonora (sea timbre o música) y eso nos saca violentamente del estado de sueño para activarnos. Es un cambio de cero a cien, aunque en algunas ocasiones sólo dure unos minutos.
Sin embargo, la filosofía de Avea es diferente (supongo que podría decir que “muy nórdica”). No se trata de despertarse, sino de estar despierto a la hora que hayamos fijado. Así, la bombilla se encenderá alrededor de diez minutos de la hora que hemos fijado, subiendo la potencia poco a poco, y poco después los pájaros comenzarán a cantar desde “bajito” hasta “imposible no oírlos”, especialmente teniendo en cuenta que el resto de la casa está en silencio.
El objetivo, entiendo yo, es sacarnos del sueño de la manera más natural y menos intensiva posible, de manera que para cuando llegue la hora que habíamos determinado para saltar de la cama lo hagamos de una manera orgánica, bienhumorada.
Por supuesto, el choque cultural es tremendo, y cuesta asumir que va a empezar a haber ruido y luz diez minutos antes de la hora de levantarse, porque estamos acostumbrados a apurar al máximo el tiempo disponible para soñar, aunque sea a costa de levantarnos cada mañana con palpitaciones. Sin embargo, si superas ese choque (y convences a tu pareja de que es para mejor) y perseveras en el uso de Avea, es probable que la sensación de descanso con la que amaneces se prolongue más tiempo.
Desgraciadamente, la forma de funcionamiento de Avea hace que cuando quieres apagar el “despertador” tengas que desactivarlo, lo que implica que a la siguiente noche tienes que volver a activarlo (diferente, por ejemplo, del despertador del iPhone que puedes fijar todos los días de la semana que necesites y aunque lo apagues cada día la acción se mantiene para el día siguiente).
Conclusión
Como decía al principio, sin duda Avea nos enseña un futuro que ya llama a la puerta, y como tecnología balbuceante aún le falta mucho recorrido en mejoras y flexibilidad: la gama de colores de iluminación, la falta de programación de acciones (diferentes luces a diferentes horas) y horarios que no requieran la presencia física del dispositivo para dejar programados, etc.
Incluso en algunas ocasiones la conexión Bluetooth de la bombilla parecía haberse bloqueado, lo que requería apagarla y encenderla usando el interruptor físico de la lámpara.
Con todo, desde que recibí la muestra de Elgato se ha convertido en una favorita en mi casa para iluminar el dormitorio, un cuarto que no tiene tránsito constante pero que encender la luz supone activar una lámpara de techo con cuatro o cinco bombillas. Avea, además de ofrecer una bonita luz personalizaste según el estado de ánimo.
Elgato Avea cuesta 39,95€ en la web de Elgato, y 36€ en Macnificos
El precio, genial. Ahora bien, la primera pega (Bluetooth en lugar de Wi-Fi) es LA GRAN PEGA.
Philips Hue, lo demás son burdos intentos.
Aunque en precio gana por goleada a las Philips Hue, si es cierto que estas están evolucionando cada vez más (desde que he colocado el Tap Hue al lado del interruptor normal, hemos dejado de apagar el circuito por descuido) y no tiene esa pega de funcionar con bluetooth.
Lo que echo de menos en las Philips es una mayor integración con otros dispositivos, ya que por ejemplo me interesaría colocar sensores de movimiento en algunos puntos (y no me vale el WeMo Motion, ya que hasta donde yo se necesita de IFTTT para integrarlo) o una mayor personalización: por ejemplo se puede configurar para que se enciendan las bombillas por geolocalización, ¿pero se puede configurar para varios puntos? es decir, si yo lo configuro en mi aplicación del móvil, me imagino que utiliza el GPS del mismo para “hablar” con las bombillas, ¿pero que pasa si en el momento en el que tiene que apagar las bombillas hay más personas en casa? ¿las apaga igualmente? ¿todos deben tener su aplicación en el móvil y configurada de igual manera?
Otra cosas que veo que flojea las Philips Hue es la integración con iCloud/varios dispositivos. No se si es que es una “feature” o que yo no se configurarlo, pero pierdo escenarios entre dispositivos. No todos los que tengo en el iPad los tengo en el iPhone y viceversa.
Y ya para acabar este rollo, además de esta dos soluciones, están saliendo algunas y cada vez más económicas:
– Belkin y sus Memo Led
– TCP
– GE
– LIFX (aunque este proyecto kickstarter perdió lo de barato por el camino).
#3 vick21
La bombilla de Elgato tiene muy buena pinta. También está la bombilla Tabu LuMini LED.
http://tabuproducts.com/product/lumini-app-enabled-color-smart-mood-light
#4 Para mi utilizar bluetooth para comunicarse con las bombillas me parece un atraso. O sacan luego un hub con el que poder “hablar” por wifi y que haga de intermediario o este tipo de bombilla no tiene mayor atractivo que apagar las luces desde el sofá.
Sin embargo, las Philips Hue así como las de Belkin, tienen funcionalidades avanzadas que me parecen más que interesantes y por eso me pille las Hue, como las de poder encender/apagar las bombillas desde la otra punta del mundo (las Philips requieren de cuenta en meethue.com para ello, pero por lo que he leído las belkin ni eso). También la integración con Zigbee las hace más interesantes que estas soluciones bluetooh precisamente por la integración con otros dispositivos domóticos.
Y luego esta el API público que dispone por ejemplo Phillips, que te facilita dicha integración/desarrollo de nuevas características. Yo por ejemplo este verano programe una alarma lumínica con 4 lineas de código, haciendo uso de una cámara web de dlink + el programa evocam instalado en el mac mini que tengo de mediacenter (la idea era que a través de la cámara, evocam detectará un posible movimiento en ciertos puntos y al hacerlo ejecutará el script que se comunicaba con las bombillas para que se encendieran en color rojo y de manera parpadeante).
Vick podrías hacer un artículo para faqmac con eso 🙂