Apple tiene chicha detrás de su cara bonita, por Lee Gomes

LA ÚLTIMA EMPRESA NO RADICADA EN REDMOND que hizo ruido con su navegador de internet, ya no existe. La fortuna probablemente le depara otro destino a Apple Computer.

20 de Enero de 2003

En la feria Macworld de este mes, Apple comenzó el acto tercero de su recuperación. Teniendo ya nuevas carcasas y nuevo sistema operativo, mostró el principio de una suite de programas, desvelando competidores con Internet Explorer y PowerPoint, ambos de Microsoft. Un procesador de texto y una hoja de cálculo se presumen en camino. Es como si alguien se hubiera olvidado de enviarles el documento donde se recuerda que la “Resistencia es inútil”.

Cuando Bill Gates dijo una vez, como de pasada, que sería posible que no se siguiera desarrollando Microsoft Office para Mac, el comentario se introdujo como prueba en el juicio antimonopolio contra Microsoft. ¿Qué humillante para una empresa como Apple ser tan dependiente de un competidor!

Y que caro, también. Una actualización de Microsoft Office para Mac cuesta 300 dólares de altísimo margen que Apple encantada desearía que fuesen para ella.

Los signos de vida en Apple estos dias son tan evidentes que no sólo ella está escribiendo programas nuevos, sino que otros también han comenzado a hacerlo. Quicken dejó de vender su programa de contabilidad QuickBooks para Macintosh allá por 1997, cuando se suponía que Apple estaba en una situación terminal. Sacó una nueva versión en Diciembre de 2002.

APPLE CONSIGUIÓ RECONOCIMIENTO UNIVERSAL en estos años pasados por sus bebés de colores dulces, el iMac. Pero por debajo, el Mac no estaba a la altura. Los usuarios de Windows pasaron gran parte de los últimos años de los 90 en la posición desconocida de tener mejores y más útiles ordenadores que cualquier cosa que viniera de Apple.

Pero no ahora. Presenciando una demostración de Apple la pasada semana, viendo cómo la máquina delante de mi volaba entre música, fotografías y películas, sentí un escalofrío de envidia Apple que hacía mucho que no sufría.

Ahora que la historia de la creación de programas en Apple es tan fuerte, probablemente lo mejor que podría hacer esta empresa ahora sería sacar un nuevo estilo en cajas beiges, para aquellos que sólo se preocupan de lo que su ordenador tiene dentro. Sería un lapidario “hemos vuelto”.

Apple en estos dias está en la posición única y envidiable posición de atraer a usuarios informáticos de ambos extremos del espectro. El primero es el usuario doméstico, gente que sólo quiere navegar por internet y leer el correo. No hace mucho, los usuarios de este tipo se considerarían alienados por el mero hecho de considerar la compra de un Macintosh. Ahora, estarían locos si no lo hicieran.

Los segundos son los usuarios conscientes de la tecnología, que gustan de los nuevos Macs porque están basados en un programa llamado FreeBSD, un primo cercano de Linux. Apple dice que el movimiento de Linux en el ordenador de sobremesa se está estancando, lo cual podría convertir el ecosistema Apple en el punto de encuentro de todos aquellos que sienten simpatía por el señor Gates.

¿Cómo competir con Microsoft? Una forma que conseguir que otros hagan parte del trabajo por ti. Apple está usando en estos momentos grandes cantidades de programas “de código abierto”. Los fundamentos de su nuevo navegador “Safari” viene de un proyecto de código abierto llamado KDE.

Apple también ha contratado montones de programadores, incluyendo algunos destacados del movimiento del código abierto. Ya hay creada una división propia para todo lo relacionado con los programas. Incluso hay un grupo encargado de mantener el sistema operativo Mac OS X compatible con máquinas Intel. El esfuerzo es parte del compromiso de código abierto, pero también podría ser útil si alguna vez la empresa decide abandonar los microprocesadores PowerPC.

Además de insistir en realizar tanto máquinas como programas dentro de la propia empresa, Apple asume su viejo eslógan “Think Different” de otras maneras. La sabiduría de la industria convencional de los ordenadores mantiene que es inviable que un fabricante gestione su propia cadena de tiendas. Pero Apple tiene ahora 51 tiendas, y hay más en camino. Por el considerable tiempo y molestia que supone, Apple contrata vendedores que, como mínimo saben de qué están hablando.

MUCHA GENTE ASUME que las leyes de la economía favorecen a un monstruo como Microsoft. Pero las bibliotecas sobre el trabajo sugieren lo contrario: libros como “The Innovator’s Dilemma” de Clayton M. Christensen, sobre cómo las empresas consolidadas son afectadas por el lema de menos es más de las empresas que empiezan. O “The Mythical Man-Month” de Frederick P. Books, sobre cómo los programas son cada vez más complicados de hacer cuanta más gente tienes desarrollándolos -aunque eso puede ser un problema para Apple también.

Pongamos las cosas en perspectiva. Apple sigue teniendo menos del 5% del mercado informático, y aunque sus ejecutivos dijeron en la pasada reunión con los analistas que la empresa está ganando cuota de mercado, no ofrecieron ninguna prueba.

Un problema para Apple es todavía ese viejo demonio, el precio. Dell tiene un ordenador básico por 500 dólares en su tienda en internet, menos de la mitad del ordenador más barato de Apple. Apple sostiene que sus máquinas tienen una relación prestación-precio correcta, pero con esas diferencias, no todo el mundo se lo creerá.

Sin embargo, mucha gente comprará Macs. Los periodistas aman las confrontaciones, y se inventarán una a la menor provocación. Dicho esto, parece que algo se está moviendo.

¿Quién se cree que es Steve Jobs, haciendo que el mundo de los PCs vuelva a ser interesante?

Artículo original en Yahoo Finance

Traducido con autorización de su autor por Alf

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