Apple y la diferenciación de producto, por Miguel Puente Ajovín

apple_logo_old.jpegHace poco pudimos escuchar las palabras de Joichi Ito, que decía que el mundo abierto superaría finalmente el sistema cerrado de Apple, crítica que, si bien no es nueva, está cada vez más a la orden del día. Y uno, que se ha pegado toda la vida entre macs y manzanas mordidas varias, se pregunta si es posible que las palabras del japonés hayan dado en una posible diana.

Lo primero que tendríamos que preguntarnos es, ¿es cerrado el sistema de Apple?

Yo no tengo ni idea de informática, ni de programación, pues mi punto de vista es únicamente económico y social. Pero cuando hablamos de sistema “cerrado”, debemos preguntarnos antes que nada, ¿cerrado para quién?

Y aquí hay un matiz que todos los que escribimos en blogs, y nos manejamos, aunque sea un poquillo, por este mundo tecnológico, debemos tener en cuenta: No todos son como nosotros. Debemos aplicar la regla del 20/80.

Y es que, si bien todos los que discuten sobre sistemas abiertos y cerrados podrían asimilarse el 20% de la población, son estos quienes generan el 80% del contenido del debate, por estar más presentes (en internet sobre todo) y lo desvirtúan. Mientras que el 80% de la población (que, en proporción son el 80% de iPads, iPods, iMacs… ventas al fin y al cabo) posiblemente no sepan ni lo que es un sistema abierto / cerrado (hasta yo a veces dudo).

De hecho, es este porcentaje de población el que más fácil lo quiere todo. El que está dispuesto a defenestrar opciones de personificación por la facilidad de uso, la instantaneidad y la estética. Y ahí Apple, precisamente por ser un sistema (quizás) no tan abierto, es donde gana mercado.

Apple ha tenido un recorrido en la diferenciación de su producto muy destacable, ayudado por lo que fuera el primer iPod, consiguió pasar de un sistema dedicado a profesionales a un sistema en donde los valores de una empresa se superponían con el producto. Y la diferenciación siempre es importante en el mercado, porque es ahí donde un producto puede triunfar a la larga.

Y es que el argumento, muchas veces manido y arcaico, de que Apple es un producto caro dadas sus prestaciones, tiene una respuesta clara y sencilla: ¡Es la marca, estúpido!

El contraejemplo también ha sido bastante utilizado, pero es que viene de lujo. Hay tantos coches como posibilidades tiene uno de imaginar, y si bien el gobierno no nos deja conducir a más de 120 por hora, nadie niega que el Ferrari merezca un precio mayor que un Opel Corsa. ¿Por qué? La marca.

Apple hizo el cambio en el momento en el que occidente crecía tanto económicamente como para que la gente pudiera diversificar su consumo no tanto en base al precio, sino en base a la marca y a unas prestaciones cada vez más estéticas. En un mundo, además, donde si bien internet y la informática está cada vez más presente en nuestras vidas, el 80% de la población sigue estando en las antípodas binarias.

La diferenciación tiene un pequeño problema claro, y es que limita el potencial de consumo del producto, pero dado que en un mundo tan prolífico el monopolio es algo casi imposible de conseguir, segmentarse sigue siendo la mejor opción.

Más se puede hablar sobre la presencia no infinita de Steve Jobs, que comparte los mismos “valores” que Apple y cuyo lazo (mal que nos pese) no puede durar por siempre. Pero de momento, lejos de pensar si el camino por el que discurren los avances tecnológicos es abierto o cerrado, habría que fijarse en quién lidera ese camino.

Pista: Tiene vaqueros y usa gafas.

Un artículo de Miguel Puente Ajovín de su bitácora Caótica Economía

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Anónimo
Anónimo
12 years ago

Si hace 30 años los contratos entre IBM y Microsoft hubieran sido de otra manera, posiblemente ahora no existiría el concepto “sistema abierto”. O quizá sí, y habría sido el CP/M (o un derivado) el sistema operativo más usado y desarrollado. Puede que hasta el Linux (procedente del Minix) tampoco hubiera tenido el auge que tiene hoy.

En el símil de los coches, un sistema abierto sería algo como que a uno le dejaran construir su coche escogiendo entre distintas marcas de motor, caja de cambios, carrocería, suspensión, neumáticos, etc. Es evidente que se podrían conseguir modelos mejores por el mismo precio. Y para aquel que enseguida pusiera el grito en el cielo sobre la homologación de las normas de seguridad, siempre se podría estudiar el modo de hacerlo todo “compatible”.

Hasta ahora, la política de Apple ha sido ligar indisolublemente hard y soft, y su éxito: los diseños en el hard y la estabilidad y seguridad del UNIX que hay debajo del soft. Claro que si no fuera así ¿tendría la misma “estabilidad y seguridad”? Cuando el MS/DOS y los comienzos de Windows, Microsoft era quien daba soporte. Luego se liberó y pasó la carga a cada fabricante del hard.

Sobre cómo va a discurrir esto…, no creo que ni Jobs lo sepa; y aunque es evidente que influye (y mucho), siempre puede producirse “un salto” en cualquier otra parte y la tortilla da la vuelta otra vez, porque la separación en cuanto a conocimientos tecnológicos se refiere, entre el mero usuario de informática y los técnicos y/o desarrolladores cada vez es mayor y mayor. Los que reclaman sistemas abiertos pertenecen a los últimos. Bueno, pues ya tienen los PC compatibles y el Linux.

Anónimo
Anónimo
12 years ago

“Yo no tengo ni idea de informática, ni de programación, pues mi punto de vista es únicamente económico y social. Pero cuando hablamos de sistema “cerrado”, debemos preguntarnos antes que nada, ¿cerrado para quién?”

¿Es el color azul “azul”? Si eres daltonico seguira siendo azul… que tu lo veas de otro color es un asunto distinto.

Anónimo
Anónimo
12 years ago

Buenas a todos.

Sí, quizás yo soy de ese 20% que somos tan pesados. Sin embargo, en esta ocasión para explicar el tema voy a poner dos ejemplos claros de por qué Apple es un sistema cerrado y de por qué el usuario de ese sistema tiene que adaptarse a los planes de la empresa sin poder hacer nada.

El otro día estaba con unos amigos, queríamos pasarnos los telefonos y correos entre todos. Hice una lista en mi nokia y la pase por bluetooth a todos, Samsung, HTC, Sony, incluso había uno con un teléfono de la época del pleistoceno … a todos se lo pude enviar menos al iPhone de una amiga ya que Apple no permite paso de archivos por Bluetooth. Al ser un sistema cerrado, ningún programador (sí, parte de ese 20% que somos tan pesados) puede encontrar una solución alternativa ya que Apple no lo permite.

Otro ejemplo lo tenemos en el uso de archivos de música. Por fuerza los usuarios de productos portatiles de Apple (en mi caso tengo un iPod) nos vemos obligados a usar iTunes si queremos escuchar música en nuestros cacharritos. A mi no me desagrada iTunes, pero algunas veces he desistido de cargar un disco pensando en el tiempo que se va a llevar sincronizando.

Esta claro que ser un sistema cerrado a la larga termina pasando factura en pequeños detalles. Hasta ahora Apple se ha diferenciado del resto a base de innovación y experiencia de usuario. Pero ahora que otros fabricantes como HTC o Samsung están a la caza y captura veremos a ver como aguanta Apple.

Espero no haber aburrido con mis explicaciones. Que nadie se lleve a engaño, yo soy feliz con mi Mac, no soy dogmatico en absoluto. Sin embargo, tras años en el trabajo disfrutando y sufriendo (por partes iguales) a Linux creo que al final los sistemas abiertos, incluso siendo a veces inferiores en algunos aspectos, tienen ventajas evidentes sobre los sistemas cerrados.

Saludos.

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