Las aplicaciones móviles están muertas

En el día en que se presenta el SDK de Apple para el desarrollo de aplicaciones móviles en el iPhone, nos parece de máximo interés este artículo de Michael Mace, traducido en CanalPDA, del cual os presentamos los párrafos más interesantes:

Elia Freedman (…) es el consejero delegado de Infinity Softworks, que produce software de mercados verticales para dispositivos móviles (cosas como tasaciones inmobiliarias y servicios financieros). La firma era una de las líderes del mercado de software para Palm, y tiene un historial de 10 años en aplicaciones móviles.

Tal como yo me marché de Palm, Elia evolucionó hacia otras plataformas como el Blackberry. Pero hemos seguido en contacto, y por eso me llamó hace poco para comunicarme que abandonaba el negocio de las aplicaciones móviles.

Elia me explicó largamente los motivos. No puedo reproducir literalmente lo que me dijo (soy incapaz de escribir tan rápido) pero a continuación lo resumo con su permiso:

Dos son los problemas que han motivado el declive del negocio de las aplicaciones móviles durante estos años. En primer lugar, el negocio se ha complicado en el aspecto tecnológico. En segundo lugar, el marketing y las ventas también se han hecho más difíciles.

En el aspecto técnico, hay un par de grandes problemas. Uno es la proliferación de sistemas operativos. A finales de los 90 sólo teníamos que preocuparnos de dos plataformas: Pocket PC y Palm OS. También estaba Symbian, pero en Europa y aquí poca gente le prestaba atención. Ahora existen al menos 10 plataformas. Microsoft por sí sola tiene varias (dos versiones de Windows Mobile, el Tablet PC…) [Elia no lo citó, pero la fragmentación de Java todavía empeora más la situación].

Se diría que hay tres millones de plataformas con un centenar de usuarios cada una.

El segundo problema técnico es la homologación. Alrededor de los dispositivos se están levantando barreras antes impensables. Ahora tienes que homologar tu programa con el sistema operativo y con cada operadora, y eso cuesta miles de dólares, de modo que tus costes se disparan. Además, la tasa de adopción de las aplicaciones móviles ha bajado. O sea, que tengo que pagar más para vender menos.

Luego está el marketing. Aquí también hay dos problemas. El primero es el marketing vertical. Hay pocos dispositivos móviles que se ajusten a los mercados verticales, lo que complica las alianzas de un desarrollador de aplicaciones verticales, como nosotros, con un dispositivo en particular. Por ejemplo, ni siquiera Palm en su momento álgido tuvo más del 20% de los agentes inmobiliarios. Para cubrir nuestros costes de desarrollo con un 20% del parque de clientes, tendríamos que cobrarles más de lo que pueden pagar. Así que me ví obligado a hacer que mi aplicación funcionase en más plataformas, lo que me hizo retroceder al problema del millón de plataformas.

El otro problema de marketing es la desaparición de la distribución horizontal. Antes existían distribuidores y webs de software gratuito que promocionaban los productos de shareware y comerciales para móviles por un coste bajo o nulo. También podías llegar a los clientes mediante la colaboración con los fabricantes de equipos. Nosotros lo dominábamos bien: hubo un momento en que nuestro producto se incluía con el 85% de los dispositivos de informática móvil. Y también distribuíamos en las tiendas.

En cambio, ahora ya no existe ninguna de esas opciones. Las tiendas han desaparecido. Los distribuidores en la web han pasado de quedarse el 20% de nuestros ingresos a quedarse del 50% al 70%. El otro día me puse a buscar las webs de freeware en las que hacíamos promoción, y han desaparecido. La posibilidad de incluir tu programa en el equipo se ha acabado, porque ahora mandan las operadoras y eso hace imposible que nos metamos en el aparato. Antes Palm incluía en el embalaje un CD de programas suplementarios y un folleto donde podías hacer promoción. Las operadoras han acabado con ambas cosas. No les interesan las aplicaciones verticales. Es como si no quisieran ninguna aplicación.

¿Y qué hemos hecho en el mundo de los móviles? Hemos creado una serie de plataformas tecnológicas elegantes, optimizadas únicamente para la informática móvil. Resolvimos cómo prolongar la duración de las baterías, encender los equipos al instante, ahorrar el precioso ancho de banda inalámbrico, sincronizar con ordenadores repartidos por todo el planeta y optimizar la presentación de los datos en una pantalla diminuta.

Pero nunca supimos cómo ayudar a los desarrolladores a ganar dinero. De hecho, combinamos nuestras elegantes plataformas con un modelo de negocio para desarrolladores tan equivocado que harían falta años y enormes batallas políticas en todo el sector para corregirlo, si es que puede ser corregido.

Entretanto, ha surgido una plataforma alternativa para los desarrolladores móviles. Presenta terribles defectos técnicos, no está nada optimizada para el uso en el móvil y, de hecho, fue diseñada para un tipo de informática completamente distinto. Sería difícil imaginar una arquitectura informática menos apropiada para el uso a través de redes celulares de datos. Pero cuenta con un modelo de negocio que barre todos los obstáculos del mercado móvil. Los desarrolladores móviles están comenzando a pasarse a ella, un goteo que pronto será inundación. Y creo que esta vez llegará para quedarse.

Por si no lo habían adivinado, me refiero a la web. En mi opinión, las aplicaciones web se van a cargar la mayor parte del desarrollo de aplicaciones nativas para móviles. Y no porque la web sea una tecnología mejor para los móviles, sino porque ofrece un modelo de negocio mejor.

Hasta hace poco, un par de obstáculos impedían que eso funcionase. El primero era la ausencia de tarifas planas de datos. Ya hace cierto tiempo que existen en los EE.UU., pero en Europa comienzan a aparecer ahora. Antes de las tarifas planas, los usuarios tenían mucho miedo de explorar la web móvil, porque se arriesgaban a recibir una factura de móvil de mil euros. Ese temor está desapareciendo. El segundo obstáculo era la terriblemente mala calidad de los navegadores web móviles. Muchos de ellos siguen siendo malísimos, pero la gran calidad del navegador del iPhone de Apple, combinada con la adopción de WebKit por parte de Nokia, apunta hacia un futuro en el que la mayoría de los navegadores móviles ofrecerán unas prestaciones razonables. El mercado les obligará: ahora las empresas de móviles tienen que disponer de un navegador completo si quieren competir con Apple, y las operadoras tienen que ofrecer pleno acceso a él.

Qué significa todo esto

Si usted desarrolla para móviles, debería pensar en dejar el desarrollo de aplicaciones nativas y pasarse a un sitio web optimizado para móviles.

Si es usted un cliente de móvil, asegúrese de que su próximo teléfono avanzado tenga un navegador plenamente funcional y capaz de mostrar páginas web normales.

Si es usted una operadora o un fabricante de terminales, vaya acostumbrándose a su nuevo papel de simple conducto. Al tratar de controlar a sus clientes y quedarse con la mayor parte de los ingresos por datos móviles, sólo han conseguido llevar a los desarrolladores hacia la web, que es aún más difícil de controlar.

Columna completa e interesantísima en CanalPDA

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