La vida es lo que te ocurre mientras estás ocupado haciendo otras cosas…

Tenía preparada una columna más o menos positiva -que publicaré la semana que viene-, pero la realidad me ha sobrepasado. Los que me leeis sabeis que hace no mucho (desde la pérdida de Christian) mantengo una hipersensibilidad hacia las personas en detrimento de las máquinas…

…Por eso hoy, al recibir el correo electrónico que leereis más abajo, pienso que debo darle prioridad. No se trata sólo de lealtad hacia la persona en el infortunio (no le conozco personalmente, pero ambos hemos pasado muchas horas leyendo mensajes dentro del círculo de amigos que es Mac-Club), ni de dramatismo fácil. Ni siquiera de un intento de depresión colectiva.

Lo publico como una llamada más, honda y sincera, de que nuestro bienestar es precario y de que, al final, sólo somos personas intentando ser felices. El que quiera aprender algo, que lo haga. El que quiera pasar al siguiente artículo pensando -como con la muerte- que estas cosas siempre le ocurren a otros, está en su derecho.

Pero, por si acaso el “otro” eres tu…

Odio las despedidas, así que besos.

Bien, pues ahora si que si, es el final de mi camino.

Este es el ultimo mensaje que mando por correo electrónico, cuando lo leáis ya no funcionara la linea telefónica y, si Ángeles ha sido inteligente, ya no habrá una dirección de correo a mi nombre.

Ni nadie que recoja los mensajes que pudiera haber en ese buzón.

Así que es inútil que nadie intente contestar a este mensaje.

Supongo que a nadie le importa demasiado pero tengo derecho de pataleo, el último derecho que me queda, y a alguno puede que le interese escarmentar en espalda ajena, así que…

A principios de año, cuando quebró mi negocio, teníamos unas reservas de 2.800 vellines, y pese a que Concha tuvo un contrato basura de 540 durante 6 meses (3.240) y nos devolvieron de Hacienda 1.500 más (qué generosos, si nos los hubieran dado 6 meses antes), y pese a alguna chapuza que he podido lograr yo, ya no nos queda nada, salvo el dinero que le dan a Concha sus padres y del que yo me niego a vivir indefinidamente.

Aun aquí, donde todo es mas barato (¿?), hacen falta unos 1.000 vellines negros al mes para sobrevivir una pareja, y aun así, aún habiendo recortado todo lo posible y lo imposible, nos es inalcanzable ese mínimo porque no tenemos nada a que agarrarnos, ni posibilidad de conseguir ningún trabajo.

¿Que quiere decir esto?

Pues que esta noche la pasaré en casa de mis padres, donde a mis 38 años, tengo que volver porque me es absolutamente imposible sobrevivir por mis propios medios.

Se acabó. A partir de ahora mi actividad será cuidar a mis padres y vivir de su pensión. Al menos estando en su casa les causaré un gasto menor.

Esta casa se cierra, se dá de baja el teléfono, la luz y todo lo demás, y los ínfimos recursos que me quedan y mientras me duren, servirán para pagar el alquiler y guardar todos los trastos que tengo aquí.

Luego, bueno, probablemente se vaya todo a la basura, incluidos los Mac que nadie ha querido comprarme.

¿Y mi mujer? Pues no lo sé. De ella depende, con sus padres supongo, yo me niego a vivir a costa de mis suegros.

Un poco de dignidad si me queda, y he decidido que debíamos separanos. Ella tiene derecho a seguir adelante con su vida, si puede. Si consiguió un contrato basura quizás consiga más y no quiero ser un lastre inútil en su vida.

Ella hace cosas y cree que podrá salir adelante.

Yo no lo creo. No aquí, al menos. Estamos en la lista negra, somos contrarios al régimen y o nos vamos de la comarca o no conseguiremos nada.

Los caciques existen y son poderosos, sobre todo entre los pusilánimes y mezquinos gallegos, que con una dulce sonrisa te destripan sin compasión.

Pero eso es otra cuestión, claro está.

Comprenderéis que esta separación es lo más desagradable de la situación, por lo traumática que ha sido, sobre todo para ella. Seguimos queriéndonos y deseando estar juntos, pero sé que cuando entra la miseria por la puerta el amor acaba saltando por la ventana. Es mejor dejarlo ahora así, con pena, que más tarde con resentimiento.

Yo ya estoy resignado a todo esto, pero ella es más optimista, y quizás gracias a ello pueda encontrar alguna salida con el tiempo.

Pero yo ya no soy capaz de creerlo y en consecuencia, no soy capaz de esperar nada.

Y aun debería sentirme satisfecho: no me voy a vivir en un túnel debajo de la Castellana.

En estos meses he mandado quizás 200 currículos, contestado a un centenar de anuncios, hablado con 40 o 50 personas que podían echarme un mano, darme trabajo o tenerme en cuenta, ETT, infojobs, Inem y demás mierdas.

El resultado es que nadie quiere a un tío de 38 años con 20 de profesión y que vive en el culo del mundo.

Ni siquiera para currito, para peón de albañil, pescador, dependiente o mozo de almacén en hiper.

Un crío cobra de media entre un 30% y un 40% menos que un “maduro” en cualquier trabajo, pero además es más fuerte, mas dúctil, mas rentable. Y, sobre todo, están deseando currar por una mierda con tal de tener para las copas del fin de semana y para la letra del coche.

Aquí es así, por lo menos, y claro está, “maduritos” como nosotros no los quiere nadie.

Y menos sin están marcados como “indeseables”.

Laboralmente no existo, y como no tengo medios para consumir se puede decir que tampoco tengo presencia socialmente.

Soy un fantasma, según parece.

En fin, que eso es todo. Tras años de esfuerzos me voy al lugar donde parece que pertenezco; ¡A la mierda!.

Si fuera idiota sería un consuelo pensar que no soy ni el único ni el primero en recorrer esta senda… pero no soy idiota.

La única idiotez que siempre me he empeñado en cometer ha sido intentar ayudar a todos lo que me rodeaban y me lo pedían; la idiotez ha sido creer que cuando fuera yo el que necesitase ayuda habría alguien que quisiera ayudarme.

Pero no ha sido así.

Me he hartado de oír excusas; ha habido quien me decía que lo sentía mucho, que en el momento que supiera de algo me avisaría. También he oído a gente más sincera que se limitaban a decir eso de “no nos llame, ya le llamaremos nosotros”. Y los peores, esos que me han contado lo mal que está todo, los problemas que ellos tenían, y que no me creyera que ellos no estaban peor que yo… encima tener que compadecerlos por tener que pagar las letras del coche nuevo, por ejemplo.

Bueno, es lógico, la supervivencia y la ley de la selva es absoluta, no los culpo.

Me molesta, sobre todo moralmente, porque yo nunca dudé en echar un mano e incluso quitármelo yo para dárselo a otros, pero…

La gente “ayuda” mucho de palabra, o a esos que están en el otro extremo del mundo, que no dudo que estén mal, pero les ayudan por esnobismo, por puro pijerío, porque en cualquier caso no tendrán que verlos de cerca y quedan muy bien ayudándoles, mientras que al pobre de la esquina, que se lo lleven

a otro lado que ensucia y molesta verlo.

Ayudar al que está al lado, no es tan fácil, ni tan divertido, ni tan bien considerado.

No hacemos ningún caso a los que están cerca y a los que podríamos ayudar de forma directa, a veces porque nos olvidamos, ocupados en nuestras cosas, lo vamos dejado y al final, no hacemos nada. Otras veces lo posponemos premeditadamente porque hay cosas importantes que hay que anteponer, o simplemente somos tan egoístas que no nos importa una mierda nadie y no dudamos en dar una cínica palmadita en la espalda mientras pensamos “Búscate la vida, gilipollas”.

Nadie me ha ayudado, lo que en el fondo es una suerte porque a nadie le debo nada.

Así que en adelante, cuando paséis por un rincón donde habiten los “homeless”, deteneos un momento a pensar lo fácil que es ser uno de ellos y cuidaros mucho de necesitar nada de nadie.

En fin, ¿para qué darle mas vueltas?.

Este es, por tanto, el último mensaje que nunca más veréis de mi, ya no tengo línea desde donde llamar, ni teléfono, ni casa , ni nada de nada, vamos que será imposible ponerse en contacto conmigo, salvo en persona, y eso es altamente improbable, así que… ahorrar ancho de banda y obviar este mensaje como si hubiera sido un irritante mosquito, seguid adelante y olvidad a los caidos. Es la ley de esta selva.

Nada mas, decir hasta luego tan solo.

Fue un placer estar con casi todos vosotros, (con algunos, pues no. ¡Para qué ser hipócrita a estas alturas! Algunos también se sentirán aliviados de perderme de vista), y os echaré de menos a la mayoría.

Hasta siempre.

Salud, Jorge. Buena suerte.

Seguiremos informando

Alf

0 0 votos
Article Rating
Subscribe
Notify of
3 Comments
Oldest
Newest Most Voted
Opiniones Inline
Ver todos los comentarios
Anónimo
Anónimo
21 years ago

Me siento triste de oirte hablar asi y no te voy a decir ke hay que ser optimistas y positivos..!!pero te lo digo!!:) 38 tacos no son nada..eres un chaval todabia..y saldras adelante.Se ke es facil decir esto cuando no lo estas pasando , pero de corazon te deseo mucha suerte en tu vida…ANIMO MI NIÑO!!

Anónimo
Anónimo
21 years ago

Después de leer el correo de Jorge, se da cuenta uno de lo frágiles que somos, que la desgrácia puede caer sobre cualquiera, … y ver como todo tu mundo se va a la mierda y nadie te tiende una mano, debe ser horrible.

Me gustaría que cada uno de nosotros mirara hacia su interior, entonces podremos ver que llevamos un “Jorge” dentro, y que quizás, nadie nos va a ayudar si nos pasa lo mismo…

“quizas nadie nos va a ayudar…”

por favor, cambiemos esto,

Y a Jorge, aunque no lea esto, desearle un mejor futuro,

… y decirle que siempre hay esperanza.

Saludos, desde Sevilla

Baban

Anónimo
Anónimo
21 years ago

Jorge dice que ya no me leerá y es fácil decir “ánimo” desde el calor de mi casa, conectada a Internet (aunque no sea con un Mac)

En chino, la palabra “crisis” se compone de los ideogramas “peligro” y “oportunidad”, dos situaciones que pueden llevar por caminos opuestos a quienes gestionen peor o mejor la fuente que las desencadena…

Estaba leyendo éso cuando llegó un correo de Alf, a la lista Grimm y me vine para acá, encontrando este artículo.

En el mismo libro (acerca de la muerte) se habla de cómo hemos aprendido a mirar hacia otro lado cuando lo que vemos no nos gusta… Yo lo aprendí bien, me lo enseñaron bien, y llevo años empeñada en desaprenderlo, lo que me está costando la misma vida (que al final va a resultar más trabajosa que la muerte)

A mi me queda el consuelo de ser capaz de educar a mis hijos de otra manera.

A Jorge, espero y deseo que, desde su crisis, encuentre la oportunidad que busca. Siempre que se pierde algo, se gana algo. Dicen que éso es matemática pura… yo creo que sí, pero no diré que es fácil, menos aún desde mi privilegiada situación: tengo un trabajo que me da para vivir y que me gusta.

Suerte y salud a todos, porque efectivamente, “los otros” somos todos.

Buen Camino

Lola

3
0
Me encantaría saber tu opinión, por favor, deja un comentariox
()
x