Todos estábamos tan felices y cómodos haciendo nuestras valoraciones de salón sobre si Tim Cook sería un buen sustituto de Steve Jobs, ahora que sabemos que Steve dejó su puesto hace algunos días de manera indefinida, aunque pretende seguir ejerciendo desde más allá la lejanía. Es sorprendente lo rápido que todo el mundo -mercados, analistas, usuarios- se han puesto de acuerdo en que “no pasa nada”, que Jobs tiene derecho a retirarse y que el futuro está asegurado.
Toda la grandeza, todas sus dotes de “visionario”, de mesías tecnológico, de maestro director del circo Apple, todo aquello que le hacía aparecer como imprescindible, en apenas un par de días se ha superado. Es probable que Jobs haya entrado directamente en la categoría de mito (eso lo sabremos si empiezan a darle premios “a la trayectoria”) y como tal esté se haya situado más allá de lo tangible, pero sin duda su marcha es un shock que hará que todo el mundo mire esquinado cualquier tropezón, duda o mal inicio de producto que la empresa presente durante los próximos años. “Esto con Jobs nunca habría pasado” será la sombra fantasma que todos los altos ejecutivos de la empresa de la manzana tendrán sobre sus cabezas mucho después de que Jobs ya no tenga ninguna implicación con la empresa.
Si Jobs se ha comportado como un “granjero” americano, que sólo sale a la luz cuando tiene algo que decir sobre la cosecha, sin importarle un pimiento las oportunidades que su presencia podría brindar a su empresa -baste recordar las giras de su camarada Bill Gates, firmando acuerdos con ministerios, gobiernos y universidades, sólo porque estos pudieran salir en la foto con él- sus sucesores están cortados con el mismo patrón. Apenas nada se sabe de Tim Cook (aunque los carroñeros ya empiezan a publicar especulaciones), rara vez se ve a Jonathan Ive en eventos o entrevistas, ha sido noticia que Phil Schiller empiece a usar Twitter, y por supuesto, salvo los locos responsables del desarrollo de Safari (basado en Código Abierto), nadie tiene un blog en Apple.
Ya sé que normalmente todo esto nos trae al fresco, pero si miras la pregunta del titular, te darás cuenta cómo en este caso la personalidad de la cúpula de Apple es un dato a tener en cuenta si planteas la hipótesis de que una persona con esa tendencia al exhibicionismo verbal como Schmidt sea su jefe.
De Cíclope a Hidra (Hasta la vista Steve…), por Alf
El abuso de información privilegiada
El iPhone se lanzó en junio de 2007. Eric Schmidt dejó el consejo en Agosto de 2009, cuando toda la proyección del iPhone había sido establecida y Android ya estaba completamente centrado en ser la “alternativa al iPhone”.
En general, que Google esté persiguiendo los mismos mercados que Apple (aunque siempre tarde y con mucha menos claridad de ideas) es muy llamativo (con lo grande que es el campo). Y no me cabe ninguna duda (a mi, que conste) de que la información a la que Eric Schmidt tuvo acceso en ese tiempo le sirvió para que su compañía se orientara en áreas que potencialmente (ya hemos hablado de si realmente los tablets que intentan competir con el iPad serán negocio o no) podrían ser rentables.
“No es necesario ser borde” dijo Jobs, por Alf
Finalmente, Eric Schmidt abandonó su puesto en el consejo de Apple cuando se hizo patente que el departamento de Justicia investigaba a ambas empresas.
Apple nunca ha manifestado malestar o sospecha alguna sobre si Eric Schmidt ha abusado de su confianza, pero todo aquel que observe los caminos que ambas empresas están recorriendo no podrá dejar de notar que Google toca las mismas bases que previamente ha visitado Apple.
Buenos amigos
Nada de esto parece haber enturbiado la amistad -o la confianza- que ambos directivos se tienen, y Eric Schmidt ha aparecido varias veces en las presentaciones de Steve Jobs (no nos consta que el caso inverso se haya dado alguna vez) y se les ha visto juntos en actos sociales o simplemente quedando para tomar un café.
Eric Schmidt deja la dirección general de Google
En la comunicación de resultados de ayer de Google, un pequeño párrafo ha conmovido el mundo tecnológico (mucho más que la comunicación de la baja indefinida de Jobs). Eric Schmidt abandona su puesto de CEO para pasar a ser presidente ejecutivo, dejando el puesto de CEO a uno de los dos fundadores de Google, Larry Page.
Básicamente, a lo que dicen que se va a dedicar Eric Schmidt es al tráfico de influencias (exagerando). Dicen en el comunicado:
Eric Schmidt asumirá el papel de director ejecutivo, centrándose externamente en acuerdos, asociaciones, clientes y relaciones de negocios en un sentido amplio, tratos con el gobierno y liderazgo de pensamiento tecnológico -todo esto cada vez es más importante dado el papel global que juega Google. Internamente seguirá aconsejando a Larry y Sergey.
O sea, que asume un papel de representación de la empresa, pero sin ninguna responsabilidad en estrategias, ni conocimientos de dirección de la empresa. Irá donde le digan que vaya y hablará con quien tenga que hablar, de lo que aya que hablar.
Un círculo que se cierra
Como relacionaba al inicio del artículo, se trata dos hechos previsiblemente sin ninguna relación. Pero al leer hoy el comunicado de Google, no he podido dejar de sentir el paralelismo del entrenador que se va de su equipo porque espera una llamada de la selección.
Jobs está de baja indefinida desde no se sabe cuándo (su tercera baja) y Schmidt pasa a la “reserva”. Por supuesto como CEO de Google no puede bajarse del trono de los buscadores y subirse al de la informática de consumo en Infinite Loop. Un ejecutivo de su nivel necesitará un tiempo de carencia antes de incorporarse a un competidor (un año, dos, tres… lo que marque su contrato).
Así que, sin que se note mucho, mejor salir de las decisiones estratégicas de Google, y que el tiempo empiece a contar por si pasados unos meses hay que pedir la carta de libertad.
No sé si todos los que están aguantarán sin la fusta y las caricias de Jobs. Es posible que si Jobs no retorna nunca y se queda a disfrutar de sus hijas, muchos decidan que ellos también tienen dinero suficiente para varias vidas y que prefieren dejarlo en la cumbre. Pero para los que se queden ¿cómo encajarían que una personalidad como Eric Schmidt fuera su jefe y su portavoz?
Alf, por el tono de tu post sumado a lo de Tim Cook y su bragueta, a manos de los del imperio gizmodo, da la impresión que se ha adelantado el carnaval.
Eric Smith no pinta nada en Apple. No merece ni un post vacilándole. Ha dirigido 10 años la empresa líder de internet, y deja de dirigirla porque solo hace dinero con la publicidad, con un crecimiento anual del 30 por ciento, mientras Apple crece mucho más, abriendo áreas de negocio (iPhone, iPad) y Facebook es la nueva reina del baile en internet.
La cosa es que Jobs sigue siendo CEO de Apple, y que estuvo, desde su vuelta a Apple, varios años como iCEO (interino).
Esos años, desde rumores a análisis sesudos, todo eran cábalas. Insisto no ha soltado las riendas y apuesto porque hasta el rabo todo es toro… o sea.
Este muchacho como jefe de una Apple que vende servicios….
Una Apple que fabrica los gadgets que le permiten vender más servicios….
Pues cuando me he enterado de la marcha de Eric Smith, ha sido lo primero que me ha venido a la cabeza.
Eric Smith al frente de Apple? Porque no!
Eric Schmidt no se ha ido a ningún sitio, simplemente ha cambiado su cargo dentro de Google.
Schmidt no es JOBS 2.0 !!!
salvo el buscador, todo ha sido fotocopiadora (algo mejor que el resto de la industria)
Conran definió en los años 60: el público no sabe lo que quiere hasta que se lo muestres… cosa que repitió JOBS en un par de entrevistas !!!
si me diesen a elegir, apostaría por alguien de la casa: Tim Cook !!! ya que el equipo que rodea a Jobns es lo suficientemente coesionado para que Apple funciona correctamente mientras encuentran a algún sustituto real a JOBS(tal vez no haga falta)