Reflexiones sobre lo visto y oido

Este 2003 ha empezado con unas perspectivas muy distintas de las del año pasado

El año comenzó para los usuarios de nuestra plataforma preferida trayendo unos Reyes Macgos con una actitud muy diferente de la que se respiró el año pasado. Una de las primeras conclusiones que se pueden sacar -ya- es que los que usamos Mac volvemos a tener esa cara de “este partido lo vamos a ganar”.

El Steve Jobs de 2002 no podía tragar y las manos le temblaban con el miedo propio del que sabe que sólo tiene humo para vender, y que los compradores de humo están de vacaciones.

Este albor de 2003 nos trajo sonrisas, saludos a los de allende los mares y la cara del ganador. Ganador porque presenta cosas que nadie tiene, y ganador porque presenta cosas que nadie sabe que tiene. La sorpresa es total.

Esta actitud contrasta notablemente con la del año pasado, cuando se presentó el iMac del pantalla plana, y donde Steve Jobs pretendió cubrir su incertidumbre sobre el dictamen que darían los usuarios intentando convencer con su palabra de que el diseño del iMac era mucho mejor, mucho más avanzado y mucho más de todo lo que se hubiera podido imaginar cualquiera.

Pero la forma resultante no era tan rotunda como su antecesor (el iMac CRT) y Jobs lo sabía. El resto del año transcurrió en ese quiero y no puedo, atrapados en tantos frentes abiertos: Sin chips veloces de Motorola y sin esperanzas de tenerlos. Sin los programas principales (aún hoy la espina de Quark sigue clavada en el corazón de Jobs, y sabemos que ni perdona ni olvida… seguro que espera vivir para vengarse del fabricante de XPress de una forma u otra). La cuota de mercado de educación desmoronándose y PowerSchool haciendo aguas (la marcha atrás en la muerte del CRT tiene mucho que ver con eso). Los ingresos, como consecuencia de ello, inclinándose progresivamente por el color rojo… Las duras decisiones de .mac, de las actualizaciones de pago,…

¿Alguien puede pensar que no le hubiera gustado a Apple dar -o seguir dando- todo gratis? Si hubiera podido ser así, seguro que la cifra de adopción de Mac OS X sería bastante más alta.

A todos nos costaría tragarnos esos sapos, pero si eres una figura icónica de la informática, tu ego tiene que hacerlo todo más duro, agrio, amargo,…

Le ha costado todo un año a Apple sacudirse esa parálisis creativa -sólo el iPod ha dado alegrías, y eso teniendo en cuenta que se recibió como otro error estratégico de Apple “a la Cube”-.

En resumen, cuando Steve Jobs saltó al escenario del Moscone, sabía que tenía una conferencia ganadora.

Recuperó algo de lo que Apple parecía que estaba perdiendo: la palabra “gratis” para sus usuarios, y una argumentación sólida y comprensible de por qué iDVD tenía que ir en caja (de los dos tipos, de cartón y registradora). De forma que a nadie le importó. De hecho, muchos han expresado su intención de comprar iLife sólo por el placer de tener la caja y los discos en la estantería.

Si el precio hubiese sido el mismo, pero pagando por todos los programas, seguro que hubiéramos organizado una nueva -y estéril cruzada- contra esa Apple pesetera que pretende cobrar por su I+D.

También presentó Keynote, un programa que se supone ataca a PowerPoint, pero por lo que he podido ver (y me han comentado) realmente se situa por debajo en cuanto a prestaciones. Aquí puede que me equivoque, y si es así, me disculpo de antemano, y ya me corregireis… Keynote no puede hacer “autoejecutables” de forma que mandes una presentación por correo electrónico y se reproduzca tal cual, la colección de transiciones y efectos es bastante más limitada que la de PowerPoint, y su paleta de Inspector es absurdamente pequeña. No cabe duda que todo evolucionará, pero no creo que sea realmente una amenaza para PowerPoint de Microsoft.

Tampoco puedo ocultar que su aspecto es magnífico, aseado -no con esa profusión de botones y paletas con las que Microsoft ha conseguido contaminar la informática. Sus temas predefinidos sólo tienen un adjetivo posible…Bonitos. Y su espacio en disco duro es bastante modesto. Sin duda, muchos usuarios que fabrican y proyectan sus propias presentaciones convivirán felices con él.

La otra gran bomba de programa fue Safari. Un navegador para internet en fase beta (es decir, no lista para su uso masivo) que Apple precisamente ha puesto a disposición del público masivo.

Un pensamiento objetivo resulta en la pregunta ¿por qué sacar un navegador en fase beta? El mercado (aunque no hay mercado, ya que son todos gratuitos) de navegadores para Macintosh está realmente concurrido, con opciones de todos los tamaños y capacidades. Parece que hubiese sido mejor mantener el desarrollo secreto hasta tener algo definitivo que “abrumara” a la competencia. Parece que primó más bien la necesidad de “apabullar” con lanzamientos y novedades, como forma de revitalizar los ánimos.

Steve Jobs dijo que hay 5 millones de usuarios activos de Mac OS X. Pero eso no significa que todos sean usuarios de Jaguar (unico sistema que permite el uso de Safari). La cuota de usuarios de Jaguar (si la de Apple en el mercado total es de el 3,5%, puede ser un 1ó 1,5%). ¿qué sentido tiene que Apple dedique fuerzas a desarrollar un producto en un campo donde, en contra de lo que dice la propia empresa de la manzana, la competencia está más que servida?

En mi opinión, y cuando todo esté bien afinado, reúna todos los estándares, se convierta en el mejor navegador del mercado, Apple sacará un Safari para PC. Y entonces ya no estará compitiendo por el 1% de los Jaguares del mundo… estará luchando por el otro 95% del mercado.

Apple con Safari busca otra vía de agua en el mundo Windows -donde la predominancia de Explorer ya si que es total- de forma que los pecerros puedan experimentar en sus propias carnes lo que es un navegador estable, rápido, que cumple con estándares… y sin agujeros.

Steve Jobs es un maestro de la comunicación y del “mercadeo” (como se decía en las antiguas traducciones). Y todos sabemos que una de las necesidades de la publicidad es convertir un defecto en una virtud, una carencia en una ventaja.

Apple sabe que este año tampoco van a llegar chips para sus estaciones de sobremesa, así que ese tema mejor no tocarlo, porque levanta ampollas y deprime a las “huestes”. Ok, así que el mercado de sobremesa, mejor dejarlo al tran-tran… y las culpas a la economía.

Pues entonces nos queda el iPod… y los portátiles. Pues hagamos del mercado de los portátiles nuestro objetivo para este año. E intentemos sacar todo el jugo al producto. Por eso este año toca portátiles. Si el año que viene IBM, Motorola, o quien sea aporta las cantidades de chips RISC que Apple necesita, 2004 será el año del Desktop. Al tiempo 😉

Así que, el efecto aspirina efervescente de la Macworld, surtió efecto. Todos salimos con la cabeza despejada, llenando los pulmones de olor a manzanas, y con ganas de vender todos los equipos que tenemos para comprar un portátil de tamaño disparatado (por grande o por pequeño).

Dias después Apple ha presentado sus cuentas. Y el analgésico Macworld parece haber hecho efecto… Nadie le ha dado mayor importancia, básicamente han cortado y pegado, y todo el mundo ha dado por bueno que las pérdidas se deben a los gastos de reestructuración. Unos analistas dicen que hay que vender y otros que hay que comprar. O sea, nada nuevo.

Sin embargo, las grandes preguntas de Apple han quedado ignotas… ¿qué hacer con el sector educativo? ¿qué hacer con los equipos de sobremesa? ¿y que hacemos con Europa y su euro (está claro que Apple ahora mismo está haciendo un negocio fabuloso con Europa)? …

Apple mientras tanto, dice que no sacrificará la innovación para mantener los beneficios y que este año va a ser pródigo en novedades y sorpresas.

De momento, a mejorar discretamente Jaguar, y este verano, Panther (Mac OS X 10.3) otra vez de pago -que no todo van a ser flores-…

Seguiremos informando.