Hola MacBook Pro. Adiós, MacBook Pro

El lanzamiento ayer por parte de Apple de una nueva gama de MaBook Pro ha pasado prácticamente desapercibido: fuera de la fecha habitual de presentación de equipos y nuevos dispositivos (los martes), esta nueva gama puede considerarse como una actualización menor de los portátiles profesionales de Apple con discretas mejoras en los procesadores, almacenamiento y gráficas. Sin embargo, esta no es la primera vez que la compañía de Cupertino realiza una actualización de este tipo y generalmente, es un último paso antes de cambios mayores.

Básicamente lo que ha hecho Apple con estos nuevos MacBook Pro es darles un último empujón antes de poner un punto y seguido en la gama ofreciendo a los usuarios la posibilidad de disponer de un último portátil con las mejores características posibles antes de establecer una ruptura en cómo desde Infinite Loop entienden que será la gama portátil para los próximos años, un futuro marcado no solo por las nuevas tecnologías que los proveedores ofrecen, sino también por la presión de los mismos, que han aprendido mucho de la filosofía de Apple y quieren (y sobre todo, pueden) marcar diferencias en el mercado.

Empezando por Ivy Bridge

La próxima generación de portátiles de Apple dispondrá de procesadores Ivy Bridge. Esto, desde luego, no es un secreto. Intel está haciendo una apuesta muy importante por la gama de procesadores de consumo de la serie Core iX (incluso retrasando sus procesadores “profesionales” Xeon) y Apple portará en su momento procesadores de esta nueva generación.

El objetivo de Intel es ofrecer una nueva experiencia del usuario, gracias a la aceleración del desarrollo de un nuevo tipo de ordenadores portátiles. Estos ordenadores combinarán el rendimiento y las prestaciones de los portátiles actuales junto a las funciones de una tableta para, de esta manera, proporcionar una magnífica capacidad de respuesta y la máxima seguridad, y todo ello en diseños delgados, ligeros y elegantes. Es la idea de Intel con una plataforma unificada con la que busca generar una sinergia entre los fabricantes mas allá de que cada uno de ellos decida cómo van a ser los portátiles basando sus ideas exclusivamente en sus prospecciones de mercado.

Intel planea tres fases esenciales en la estrategia de la compañía para acelerar este objetivo, que ha comenzado con la 2ª generación de la familia de procesadores Intel Core. Esta familia de productos permitirá la creación de unos diseños delgados, ligeros y elegantes, de menos de 20mm (0,8 pulgadas) de grosor y unos precios de venta por debajo de US$1.000. Son los actuales procesadores Core iX que portan los portátiles de Apple.

Basándose en esta 2ª generación de la familia de procesadores Intel Core, Intel tiene muy claro como serán los procesadores de Intel de siguiente generación – con nombre de código “Ivy Bridge” – que se estima podrían encontrarse disponibles en el primer semestre de 2012. Los ordenadores portátiles basados en “Ivy Bridge” mejorarán la eficiencia energética, el rendimiento visual inteligente, la capacidad de respuesta y la seguridad. “Ivy Bridge” es el primer chip elaborado en grandes cantidades basado en la tecnología de fabricación de 22 nanómetros (nm) de Intel, que utiliza un diseño de transistor 3D revolucionario llamado Tri-Gate, anunciado en mayo. Intel también incluirá tecnologías complementarias USB 3.0 y Thunderbolt, que forman parte de los trabajos permanentes de Intel para ofrecer un impulso a la plataforma de PC.

Después de “Ivy Bridge”, los productos planificados para 2013 con nombre de código “Haswell” son el tercer paso para conseguir la categoría Ultrabook y para reinventar las capacidades del ordenador portátil en unos diseños ultra delgados, ligeros, más seguros y con mayor capacidad de respuesta. Con “Haswell”, Intel cambiará el punto de diseño térmico de los portátiles de uso general con la reducción del consumo del microprocesador a la mitad del punto de diseño actual.

Según un estudio de mercado de Intel realizado este año y sobre el que la compañía basa sus prospecciones de futuro para crear plataformas unificadas como los UltraBook, las dos características mas sobresalientes dentro de los deseos de los usuarios, además del aumento de la potencia, son el aumento de la autonomía y por primera vez, el diseño con dispositivos mas delgados, bonitos y elegantes. Algo que Apple ha estado cuidando durante muchos años y que Intel ha descubierto mas allá de su política habitual de entregar procesadores y que cada uno “haga lo que quiera con ello”.

Cuando Intel presentó la plataforma UltraBook este año, dejó muy claro que tras muchos años de simplemente dedicarse a suministrar piezas a los fabricantes, había tomado la determinación de reconducir cómo serían los portátiles del futuro según sus especificaciones.

Apple

Apple, a pesar de seguir su propios roadmap de producto, no pierde de vista lo que hacen sus competidores, y sobre todo, lo que pueden hacer si Intel fuerza a todos ellos a seguir unas especificaciones que entran en colisión directa con su forma de entender como ha de ser un ordenador. Así que de la misma forma en que supo redefinir la plataforma UltraBook antes incluso que la propia Intel con los MacBook Air, va a tener que mantener su compromiso con los usuarios perseguida por un conglomerado industrial que ya no hace la guerra por su cuenta y quiere competir no con Apple, pero si aprender sus lecciones para luchar por un mercado potencialmente mayor que colateralmente podría arañar cuota a la compañía de Cupertino.

La siguiente generación

La próxima generación de MacBook Pro va a traer cambios muy sustanciales: se van a purgar una serie de tecnologías que desde CUpertino se consideran obsoletas además de incluir ya de serie para toda la gama de una nueva arquitectura que represente una filosofía basada en una mayor autonomía y la reducción de peso. Por supuesto habrá mejoras en el rendimiento y el abandono de nuevos interfaces para ser sustituidos por otros nuevos, pero todo apunta a que Apple, antes de que el resto de los fabricantes haga un movimiento en esta línea, presentará nuevos macBook Pro con un aspecto radicalmente diferente.

Primero se eliminará la unidad óptica, política que ya se ha puesto en marcha en el MacBook Air y en el Mac Mini. Hasta ahora Apple ha mantenido la unidad óptica por motivos de retrocompatibilidad, pero ha dado importantes pasos para eliminar este factor de la ecuación y en la siguiente generación de MacBook Pro simplemente dejará atrás los CD´s y DVD´s. Esto le va a permitir refactorizar la carcasa del MacBook Pro y adelgazar el portátil además de reducir su peso. Otra tecnología que desaparecerá posiblemente en esta nueva generación es Firewire 800, desplazada por Thunderbolt. Apple confía en que el año que viene la oferta de dispositivos Thunderbolt sea lo suficientemente amplia y sobre todo, lo suficientemente asequible como para deshacerse de este protocolo. Adicionalmente incluirá, ya que Intel se lo va a permitir al incluir soporte, USB 3.0 para la conexión de dispositivos de consumo. Con uno o dos puertos Thunderbolt y dos puertos USB 3.0, Apple va a intentar presentar un MacBook Pro extremadamente delgado donde lo único que puede penalizar el grosor del portátil es las decisiones que tome al respecto del almacenamiento.

Es evidente que la siguiente generación de portátiles profesionales de Apple portará discos SSD de serie para el sistema. Es prácticamente un secreto a voces, pero la duda (y el principal problema para refactorizar el aspecto del equipo) es si mantendrá una unidad de disco duro tradicional dentro del mismo. El grosor de estos discos puede suponer un problema para Cupertino ya que el usuario espera capacidades de almacenamiento que vayan entre los 500 GB y 1 TB en los portátiles. Una solución mixta entre 512 GB de memoria Flash en un disco duro SSD y un disco duro ultradelgado con 500 GB en un solo plato es factible y eso si permitiría un form factor extremadamente delgado y una reducción de peso importante. Junto con el recorte de otras tecnologías y la desaparición de la unidad óptica y el uso de un disco duro de estas características se podría reducir el peso del MacBook Pro hasta 400 gramos … y no es una reducción de peso baladí.

Los usuarios que sean dependientes de las unidades ópticas o de Firewire 800 deberían empezara considerar que se acerca una importante migración de plataforma y que mientras una unidad externa óptica no supondrá un excesivo problema como extra, los periféricos Firewire 800 comenzarán a quedarse obsoletos en favor de Thunderbolt. Si bien siempre es factible mantener un Mac antiguo como puente de compatibilidad, una provisión de fondos para nuevos periféricos así como el retraso en la compra de nuevos dispositivos basados en este interfaz debería ser uno de los elementos en la lista de una futura migración a este nueva plataforma.

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Alquimista
Alquimista
12 years ago

Siempre he sido muy crítico con Apple por su racanería a la hora de poner conexiones en los portátiles, sobre todo porque lo que eliminaba no era fácilmente reemplazable, más ahora que casi ningún equipo de Apple lleva un ExpressCard (incluso a mi ‘viejo’ MBP le puedo añadir un USB 3 o un eSATA mediante una tarjeta ExpressCard). Sin embargo creo que ahora esa tacañería tiene solución: Thunderbolt. El propio monitor de Apple es un ejemplo: Ethernet, USB y FireWire a partir de un Thunderbolt. Creo que no tardaremos en ver ‘cajas mágicas’ con esas caractrísticas, incluso añadiendo conversiones a DVI, HDMI, etc. O cajas externas para tarjetas PCI como las de Magma (http://www.magma.com/thunderbolt.asp). En definitiva, tenemos la capacidad física de ampliar un Air o un Mini hasta casi alcanzar al Mac Pro.

En cuanto al disco duro, hoy por hoy es impensable no utilizar un disco estándar de 2.5″. Sólo en casos muy concretos se justifica sacrificar la capacidad y precio de un HD por un SSD. Me parecería un error sacrificar el HD por adelgazar unos milímetros la carcasa, aunque cosas peores hemos visto hacer a Apple…

Anónimo
Anónimo
12 years ago

El SSD no solamente es más delgado: la respuesta es mucho más rápida y consume menos energía. Ergo, para los portátiles es una opción, pero que acabará sustituyendo a los HD.

Alquimista
Alquimista
12 years ago

Una cosa es la técnica y otra la economía. HD: 0,30 €/GB; SSD: 1,60 €/GB, o sea, 5 veces más caro. La diferencia irá disminuyendo hasta ser económicamente competitivo, está claro, pero no creo que sea antes de 3 años.
Mientras tanto elige: por el mismo precio, ¿1000 GB HD o 200 GB SSD?

Harkaitz
Harkaitz
12 years ago

Pero es que sin duda además elegiria el SSD! Salvo para almacenar video con 200GB voy que me mato!

Administrador
12 years ago

Por cierto, Intel ha empezado hoy la producción en masa de los procesadores Ivy Bridge, pero no estarán disponibles hasta finales de primavera.

http://www.hardmac.com/news/2011/10/25/intel-started-mass-production-of-the-ivy-bridge
—————
http://www.faq-mac.com

Anónimo
Anónimo
12 years ago

He estado retrasando la compra del Macbook pro 13′ hasta hoy, que he hecho el pedido. He sustituido el HD por un SSD de 128 Gb. que creo que lo notaré bastante.
No os lo vais a creer, pero este ordenador va a sustituir a un Powerbook G4 de 12′, desde el cual os escribo, y que apenas se ha apagado en estos casi 9 años.
He estado a punto de anular el pedido, porque leyendo la rumerología, todo el mundo recomienda que se espere al próximo año para que salga el nuevo Macbook pro, pero ya no me aguanto más. Estoy acostumbrado al iMac de casa con Lion, y este con Tiger ya se queda anticuado para muchísimos programas. Pero bueno, ahí está, dando guerra.

Un saludo

Anónimo
Anónimo
12 years ago

[quote]
Por cierto, Intel ha empezado hoy la producción en masa de los procesadores Ivy Bridge, pero no estarán disponibles hasta finales de primavera.
[/quote]
Pues yo he oído que Apple va a darle matarile a los Intel y poner ARM A15 quad-cores, tal y como ya sucedió con los PowerPC.

Anónimo
Anónimo
12 years ago

Desde hace algún tiempo he esperado que Apple elimine la unidad óptica de sus portátiles, en efecto es un elemento mecánico que quita mucho espacio y supongo que ello permitiría adelgazar el ordenador y hacerlo más ligero y quizá más autónomo.
Sobre los discos SSD no me disgustaría tener uno, pero entiendo que tienen la deficiencia de contar con un número más limitado de escritura que los discos duros tradicionales, lo que ocasiona que algunas unidades apenas y tengan un año útil de vida y a ello hay que sumarle la diferencia de costos. Aunque reemplazar el disco duro tradicional por un SSD haría que estos fueran en verdad todo lo que uno esperaría de un verdadero portátil (el término de ultraportátil me parece un absurdo mercadológico), mientras no resuelvan ese detalle técnico el cambio no me resulta atractivo, pero ya el tiempo dirá.
Lo que sí es que no dudo que el próximo portátil significará por su concepto, en un ordenador con un manejo tan liviano y accesible como lo es hoy un ipad 😀

juandesant
12 years ago

Por el volumen de Apple (y puede ser que incluso por su contrato con Intel), suele tener acceso a los micros de Intel antes que otros competidores, como ha pasado en ocasiones anteriores.

Albert M. S.
Albert M. S.
11 years ago

Vengo de 2012 y he visto que será un MacBook Pro con pantalla Retina y con un disco SSD… ¡¡de hasta 768 GB!! Y con procesadores i7 de Ivy Bridge, y más delgado que el dedo de Phil Schiller!

P. D.: xD

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