Este truco lo puedes usar en prácticamente todas las versiones de macOS y OS X. Simplemente hay que engañar al sistema de forma temporal par que piense que hemos cambiado el idioma.
Estos son los pasos:
- Abre Preferencias del Sistema > Idioma y Región
- Añade en Idiomas preferidos el idioma en el que quieres ejecutar la aplicación
- Ahora, pincha el idioma y arrástralo al primer lugar de la lista
- El sistema te pedirá que reinicies el ordenador, pero no lo hagas
A partir de ahora, todas las aplicaciones que abras lo harán en ese idioma. Para devolver el comportamiento normal, solo has de devolver el Español (o el idioma que utilices) al primer lugar de la lista y salir y volver a entrar en esas aplicaciones que has ejecutado en otro idioma.
“… pero no lo hagas” ¡ah pillines, a quién se le ha ocurrido la maldad de no obedecer al sistema para descubrir este gran truco?