El nuevo teclado, si no lo has visto aún en las tiendas de Apple, es un modelo muy compacto, extremadamente ligero, construido en aluminio con una base de plástico y cuatro patitas de agarre. A pesar de ser tan delgado, ligero y extremadamente manejable, es un hecho que se agarra perfectamente a la mesa y no se mueve incluso cuando el usuario es un tecleador agresivo. Quizás uno de sus problemas es la poca cuña del teclado: queda tan plano encima de la mesa que incluso puede acabar siendo incomodo trabajar con el en un primer momento, pero luego te acostumbras. Parece mentira que la batería, la electrónica y todo el resto de la mecánica del teclado quepa en un dispositivo tan pequeño y ligero, pero ahí está. El despiece del dispositivo, es, sin embargo, complicado.
Todo el hardware del Magic Keyboard está muy encapsulado y desmontarlo para una reparación es difícil, requiriendo no solo herramienta especializada sino mucha habilidad en este tipo de tareas ya que sin un manual de servicio es muy difícil abrir el mágico Keyboard sin dañar los componentes de su interior. El puerto Lightning y la batería pueden ser reemplazados de forma independiente, no obstante, lo que permite cierto juego de cintura en las reparaciones.
En la parte trasera dispone de un interruptor de encendido y el puerto Lightning y una banda de plástico que está destinada a permitir la comunicación del módulo bluetooth interno con el del ordenador y evitar así problemas de conexión por culpa del aluminio. Si alguien pensaba que el puerto Lightning era algo exclusivo del iPhone que desaparecería con el tiempo, que vaya echando cuentas porque Apple lo ha empezado a utilizar también en hardware para Mac. El teclado viene con su propio cable Lightning que puedes usar también con el Magic Mouse 2, Magic Trackpad 2 y por supuesto, con los iPhone e iPad compatibles con puerto Lightning.
En cuanto a las teclas, en un momento se podía pensar que Apple iba a utilizar para este teclado el nuevo mecanismo mariposa del MacBook Retina, pero al final en Cupertino decidieron poner un mecanismo de tijera rediseñado que yo diría que es el mismo que el de los MacBook de 2015. La sensación de teclear está entre el mecanismo de mariposa del MacBook Retina, si lo habéis probado y el mecanismo de tijera tradicional de Apple. El desplazamiento de la tecla al hacer presión es mucho menor (aproximadamente 1 milímetro) y a pesar de su pequeño tamaño solo han de pasar un par de horas para hacerse con el si vienes de un teclado de Apple (en mi caso, el teclado expandido con cable).
El Magic Keyboard está pensado para la gente con dedos de hada. Requiere muy poca presión a la hora de teclear con la ventaja adicional de que el nuevo mecanismo, sin ser el del MacBook Retina, es generoso con los fallos a la hora de tocar los extremos de las teclas de forma que la sensación de trabajo es uniforme a la hora de picar grandes cantidades de texto. Los usuarios con dedo de martillo van a notar que es muy ruidoso comparativamente al teclado tradicional de Apple, aunque su tacto es mucho más mecánico y menos gomoso que el de la anterior generación. Por la noche se te oye teclear y eso quizás no sea bueno, pero en un rato te sientes cómodo con el Magic Keyboard, en un par de horas lo encuentras bastante agradable, en tres horas se te olvida el modelo anterior y en cuatro horas te preguntas por qué Apple no ha hecho uno con teclado numérico.
¿Pegas? Las teclas de flecha. Esa forma de situar las dos teclas de flecha arriba y abajo te obliga en muchas ocasiones a mirar el teclado o a buscar con el dedo cual es la flecha correcta. La reducción de tamaño hace que haya que limitar estas flechas pero ya que las teclas de función han crecido hasta el mismo tamaño del resto de las teclas, quizás unas teclas de flecha completas o al menos, similares a las del modelo anterior hubieran hecho más redondo el Magic Keyboard.
Hay una razón para esta nueva política al respecto del enlazado que se ha incluido en los tres dispositivos: los problemas relacionados con interferencias, batería baja y las propias complicaciones de la conectividad inalámbrica. Así, con una simple conexión de cable, el teclado (y por extensión, el Magic Mouse 2 y el Magic Trackpad 2) enganchan perfectamente con el Mac con OS X 10.11 El Capitan y Bluetooth 4.0 y pueden comenzar a utilizarse de forma inmediata evitando los problemas (a veces, casi imposibles de solucionar si no tienes algún teclado o ratón de repuesto) a la hora de reconectar dispositivos Bluetooth.
La batería es otra de las novedades frente al modelo anterior. Se acabaron las pilas con una batería que cargada en un par de horas dura aproximadamente un mes, aunque con unos pocos minutos podemos disponer de unas horas de uso sin problemas e incluso carga con el teclado apagado. La batería carga hasta 2.98 vatios/hora, lo que supone la mitad, por ejemplo, de la capacidad del iPhone 6s.
El Magic Keyboard tiene dos problemas: no ha evolucionado tanto desde el modelo anterior como para ganar los galones mágicos aunque está muy bien diseñado, construido y aunque es un excelente teclado de consumo para venir incluido con el iMac, su precio de 119 euros como producto independiente es quizás demasiado elevado. Evidentemente en pilas se gasta mucho más a lo largo del tiempo y su precio te garantiza un retorno de inversión frente al modelo anterior, ya sea por el uso de pilas normales o recargables pero en un primer momento asusta y te echa para atrás aunque echando números a lo largo de su vida útil de varios años sí salen las cuentas.
Puedes, también, echar un vistazo al resto de revisiones de la gama Magic:
Parece mentira que un teclado de para tanto que hablar, pero excelente revisión, va al grano y ofrece detalles que no había leído por ahí. Muchas gracias.
Muy buen articulo y bastante detallado. Gracias por ofrecernos este punto de vista.
Debo hacer mención en una parte del texto figura ‘En la parte frontal dispone de un interruptor de encendido’.
Para mi esa parte no sería la Frontal, que corresponde a la más próxima a tu cuerpo, en todo caso sería parte Alta, Trasera, Superior… vamos es mi parecer.
Saludos.-
Llamémosla trasera pues. 😉
A mi parecer, el apelativo Magic, más allá de ser una forma de homogeneizar la nomenclatura de accesorios, debería significar un verdadero salto cualitativo.
Evidentemente, la revisión en el mecanismo de las teclas, aunque notable, no creo que sea suficiente para el usuario medio (del que soy un claro ejemplo), para justificar el nuevo nombre.
Creo que un teclado retroiluminado, de alta eficiencia energética, habría sido un verdadero salto cualitativo.
eso iba a decir yo, ¿dónde está la parte “Magic”? yo sigo con mi teclado extendido (con teclado numérico, vamos) por cable, claro, que no lo van a hacer bluetooth