“Este es el inicio de lo que podría ser una empresa importante” pensó el primer hombre y sacó su móvil, para calcular el tiempo que necesitaría cargar cada caja y ver las proyecciones de futuro que podría tener el negocio. A continuación, pensó que quizás sería una buena idea buscar un nombre llamativo para el proyecto, que luego se convertiría en el nombre de la empresa. Incluso pensó que quizás debería buscar cierto capital para estructurar el proceso: una oficina, cierto personal que se encargara del márketing y de la contabilidad…. “aunque esto se podría solucionar con un coworking activo, lo que me permitiría usar una aceleradora de empresas…”. Mientras seguía consultando su móvil, solicitó ayuda vía redes sociales a varios gurús del emprendimiento sobre cómo debía afrontar la situación y cuales serían las ventajas a medio y largo plazo… incluso reservó el nombre del dominio de la empresa.
Cuando se dio la vuelta, no había ninguna caja.
Rápidamente se dirigió al encargado preguntando que había pasado: “Pues el otro chico cargó el camión y como aún no habías movido ninguna caja, preguntó si podía hacer el porte. Como ya le había pagado, se pasó a la nave de los vecinos, les alquiló la transpaleta por 20 euros y hace veinte minutos que se ha ido. Con tu dinero.”
Moraleja: Mucho ruido y pocas nueces.
je
Vaya, yo que lo habia confundido con “el cuento del emprendedor”:
http://asihablociceron.blogspot.com.es/2013/11/el-cuento-del-emprendedor.html
Ja ja, muy bueno.
Esto no refleja, en absoluto, la realidad de los que “vamos por libre”; para nada. Esto es como enseñar ética y moral a través de frases célebres de célebres personajes.
Y sí, en efecto: mucho ruido y pocas nueces.
#4, no en general, por supuesto, pero si que es un ejemplo de como muchas veces nos complicamos la vida analizando y estudiando. Yo soy de este tipo de personas, de las que planifican demasiado antes de dar un paso. Llevo 4 años ya viviendo en Noruega, y hay una cosa de los noruegos que me encanta. Si estás en una merendola de amigos y uno dice: “uy, necesitaría arreglar la terraza porque algunas maderas están podridas.”, otro diría: “uy, pues yo tengo tablones que no necesito” y otro: “pues yo tengo sierras y martillos” e inmediatamente, sin planear más ni dejarlo para el jueves que viene, se levantarían y se pondrían a hacerlo al momento. Y eso es algo que me encanta y me fascina, y estoy intentando aplicar a mi vida todo lo que puedo, y ayuda muchisimo a quitarte de encima, por ejemplo, esas pequeñas cosas que tardas en hacer 5 minutos pero que siempre dejas para después porque “ahora no es el momento”. ;). Espero que a alguno/a más le sirva 🙂
#5 A eso se le llama el efecto “NoLuego”