Tal y como cuentan en TechLand, Esos fanáticos eran Steve Jobs y Steve Wozniak. Llamaban a su máquina “Apple-1”, y era un conjunto “hagaselo usted mismo”: los compradores tendrían que soldar los chips en la placa por ellos mismos y después añadir la fuente de alimentación, teclado y monitor.
Terrell se interesó, pero le dijo a Jobs que lo que realmente necesitaba era computadores completamente montados. De hecho, si Jobs podía llevarle una versión ensamblada del Apple-1, la Byte Shop compraría cincuenta unidades. Jobs lo hizo, y la Byte Shop se convirtió en el primer distribuidor de Apple (finalmente ofreció el Apple-1 en una caja de madera con teclado y fuente de alimentación integrada).
Como se suele decir, lo que sucedió después es historia. Con el dinero de los 50 ordenadores vendidos los dos Steve crearon la empresa Apple…
Ahora Paul Terrell ha publicado en FaceBook una serie de Polaroids de los ordenadores que los dos Steve le llevaron.
¡Estupendo que las publicara! Cómo cambian los tiempos…