¿Debería Apple separar su división de hardware? No, por Santiago Román

El management también entiende de modas y en el mundo empresarial es habitual plantearse la escisión de ciertas unidades de negocio cada cierto tiempo. Los motivos pueden ser diversos: desde poner en valor los negocios – la visión de que las partes valen más que el todo- , dotarlos de independencia para que sigan su propio camino, hasta prepararlos para la venta. Son muchos los casos: desde la escisión de negocio de Telefónica en los 90 en unidades autónomas, pasando por las joint ventures de las empresas fabricantes de equipos de telecomunicaciones. Es un ejercicio estratégico habitual.

El crecimiento en los últimos años de Apple ha sido espectacular. Se ha convertido en una de las principales empresas mundiales por capitalización bursátil, una de las marcas más valoradas y la empresa a batir. Y en estas situaciones es normal reflexionar sobre si Apple se está haciendo demasiado grande para poder ser gestionada con éxito. ¿Tiene sentido una escisión de alguna de sus operaciones? Mi respuesta es que no por diferentes motivos:

La estrategia de Apple siempre ha pasado por un control total de su cadena de valor: desde el diseño, la fabricación y la venta. Este control es el medio para conseguir una excelente experiencia de marca, su principal estrategia competitiva. Y las decisiones de los últimos años no hacen más que reforzar esta tesis: la compra de los fabricantes de procesadores P.A. Semi – del que nació el A4 del iPhone/iPad- y Intrinsity. El ritmo de apertura de tiendas propias, el desarrollo de software propio en las principales categoría de productos – su suite iWork- hasta el desarrollo de una app propia de mapas que tanto está dando que hablar estos días.

Esta estrategia se ha demostrado exitosa. No sólo por los resultados económicos sino por el hecho que sus principales competidores la están imitando. Google compró Motorola por sus patentes y para poder controlar el proceso de crecimiento de Android que empieza a ser caótico ante tanto dispositivo, versiones y modificaciones del sistema. Y Microsoft ha anunciado Surface como hardware flahsgip para Windows 8. La experiencia pasa por el control de los detalles. Un axioma que Apple lleva en su ADN.

Dentro de esta estrategia la comunión hardware – software es básica y fundamental. Los dispositivos Apple están diseñadas para correr OS / iOS al mejor rendimiento. Y el software está pensado para tener su máxima experiencia de uso en los magníficos armazones que son las máquinas Apple. Una conjunción perfecta y superior a sus competidores.

Por otro lado asistimos a una creciente convergencia entre móvil y desktop. Las últimas versiones de OS X incorporan algunas de las prestaciones de iOS y todo apunta a un acercamiento paulatino de sistemas operativos en un mundo donde la movilidad y la ubicuidad son una realidad que obliga a repensar el ordenador tal como hoy lo entendemos. En este momento de cambio las sinergias entre hardware y software son importantes para diseñar el futuro.

Por último el asalto al negocio empresarial. El iPhone y el iPad ha introducido en el mundo Apple a millones de usuarios. Un éxito a nivel del consumidor final pero que encuentra muchas resistencias en entornos corporativos – desde el precio hasta ser una plataforma muy cerrada-, un segmento del negocio en el que Apple tiene mucho camino por recorrer para continuar alimentando su crecimiento. Esta estrategia de control total y de plataforma integral puede aportar valor a las organizaciones ya que reduce la incertidumbre que supone múltiples capas de hard y sotf de diferentes vendors e integradores. Apple ofrece una plataforma única, estable, usable, testada y conocida gracias a iOS, simplificando la gestión del IT de las organizaciones.

Pero como todo hay pros y contras y esta simplificación e única interlocución puede significar un riesgo excesivo. Un área crítica de las organizaciones concentrada en una sola compañía, por muy grande y exitosa que sea. El entorno corporativo es una de las pocas asignaturas pendientes de Apple. Un segmento del mercado con muchos competidores ya establecidos pero en la que la incursión del iPhone e iPad le ha de ayudar a crecer. Tiempo al tiempo.

Apple no consideró la separación de hard – soft ni cuando estaba a punto de quebrar siendo fiel a su visión del negocio. Ni licenció su sistema operativo. ¿Por qué se lo iba a plantear ahora cuando se ha demostrado un estrategia exitosa y que sus competidores emulan?

Apple se ha de preocupar por mantener su ventana de innovación ante el acoso de sus competidores. Una ventana de tiempo que se acorta rápidamente. Como decía un conocido actor español de teatro “Cuando una obra funciona no hay que tocar ni la moqueta”

Santiago Román es socio en beiPad – iPad for Business.

Alf

Propietario de www.faq-mac.com.

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Mandibul
Mandibul
11 years ago

Gracias por el artículo, con el que estoy de acuerdo en parte.

Una serie de opiniones sin mucho orden:
– Aunque hablas de HW, en el artículo se deduce que te refieres al Mac. O al menos yo así lo he creído entender. Separar HW y SW de toda la compañía carece de sentido.
– Como bien dices en el artículo, la segregación (spin-off) de partes de la Empresa es para conseguir que por sí sola dé más valor que integrada en la corporación.
Pero es que la parte Mac es la menos vistosa del portfolio. De hecho, por sí sola cerraría.
– Sería un “HP” más a fabricar en un océano de competencia windows y linux.
– El esfuerzo para destacar sería tan grande que pondría en duda la rentabilidad de esa Empresa. De hecho, tienen el HW desfasado ahora y están nadando en la abundancia…
– Tener un control total de la cadena de valor ni obliga ni impide que la Unidad de Negocio esté dentro o fuera de la empresa. O sea, éste no es un argumento para justificar que no se segregue (ni que lo haga).
– Ídem para la comunión HW/SW.
– Yo creo que la guerra en el equipamiento de oficina ya pasó (y Apple lo sabe). Perdieron el tren y ya no hay forma de reemplazar los PCs por Macs. Apple ha intuido con magistral anticipación que su ataque debe venir por otro frente: el usuario particular con nuevas herramientas. Y de ahí, transformar la actividad diaria (y por ende la profesional) hasta que sus cachivaches lleguen a la oficina.

Saludos

Alberto Lozano
Alberto Lozano
11 years ago

Lo de la unión had/soft puede evolucionar de forma “curiosa” el día que Apple decida fabricar sus propios procesadores para los ordenadores, tal cómo lo ha hecho con los dispositivos móviles.

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