Bajo este acuerdo, TSMC hubiera trabajado en conjunto con ambas empresas y la fabricación de los chips desarrollados sería en exclusiva para Apple y Qualcomm. La negativa de TSMC a este acuerdo se debe, en su mayor parte, a que la empresa es consciente del explosivo crecimiento del mercado de dispositivos móviles y cerrar un acuerdo de este tipo le cerraría puertas ante otros segmentos lucrativos del mercado fuera de estas dos empresas.
Apple por su parte lleva cierto tiempo tratando de encontrar proveedores que eviten su dependencia de Samsung. Qualcomm, por su parte necesita aumentar su capacidad de fabricación ante la demanda de sus productos, ya que se encuentra al límite y esto está afectando a su cuenta de beneficios.
TSMC, por su parte, ha hecho público hace unas semanas que estaría abierta a dedicar una o dos factorías a un único cliente, pero aparentemente esta oferta no es lo suficientemente interesante para Apple y Qualcomm, que buscan de forma activa no solo asegurarse el suministro de semiconductores, sino también desplazar a sus posibles competidores eliminando la posibilidad de que accedan a chips de última generación.
Ha hecho bien TSMC. Es muy habitual que las empresas traten de asegurarse la exclusividad con sus proveedores, incluso financiándoles la inversión necesaria para que adapten sus infraestructuras a sus necesidades como cliente. Los proveedores piensan que han encontrado un novio que les va a retirar de hacer la calle pero, a la larga, lo que han encontrado es un chulo. 😉
Cierto… los clientes exclusivos dan una tranquilidad inicial, pero al tiempo terminan ahogando ya que esa exclusividad que tiene los clientes les permite a la larga poner las condiciones.
Todos los proveedores deberían evitar estas situaciones.
Aunque a ese nivel de empresas seguramente el proveedor tenga cierto margen de maniobra y no permitir una futura tiranía.