WWDC 2012: el factor riesgo, por Carlos Burges

Faltan apenas unas horas para que comience el evento más importante del año para Apple, su Conferencia de Desarrolladores, y la keynote inaugural, aquella donde veremos anunciar sus nuevos productos, es esperada por propios y ajenos casi con ferocidad. Se repasan las posibles novedades, se exprimen los rumores de último momento, se sacan conclusiones apresuradas … lo que si es evidente es que cualquier cosa que diga Apple como empresa durante ese evento se va a replicar ya no solo en la prensa especializada, sino también en la generalista. Apple ya no es esa pequeña empresa de hace algunos años, sino una de los fabricantes de electrónica de consumo más importantes del mundo. Y como tal, ha perdido el factor riesgo.

Cuando te diriges a una audiencia potencialmente pequeña, tu discurso es muy diferente a cuando tienes millones de usurarios. Esa audiencia pequeña de hace algunos años, unida a un espíritu de innovación que ha colocado a la empresa de Cupertino en la cabeza de la tecnología, hacía que todo fuera muy emocionante. Sí, esa es la palabra, porque no sabías que podía ocurrir.

Esa dimensión pequeña de Apple en aquellos años le permitía poder jugar el factor riesgo: lanzar productos o tecnologías a sabiendas que su pequeña cuota de mercado haría que si algo no iba a funcionar bien, no causaría una  debacle económica y mediática que afectara a los resultados (no al menos, substancialmente) de la empresa. Ese riesgo, junto a un cuidado desarrollo de aplicaciones y hardware, le ha permitido a Apple jugar cartas que otros fabricantes hubieran considerado como impensables. Sin enmbargo, esa capacidad de éxito, que le ha llevado a las más altas cumbres, también le ha penalizado de forma que cada una de las maniobras de la compañía debe ser pensada de forma mucho más intensiva, más cuidadosa, perfilando cada uno de los detalles con un esmero para evitar una maniobra conocida como “jumping the Shark”.

La frase jumping the shark (del inglés: saltar sobre el tiburón) es un coloquialismo empleado por los críticos de televisión estadounidenses para definir el instante en el que ocurre un evento extraordinario (e inesperado) en la línea argumental de un guión de una serie de televisión. Es habitual que los personajes de un guión que lleva un tiempo en “emisión” hayan caído en una línea argumental poco definida, con el consiguiente descenso en los índices de audiencia. Es por esta razón por la que se introducen en los guiones estos jumping the shark o puntos de inflexión que introducen interés por el guion, o por algún personaje. Cuando una serie de televisión ha llegado a su momento álgido de interés por parte del público, al entrar en descenso de audiencia, los jumping the shark se hacen más necesarios. Se trata de un instante. Un instante determinado en el que tu serie favorita ha encontrado el pico de interés. A partir de ese instante todo va colina abajo, a partir de ese instante el programa ya no será igual.

Y Apple, con su éxito desde el 2007 con el iPhone, va rondando esta situación desde hace tiempo. No es que no sea capaz de evitarla, pero en cualquier momento puede decidir lanzar un producto o servicio que cause que los usuarios se detengan un momento y digan … “un momento”  y a partir de ese punto cambie la relación de la empresa con su entorno de usuarios e inversores.

Precisamente para evitar esta situación, se minimiza el riesgo, y cuando este factor de la ecuación se reduce, proporcionalmente disminuye también la emoción. Resulta muy evidente para aquellos usuarios, analistas y profesionales o prosumers sacar una serie de conclusiones bastante acertadas sobre los pasos que va a dar Apple en la WWDC y si mientras durante los pasados años existía un factor riesgo en el que en Cupertino podían dar un “pase de gol” inesperado que nos cogiera a todos por sorpresa , conforme Apple ha ido creciendo, nos hemos ido encontrando que esas  maniobras de riesgo son cada vez más escasas … por no hablar de inexistentes. Todo está calculado y nada se deja al azar … y precisamente por eso los usuarios, que esperan ese destello, se sienten en cierta manera defraudados porque “llega lo evidente” pero no “lo inesperado”.

Claro está que la competencia tampoco hace que Apple tenga que tomarse muy en serio el factor de riesgo: por ejemplo, uno de los principales competidores de Apple, Samsung, podría haber anunciado hace mu-uuuuucho tiempo un sistema Cloud que le permitiera a cualquier usuario interactuar con todos los dispositivos de la marca, y cuando me refiero a “todos” hablo de lavadoras, aparatos de aire acondicionado, televisores, impresoras … resulta evidente, ¿No?, un ecosistema completo capaz de atrapar a usuarios y clientes de una forma muy “Apple”. Pero si la competencia de Cupertino no hace ninguna maniobra de este tipo … ¿por qué arriesgar?.

Mañana, a partir de las 7 de la tarde, espero buenas cosas de la presentación de Apple. Tengo una lista bastante extensa en la que podré ir marcando casillas aquí y allá, pero no espero ninguna sorpresa de riesgo. Nada que vuelva a decir de la empresa de Cupertino que se la juega porque en su posición actual, son maniobras extremadamente peligrosas que podrían costar miles de millones de dólares en los mercados … en cuestión de horas. Y es bueno que Apple haya crecido en estos años, pero también, sinceramente, cada vez se hace más aburrido.

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krollian
krollian
11 years ago

Como diría uno:

Es el precio de la fama. Hay que aguantar hasta a los paparazzi.

Pienso que realmente dar una campanada gorda se consigue muy muy pocas veces.

En mi vida puede pensar que Apple se dedicara a fabricar teléfonos. Bueno, crear, fabricar, comercializar y explotar teléfonos muy avanzados. Y mira donde está…

Es imposible sacar productos rompedores todos los años. Al fin y al cabo un ordenador y su SO ya no es algo que llame la atención.

Otra cosa es su enfoque hardware y software. Y aquí Apple si arriesga. Sus productos no son como los demás. Hay veces, incluso, que algunas cosas le salen rana.

Pero es Apple y los demás. Y así seguirá siendo hasta no se sabe cuando…

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