Numerosas criaturas del Antártico no logran adaptarse a los cambios ambientales

Según señala una nueva investigación internacional, numerosos organismos que habitan la región antártica son incapaces de adaptarse con rapidez a los cambios de su entorno. Este estudio, realizado por 200 científicos de 15 países, es fruto de una expedición de 7 meses de duración a bordo del buque de investigación Polarstern del Instituto Alfred Wegener (AWI) de Investigación Polar y Marina de la Asociación Helmholtz alemana.

El Polarstern regresó a Bremerhaven a finales de mayo de 2011. A lo largo de su travesía, los investigadores midieron la temperatura del Mar de Weddell y descubrieron que las aguas profundas siguen calentándose, mientras que los organismos marinos no consiguen adaptarse con rapidez a los cambios correspondientes.

Investigadores polares en Alemania consideran que el Mar de Weddell es una ubicación especialmente propicia para sus estudios. Expertos en oeceanografía, por ejemplo, emplean sensores sofisticados y una red de anclajes profundos y flotadores con los que miden la temperatura, el grosor del hielo marino y la concentración salina. La información recabada se transmite mediante flotadores y satélites. Uno de los objetivos de esta expedición reciente, dirigida por el Dr. Eberhard Fahrback de la División de Ciencias del Clima y Oceanografía Observacional del AWI, era ampliar su red de medición.

«Una evaluación inicial de las mediciones muestra que la temperatura a gran profundidad en el Mar de Weddell no deja de aumentar», explicó el Dr. Fahrback, que permaneció en la Antártida a bordo del Polarstern desde noviembre de 2010 hasta febrero de 2011.

Tanto las mediciones efectuadas a bordo de este buque como la información registrada por los dispositivos anclados se recopilaron en el marco de programas internacionales de observación. Los investigadores recalcan que esta información permite comprender más a fondo la función del sector atlántico del Océano Antártico en fenómenos a gran escala de importancia para el clima.

Las condiciones generales de distribución de temperatura y salinidad en la zona profunda del Mar de Weddell vienen determinadas por un fenómeno denominado circulación termohalina, de tal manera que el agua fría y salina se hunde. Por tanto, según apuntan los autores, los cambios en las propiedades de estas masas de agua fría en el Antártico tienen consecuencias a nivel mundial.

También indican que se aprecia un incremento de la temperatura del agua más profunda en secciones extensas de las aguas oceánicas situadas al norte del Atlántico. La temperatura en el Mar de Weddell, destacó el Dr. Fahrbach, ha aumentado de media seis centésimas de grado en toda la columna de agua en poco más de un cuarto de siglo.

«Este incremento puede parecer insignificante», explicó el Dr. Fahrbach, «pero al extenderse hasta una gran profundidad, implica que en el océano hay almacenado un volumen considerable de calor. Por ello la atmósfera se calienta menos de lo que cabría esperar como consecuencia de la agudización del efecto invernadero. Según el Word Climate Report del IPCC, más de 80 % del calor absorbido por la Tierra de manera adicional hasta la fecha a raíz de la alteración del efecto invernadero está almacenado en las capas superiores del océano, hasta una profundidad de 1 500 metros. Nosotros hemos podido demostrar que este proceso también afecta a las profundidades oceánicas, con el ingente volumen de agua que representan.»

Otra parte de la expedición referida se dedicó al estudio denominado CAMBIO («Cambio en la biota marina antártica»), en el que se investigaron las especies capaces de ajustarse con rapidez al cambio climático. El Dr. Rainer Knust y sus colaboradores del AWI analizaron diversos puntos próximos al litoral en las zonas occidental y oriental del Mar de Weddell. Descubrieron que algunos organismos sobrellevan mejor la alteración de las condiciones que otros en virtud de sus características fisiológicas. Los investigadores opinan que estas especies se adaptaron a las condiciones de su entorno en el transcurso de la evolución y que las especies de la zona más septentrional del Antártico se adaptaron «de manera óptima a temperaturas muy bajas pero también muy constantes».

Está previsto que los investigadores zarpen de nuevo a bordo del Polarstern para llevar a cabo otra expedición a mediados de junio.

Para más información:

Instituto Alfred Wegener (AWI) de Investigación Polar y Marina:

http://www.awi.de

FUente: Cordis

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