El influyente periodista Bob Cringley escribe una interesante columna en su blog sobre las razones que ha tenido Microsoft para comprar Skype utilizando una cantidad de dinero tan abultada -que ni de lejos se corresponde con su valor real o de mercado.
Básicamente, Cringley aduce que la compra por parte de Microsoft se basa más en la prevención de que otros se pudieran hacer con ella y expulsarla definitivamente del mercado. En su columna podemos leer lo siguiente:
La mejor forma de enfocar el tema es preguntarse “¿qué habría pasado si Microsoft no hubiera comprado Skype?” Teniendo en cuenta el alto precio que han pagado, estoy bastante seguro de que Ballmer sentía que no tenía más elección que comprar. De hecho, estoy bastante seguro de que pensó que no hacerlo habría condenado a Microsoft.
Sin duda la trayectoria de Skype algún día figurará en los libros de marketing, ya que es atípico que una empresa con el liderazgo que tiene ella en un mercado tan crucial de “los tiempos modernos” (voz sobre iP -VoIP), pero que se muestra incapaz, año tras año, de ganar dinero y que va acumulando pérdidas -y consolidando deuda. Creada en 2003, es comprada por eBay en 2005 (por 2,6 miles de millones de dólares) y que una vez comprada ésta descubre que aquella no es en realidad dueña de la tecnología, sino que el auténtico dueño de la pieza clave es uno de los fundadores de Skype a través de otra empresa. Ebay llega a un acuerdo con esa empresa por el 14% del valor de Skype, y eBay decide vender en 2009 gran parte de su participación a inversores (el 70%) consiguiendo 2,75 miles de millones de dólares, donde ha seguido su rutina de liderazgo mental pero de pérdidas económicas reales.
Así que ¿por qué Microsoft decidió que tenía que pagar semejante cantidad de dinero por una empresa que no lo vale? Según Cringley:
Ballmer y su empresa están en un punto crucial, y [Ballmer] lo sabe. Microsoft sigue siendo grande, poderosa y rica. Pero ya no es la más grande, la más poderosa, y la más rica. No es casual que el departamento de Justicia de por terminado el juicio antimonopolio contra Microsoft esta semana, porque Redmond no es ni de lejos la amenaza para sus competidores que solía ser. La empresa puede ir desde el punto en el que está hacia arriba o hacia abajo, y el miedo de Ballmer es que esa dirección sea hacia abajo, y más abajo, y más abajo. Microsoft seguirá ganando mucho dinero, pero puede que lo haga ordeñando mercados en declive.
Por eso Ballmer necesita un nuevo mercado que ordeñar.
Si se tienen en cuenta los discutibles acuerdos a los que Microsoft ha llegado para intentar recuperar algo de tracción que le devuelva a la cabeza de las diferentes carreras en las que participa, el panorama no es muy favorecedor en cuanto a la visión de Ballmer. El acuerdo con Yahoo para que las búsquedas pasen a través de Bing, el acuerdo con Nokia para que utilicen Windows 7 Mobile, etc. Si tenemos en cuenta que la División de negocio Online ha perdido en el último año dos mil quinientos millones de dólares. Es decir, gastan dos dólares para conseguir uno. Por tanto, la compra e integración de Skype (que también pierde dinero) acentuará aún más esa tendencia.
Microsoft ha comprado Skype para evitar que Google comprara Skype.
Fijaos que no he mencionado a Apple. En términos de ser el mayor “cabr**” del mercado nadie puede compararse con Apple, pero Apple va por su propio camino. Apple no es la siguiente Microsoft. Apple no es el próximo nada por el papel al que aspira trasciende con mucho cualquier cosa imaginable por Microsoft, se pongan como se pongan. Google es la próxima Microsoft, así que Google es lo que Ballmer ve como la amenaza inminente — y por eso es contra la que siente que tiene actuar para evitarlo.
Echemos un vistazo a las cifras de Skype, para comprobar que siguen siendo un pastel apetecible en estos momentos, a pesar de sus pérdidas:
– 500.000 nuevos usuarios registrados por día
– 170 millones de usuarios conectados
– 30 millones de usuarios comunicándose a través de la plataforma Skype de manera concurrente
– 209 miles de millones de minutos de voz y vídeo en 2010
Por eso dice Cringley:
Si Google hubiera comprado Skype habrían convertido a esos 663 millones de suscriptores de Skype en homónimos de Google Voice y Gmail y de paso habrían convertido los esfuerzos de Yahoo y MSN en algo irrelevante. Incorporarían un cliente Skype en el DNA de Android, sustrayendo ingresos a las “telecos” y puede que matando actores menores como Windows Phone. Firmarían acuerdos con fabricantes de equipos como Cisco (Linksys) y NetGear y se quedarían con ingresos por voz que ahora tienen las grandes operadoras de telecomunicaciones y operadoras de cable. Todo eso es el más puro estilo Redmon y si alguien se va a comportar así, Ballmer piensa que tiene que ser Microsoft.
Y concluye:
Si Microsoft tiene que seguir creciendo y tener una existencia post-PC tiene que ser primero o segundo en el mercado de los teléfonos móviles, y Ballmer lo sabe. Comprar Skype no garantiza que Microsoft lo consiga, pero NO comprar Skype habría prácticamente garantizado el fracaso de Microsoft.
¿Y el precio de 8,5 miles de millones de dólares? Ese precio fue fijado por Google, no por Microsoft. Ballmer podría haber pagado cualquier cosa por Skype. 8,5 miles de millones de dólares es sencillamente el precio en el queGoogle siente que le compensa más crear que comprar.
Si todas las operaciones que está auspiciando Ballmer conseguirán revertir la tendencia ha hundirse que parecen marcar las operaciones de Microsoft (dejando fuera Xbox) o si simplemente Ballmer no hace más que escoger un flotador pinchado tras otro, acelerando el ahogamiento del otrora emperador del software y líder indiscutible del mercado informático, lo dirá el tiempo.
Sea como sea, todas estas inversiones ni siquiera les están comprando minutos de tranquilidad. Cada nuevo movimiento parece introducir nuevas dudas sobre la estabilidad del barco y, sobre todo, la capacidad del timonel
[…]conseguirán revertir la tendencia ha hundirse[…]
Por otro lado, muy buen artículo.