La empresa McIntosh (de Nueva York), fabrica equipos de cine en casa de alta gama para auténticos aficionados y presentó en el pasado CES un sistema de cine en casa que cuesta 190.000 $, una configuración que ellos llaman sencillamente “El sistema de referencia”. En Estados Unidos el coste medio nacional de una casa es de 240.000 $.
Cada tweeter (los altavoces que producen las frecuencias más altas) en este sistema tiene 110 drivers, por ejemplo. Repartir la salida del sonido entre tantos produce unos agudos mucho más suaves, por así decirlo. Pero gestionar un sistema así requiere componentes complejos (y caros).
“Requiere mucha potencia producir sonido que te de el mismo tipo de experiencia que tendrías si estuvieras en la sala de conciertos,” dice James Ludoviconi de McIntosh. “A pesar de esto, el sistema en si mismo es extremadamente silencioso, así que el único sonido que se escucha es el del contenido”. Cada amplificador de 2.000 watios utiliza algo llamado “cuádruple equilibrado” (quad-balancing) para eliminar el ruido que generaría una pieza con tanta potencia.
Sea verdad o no, la verdad es que la configuración impresiona.
Via: Switched
