Acerca de Imágenes y la “Manito de Gato” del MacOSX

Jorge Passadore es nuestra última incorporación a la plantilla de redactores de faq-mac; hoy se estrena con este magnífico artículo de opinión. Un saludo Jorge, bienvenido. 🙂

Preámbulo

Como primer artículo en este Site, advierto que cualquier semejanza con la realidad, NO es coincidencia.

Al grano y un poco de historia.

“Pienso Diferente” y luego existo?

Es cierto que las imágenes pueden valer por mil palabras. Recuerdo que hace algunos años, hablar de Mac era un símbolo de respeto innegable y un afrodisíaco casi natural para las féminas que sabían de computación. No importaba qué piruetas hicieran los desarrolladores de PC para mejorar su situación. No importaba qué fórmula le aplicaran al Pentium 6,495….. O qué versión infinita y mejorada de Windows utilizaran, o qué ritual chamánico utilizaran para hacer andar un PC por más de 2 horas seguidas sin advertencias de que iba a explotar; Verdaderos tanques a pedales. Sí, definitivamente decir Mac ante cualquier personaje de esa calaña, a lo menos lo hacía palidecer.

Y ahora… también, pero con reservas. Ya llego a eso.

Ciertamente, la imagen que Mac proyectaba para si mismo y para sus devotos usuarios era, sin lugar a dudas, sinónimo de pulcritud, respeto y elitismo. Recuerdo que en mis visitas a las oficinas de clientes entraba con el pecho inflado. Pero claro! y salía más inflado cuando me preguntaban que equipo utilizaba para trabajar: “Mac”; Y el cielo se abría y mi voz retumbaba como el eco de mil voces hasta la bóveda celestial, como si el término mismo hubiera sido creado por el mismísimo Dios antes del primer lunes.

No faltaban los Peceros que con una extraña mezcla de malhumor y resentimiento me amenazaban con comer “manzana” y yo los amenazaba con romperles la “ventana”. No puedo meter a los todos los Peceros en el mismo saco con piedras, no faltaban los que con humildad me respondían “Ahh!!! un Mac, son como los Mercedez Benz de la computadoras”.

También, muchos Peceros me decían que no entiendían esa devoción maquera. Comprendo, en parte, los cuestionamientos de los Peceros porque a muchos esa noción simplemente la desconocen, es como si les hablaran de otra dimensión. La diferencia entre gastar en un PC e invertir un Mac; entre ser oveja y pastor; entre crear caminos y usar caminos; entre la marcar la diferencia y ser del montón.

Pero eso antes. Antes tenía el tiempo, la inmadurez y la disposición de ánimo para tratar de hacer pensar a los monos. Hay cosas que jamás cambiarán. Hoy, simplemente, encuentro absurda la idea de comparación.

Si bien mi encuentro con Mac data de los años ochenta, mi primer encuentro ante el envase del Puma (MacOS-10), fue algo así como una experiencia religiosa. Prístina, pura, celestial: Mis ojos salían de sus órbitas, mi boca semi abierta babeando la alfombra del local y balbuceando cosas que jamás me entendí (no se me ocurre algo más religioso).

Después de comprarlo e instalarlo todo era una sinfonía gráfica: pulcritud por donde se le viera. Hasta que los efectos del “enamoramiento” inicial, se empezaron a desvanecer, y los ataques de actualizaciones se empezaron a suceder cada vez con más frecuencia. Pero no importa, terco, orgulloso y “enamorado”, esa imagen para mí valía todas las palabras.

Y llegó el día.

Como cliente de años de mi actual proveedor de Apple, y este, conociendo mis debilidades por las novedades, me avisó acerca de la primicia del Jaguar (MacOS-10.2): “Sublime” —me decía—, “sublime”. Rajé, hasta el local. Aún no recuerdo cómo llegué ni en dónde estacioné el auto (*). Inicié mi ritual para aquella que sería mi segunda experiencia religiosa: “Puta la mierda fea” Canónicamente hablando. Mi cara representaba el más agudo dolor de muelas que a cualquiera se le pueda ocurrir. Pero que era eso!! Lo primero que pensé, al ver esa cajita con la sugerente “X” forrada en piel de jaguar, era que se trataba de ropa interior para cafiche o la estola rancia de una puta vieja. Fue un golpe duro. La música celestial de mi cabeza, dio paso a una especie de Mambo con Cha-cha-cha. Como digo: del “Aleluya” al “Azuuuucaaarr!!!!” de la Celia Cruz. Está bien, todo cambia y todos tienen derecho a cambiar, si ahora hasta Dios baja MP-3’s desde internet. Pero “eso”…. Demasiado “agringao” para lo que había sido hasta ahora la imagen de Mac.

Fueron días de depresión, un derrumbe total de ánimo. Recuperé mi credencial de “honorario” en el psiquiátrico. Sin embargo, he sabido sobrellevar la situación y casi le di una oportunidad: compré el MacOS 10.2. Desde entones, lo tengo en mi escritorio junto a mi equipo Mac (ahora lo estoy viendo), sin tocarlo, sin sacarlo del plástico que proteje la caja; lo veo con desconfianza y recelo. Y porque no admitirlo, lo reconozco… tengo miedo. Tengo miedo que cuando abra la caja salgan de ella fuegos artificiales y un negro travestido con el traje del “Tío Sam” dando alaridos y cantando “Ah, Oh, Made in America”

Saludos

Jorge

(*) Paso el dato: Cualquiera que halla visto un auto marrón con una manzana blanca pegada en el parabrisas trasero contactarme urgente por e-mail. Responde al nombre de Maquito y tiene todas sus vacunas al día.

Jorge Passadore, chileno part-time. Diseñador y desarrollador de sitios web. Trabajo con Mac desde el 1988.